EL DERECHO DE LOS AZTECAS ORGANIZACIÓN POLÏTICA Y DERECHOS DE GENTES. CONDICIÓN SOCIAL DEL DERECHO

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Los artesanos y mercaderes (pochtécatl, plural pochteca) formaban gremios bajo sus sobrestantes; pagaban sus tributos con los productos de su industria y los artesanos con su servicio personal; Cuando un comerciante se enriquecía gozaba de gran prestigio y no era raro que casara a sus hijas con nobles. Tlatelolco era desde tiempo inmemorial un emporio y él continuo floreciendo el comercio en la época de los aztecas.

La violencia, el robo y el homicidio de comerciantes mexicanos en territorio extranjero, constituye una de las causas más comunes de la guerra. Esto sucedía tanto más a menudo cuanto que los comerciantes aztecas eran en muchas ocasiones espías que trataban de reconocer el país, preparando así la conquista. En muchos casos también eran enviados espías bajo el disfraz de comerciantes.

Los pintores, es decir, los escritores, y los músicos, gozaban de exención de impuestos. En Texcoco existía una academia o consejo artístico-científico; era creación del gran Nezahualcóyotl. Este consejo tenía derecho de censura. Las obras defectuosas eran vituperadas y castigadas al arbitrio de los jueces.

Para atender el servicio diplomático había embajadores que se distinguían por vestidos especiales y en tanto que permanecían dentro de sus funciones eran detenidos por sagrados, aún en el país enemigo; eran recibidos con veneración. Todos los prisioneros de guerra eran hechos esclavos; no de los hombres, si no del dios, sus corazones y con ellos sus almas, debían ser sacrificadas, su carne pertenecía al guerrero que los había capturado. El sacrificio tenía lugar de la manera conocida, el prisionero era colocado sobre la piedra de los sacrificios, por medio de un golpe rápido, le era abierto el pecho y arrancado el corazón. Se dice que en la dedicación del templo a Huitzilopochtli, en el año 1487, fueron sacrificados millares de hombres.

DERECHO DE LAS PERSONAS Y DE FAMILIA

Como los prisioneros de guerra eran sacrificados a los dioses, las fuentes principales de esclavitud eran las deudas y la pena; otra variedad era la venta que el padre hacía del hijo por miseria o para castigarlo. La esclavitud en realidad era muy benigna: el esclavo podía tener fortuna y familia; podía obtener su libertad dando un substituto. El hijo del esclavo era libre; no había esclavos de nacimiento: todo hombre nacía libre. El hijo del esclavo por deudas se hacía cargo del pago como heredero y por eso también podía llegar a ser esclavo; la prevención de que los hijos de los esclavos fueran libres, es un hecho que en Texcoco se le atribuyó al rey Nezahualpilzintli. En tiempos de miseria los padres vendían a sus hijos como esclavos y, en el juego, cuando ya se había perdido todo, se apostaba a los hijos. Se volvía esclavo el que impedía a un esclavo que tomara asilo en el mercado o en el palacio real: el esclavo era liberado, quedando en su lugar el que se lo había impedido. Los padres podían hacer esclavo a un hijo incorregible.El dueño del esclavo tenía la facultad de venderlo en los casos legalmente fijados; le estaba permitido al acreedor vender al esclavo por deudas, y al robado, al que le correspondía a consecuencia del robo. No tenía la misma facultada el que adquiría como esclavo a un hijo incorregible. Había una excepción, la del esclavo indócil y vicioso; cuando a pesar de una amonestación el esclavo no se enmendaba, se le imponía la collera, se volvía esclavo de inferior calidad y podía ser vendido. En caso de mostrarse incorregible había la facultad de venderlo para sacrificio.

Los esclavos vendibles formaban un objeto de comercio muy activo. Las ventas debían tener lugar únicamente en los mercados de esclavos, que sólo había en Azcapotzalco e Izhuacán. Los esclavos eran cubiertos con ricos vestidos, pero estos no entraban en la venta. El dueño de un esclavo no tenía el derecho de muerte; pero podía ser sacrificado en el caso de que hubiere caducado el derecho de rescatarse. Eran numerosos los sacrificios de esclavos en ocasión del entierro de sus dueños con objeto de que estuvieran a su servicio en la otra vida. Por contraer matrimonio con el amo o con el ama se hacía libre el esclavo. El esclavo de collera se libraba logrando entrar en el palacio real; el otro medio era el que el esclavo expuesto a la venta lograra traspasar las barreras y poner su pie en excremento humano. Caía en esclavitud el que impedía a escaparse al esclavo.

En caso de gemelos, a menudo uno de ellos era muerto por que se creía que de otro modo el padre o la madre desaparecerían. Las personas contrahechas gozaban de cierto carácter sagrado: podían ser sacrificadas en tiempo de hambre y malas cosechas; una suerte parecida tenían los niños que habían nacido en uno de los cinco nemontemi. En otras partes mencionaban también sacrificios de niños, especialmente en la fiesta de Tláloc, en que eran numerosos.

El niño era introducido a la vida religiosa por medio de varios actos de consagración. Eran de preferencia las dos del agua, de las cuales la una tenía lugar inmediatamente después del nacimiento y la otra en los cuatro días siguientes o un poco más tarde en un día propicio. En la consagración del agua en niño nacía de nuevo; Chalchiuhtlicue, la diosa del agua, hermana de los dioses de la lluvia (Tlaloque), lo formaba de nuevo y lo libraba de la maldición con que había nacido. En la segunda, se hacía la imposición del nombre. Uno o varios meses después se hacía la presentación donde era dado un segundo nombre. Un tercer nombre se daba en reminiscencia de hazañas especiales.

Del segundo al quinto año y a veces antes, se hacía la circuncisión pero no siempre. Una ceremonia era la extracción de sangre, que se hacía en diferentes épocas sagradas: practicaban unas incisiones sangrándose en varias partes del cuerpo, como las orejas, el ombligo y el miembro. Así se hacía en la fiesta de la diosa Toci, en la de Huitzilopochtli en el mes tóxcatl.

En la educación se usaban castigos severos, entre otros, herir con espinas o púas, cortar el cabello y aspirar vapores desagradables. La educación en la familia iba acompañada de una educación pública de la juventud en el templo o en seminarios generales (tepochcal-li). Así permanecían los jóvenes hasta su matrimonio. Los nobles hacían educar a sus hijos en el templo (calmecac) donde eran instruidos en la religión y las ciencias. Las hijas eran educadas en severa sujeción; pero generalmente en su casa. Las jóvenes podían consagrarse al servicio del templo en el calmecac donde eran guardadas en estricta clausura; eran sacerdotisas; estas jóvenes se obligaban por uno, dos, tres o más años, pero no para toda la vida, no obstante que algunas permanecían