Derecho origenes

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Ochoa enfatiza que las principales doctrinas de derecho entienden que su participación nace por la existencia de elementos naturales, descritos por los iusnaturalistas que conciben a la normativa como una expresión que permite explicar la realidad. “Los derechos son inherentes al ser humano, por lo que su declaración es una responsabilidad del hombre en ejercicio de su deber” (Ochoa, 2012, pág. 12).

Analizando lo expuesto, se puede evidenciar que existen derechos propios de la vida y que la normativa debe recogerlos a fin de permitir un mejor entorno de cumplimiento. En este caso, la naturaleza da paso al origen del derecho como una manifestación del ser humano derivada de la comprensión del entorno.

El Derecho está ligado a la moral, pero es necesario resaltar que no son lo mismo. En este caso, el primero se relaciona a la integración del ser humano con otros, evitando que de cualquier manera cada persona se vea afectada. La moral por su parte nace de la costumbre, e involucra el conjunto de creencias y valores que orientan la forma de obrar de las personas.

Carmen Samaniego indica que “La inteligencia del ser humano le permite identificar si sus acciones son buenas y malas, iniciándose una alineación de la actuación hacia el respeto de una conducta propositiva” (Sarmiento, 2011, pág. 22)

El derecho y la moral se encuentran relacionadas en donde el primero da paso a la creación de normas y leyes debidamente estructuradas para que la moral encuentre un mejor escenario en donde pueda manifestarse en las diferentes actuaciones del ser humano. Por ello, el Derecho se sub clasifica en objetivo y subjetivo. El primero involucra la estructura de la normativa, mientras el segundo las facultades que tiene cada persona en la relación con los demás.

Bajo lo expuesto, se puede señalar que la ética moral es propia de la persona y su existencia le permite reconocer el comportamiento adecuado que debe tener, dando paso a la reglamentación que representa el derecho.

Fernando Casal describe al derecho como “una manifestación propia del ser humano que ha entendido la importancia del respeto a los demás y la adecuada convivencia” (Casal, 2011, pág. 109).

Analizando lo expuesto, el derecho es propio de la iniciativa de la persona entendiendo la existencia de conductas que se relacionan a los valores de la humanidad. Por ello, la normativa regula el comportamiento, disponiendo de su capacidad sancionadora en la medida que la moral y la ética se hayan incumplido con acciones deliberadas o fortuitas.

La sociedad se enmarca en un proceso de desarrollo, amparada en derecho, el cual es flexible y adaptable a la realidad, buscando consolidar escenarios que permitan al ser humano vivir en armonía con su entorno. Por ello, el derecho es dinámico y debe a partir de sus fuentes consolidarse, fomentando un fortalecimiento permanente de la sociedad.

Bibliografía

Casal, F. (2011). Derecho y su aplicación. México DF-México: AUO.

Cea, L. (2010). Derecho Constitucional. Santiago de Chile: Ediciones UC.

Ochoa, C. (2012). Origen del Derecho. México DF-México: Entorno Jurídico.

Sarmiento, C. (2011). Derecho. Madrid-España: Diaz de Saltos.