Crisis del Estado de bienestar, neoliberalismo y agotamiento de la modernidad.

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Para los críticos del Estado keynesiano, quienes rescatan una reflexión económica del liberalismo, plantean una crítica filosófica al Estado de bienestar, en la cual mencionan que los valores no deben porque ser compartidos socialmente, ya que, si el Estado promueve valores atenta contra la libertad de los individuos. Para estos críticos el Estado de bienestar es también un agente ineficiente como interventor en el desarrollo de la economía. El estado hace que disminuyan las capacidades productivas, debido a que desincentiva el trabajo a través de los mismos derechos que garantiza. Por lo tanto, existe un cuestionamiento a la capacidad del Estado como agente regulador del mercado, debido a la disminución de la economía y el desincentivo a la producción, es decir, existe una pérdida de crecimiento en la organización keynesiana que tendrá por consecuencia una ingobernabilidad social y un aumento en la inflación.

Como efecto del progresivo declive del Estado de bienestar, surge dentro de la misma lógica capitalista un nuevo método de estatalidad, el Neoliberalismo. Esta corriente, cuya aparición se debe al trabajo de economistas como Milton Friedman y Friedrich Von Hayek se fundamenta como una nueva lógica de la libre iniciativa individual, es decir, una reformulación del liberalismo individualista posesivo del siglo decimonónico adecuado al contexto actual de globalización, posmodernismo y capitalismo avanzado. Esta nueva forma de Estado tiene su eje en el agotamiento de este como centro ordenador de la sociedad y, basado en el documental “La Doctrina del Shock” de Naomi Klein, se impone mediante el uso de instrumentos extraeconómicos como lo sería, por ejemplo, la coerción autoritaria o las guerras. Por lo tanto, para que se hayan llevado a cabo las teorías de Friedman y sus colegas, fue necesario que se haya concretado en el país una situación de crisis profunda a nivel económico, político y/o sociológico. En este sentido la autora identifica este proceso como “capitalismo del desastre”.

Uno de los impactos más profundos de esta nueva lógica occidental es el proceso de despolitización, el rechazo del sujeto a la política, es por ello que el ser ciudadano en este nuevo contexto es poseer garantías dentro de los derechos individuales básicos, por lo que no se producen espacios de disputa política. En palabras de Bauman, se reemplazó al concepto de ciudadano y se dio paso al consumidor como agente activo en la sociedad. La privatización del ciudadano es efecto de la crisis del agotamiento de la política moderna, en donde se deja de ser agente de la comunidad para dar paso a la constitución de un mero consumidor que demanda derechos en el ambiente privado, regulado por el mercado. Si bien el Neoliberalismo ocupa como base teórica los principios básicos del liberalismo de Smith, este posee una idea de Estado subsidiario, es decir, la entidad estatal actúa e interviene en grupos focalizados de individuos desplazados del mercado, garantizando ciertos niveles mínimos de orden social y cohesión. Todo aquello para cooptar a los sectores marginados por el capitalismo excluyente e incorporarlos mediante, por ejemplo, el uso de créditos (caso chileno de la educación).

En palabras finales y a modo de ejemplificación, dentro de dichas experiencias, se puede destacar el decisivo e importante papel que jugó el gobierno estadounidense, específicamente la CIA, en la desestabilización del gobierno de Salvador Allende y como los “Chicago Boys” convirtieron a Chile en su laboratorio de las ideas política y económicas que deseaban poner en práctica, amparados por la terrorífica dictadura de Augusto Pinochet. Y así como en Chile se llevaba a cabo la implantación de este nuevo sistema político-económico, en el Reino Unido bajo el liderazgo de Margaret Thatcher y en E.E.U.U con Ronald Reagan la reconfiguración del sistema capitalista bajo la lógica neoliberal se expandió por el resto del mundo. E inclusive la experiencia vivida en Irak tras la invasión del año 2003, en donde económicamente terminó por ser muy aprovechado por empresas que se “adjudicaron”, de manera sospechosa, los servicios de reconstrucción de dicho país.

Bibliografía:

- BAUMAN, Zygmunt. Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Barcelona: Gedisa. 1999.

- La Doctrina del Shock (video documental)/ dirigido por Mat Whitecross y Michael