EL CUARTO PODER PIDE LIBERTAD DE PRENSA

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Definitivamente la persecución a los menanti (así se les llamaba en Italia a los periodistas de esta época), desestabilizo el poco desarrollo que tuvo el periodismo, lo único con lo que sobrevivió fueron las hojas manuscritas, que se menciona anteriormente estaban libres del control de censura.

De aquí podemos tomar otro dato importante, esta censura y la libertad de prensa se vio de diferentes maneras en cada uno los epicentros europeos, países como Alemania e Inglaterra proporcionaron durante algunos años algunos privilegios a impresores como Nathaniel Butter y Nicholas Bourne en 1638, para que se encargaran de la recolección redacción y publicación de noticias.

Mientras que países como España, Francia y Estados Unidos siempre estuvieron en un vaivén con esta censura, había años en donde la quitaban y luego regresaba y así sucesivamente lo que creo un tiempo difícil en el periodismo, ejemplo de esto el periódico la Gazette en Francia fue un periódico que durante casi dos siglos gozo de cierta libertad de prensa luego de la guerra civil de fronda (1641- 1652), tuvo que hacer frente con panfletos en contra del primer ministro, a causa de esto en 1661 con Luis XIV, perdió esta poca libertad y regreso a la censura absoluta.

Francia se puede tomar como ejemplo de lo que paso con la libertad de prensa, que no se dio hasta la revolución francesa y la publicación de los derechos del hombre y del ciudadano en 1789, pero con la llegada de Napoleón se reordeno la prensa y consolido su desarrollo aniquilando toda oposición y utilizando los periódicos para dirigir a su gusto la opinión pública.

Algo en común en todos estos países, es el establecimiento de la censura durante la guerra, de manera que en parte las masas no se dejaran contagiar por la revolución o simplemente controlar su pensamiento como hizo hábilmente Napoleón en Francia.

Hemos de tener en cuenta otro hecho importante, cómo la censura afecto el desarrollo de la prensa en las colonias, un ejemplo claro es Colombia en donde llego según Guillamet en el año de 1785, y según una reseña publicada por la misma Imprenta Nacional Colombiana, esta máquina incide grandemente en la propagación de ideas libertadoras inducidas por próceres como Simón Bolívar, incluso según la biblioteca nacional en su artículo “La imprenta como iniciativa privada”, nos habla de cómo Antonio Nariño en el año de 1794 logra imprimir los derechos del hombre y el ciudadano, hecho trascendental en la lucha contra la corona española, y aunque la imprenta fue de gran ayuda en ese momento, si hubiese llegado antes la imprenta al país seguramente este proceso emancipador se hubiese acelerado y facilitado.

En conclusión a estas ideas, podemos determinar como el periodismo ha sido de gran importancia para el desarrollo de la humanidad, gracias a estas se conocen ideas, pensamientos, se exponen críticas, y sobre todo se conmueve a la gente, el periodismo ha sido llamado por Montesquieu “el cuarto poder”, del cual Francisco Fernández Buey nos dice que este es un arma de doble filo, por un lado si es utilizado por el ejecutivo y legislativo se puede controlar la opinión pública manipulándola, y la opinión publica sí hace uso de este poder, puede lograr un cambio a su beneficio.

Lastimosamente este cuarto poder nunca ha sido libre así lo establezcan las diferentes constituciones o incluso el articulo XI de los derechos del hombre y el ciudadano; se evidencia en la larga historia de censura que ha tenido desde sus principios, todos le temen a la información, pero los vivos la manejan, según una Conferencia leída en Andiarios, 2003 y publicada, con algunas revisiones, en Fernando Cepeda Ulloa, ed., Fortalezas de Colombia, Bogotá, Ariel y BID, 2004, el periodismo ha caído en las garras políticas, para ser manejado; y sobretodo ha caído en la sumisión, a tal punto que en actual siglo XXI los gobernantes compran acciones en los medios de información y cualquier opositor es censurado como ocurre actualmente en países como Cuba y Venezuela.

El cuarto poder clama libertad y esa libertad debe ir de la mano con la responsabilidad, si persiste este círculo vicioso donde el periodismo es un mercado indirectamente manipulado, nunca tendremos un cuarto poder a favor de su objetivo, el pueblo.