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EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA

Enviado por   •  21 de Abril de 2018  •  3.431 Palabras (14 Páginas)  •  373 Visitas

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Este nuevo sistema político pretendía conseguir los objetivos deseados por Cánovas:

- Asentar firmemente la monarquía como forma de Estado y conseguir que ésta recuperara el prestigio perdido durante el reinado de Isabel II.

- Crear un marco constitucional igualmente válido para todos los partidos (moderados, progresistas, demócratas), con la única condición de aceptar la monarquía y la alternancia en el gobierno de forma pacífica.

- Eliminar los pronunciamientos. El ejército debía volver a los cuarteles y cumplir su misión constitucional.

- Garantizar el orden social, así como la posibilidad de acceso pacífico al gobierno, a través del sufragio, para todos los partidos integrados en el sistema.

Para el éxito del sistema fue decisivo el papel ejercido por Alfonso XII, un Rey-soldado con formación militar, capacidad de mando y excelente imagen desde su llegada al país.

Ideológicamente el sistema de la Restauración tuvo un marcado tinte conservador tanto en el terreno de la política, como en materia social y económica. Pretende consolidar lo conseguido en el periodo de grandes transformaciones socioeconómicas de 1833-1868 y asegurar el dominio de la clase aristocrático-burguesa sobre una mayoría de población campesina y obrera.

El desarrollo del capitalismo sobre la base de la expansión industrial y financiera, y el control político de las instituciones completan este dominio burgués.

La Restauración obedece, pues, a los intereses de la alta clase dirigente formada por terratenientes, banqueros e industriales, una elite social muy restringida.

Para Cánovas, historiador profundamente convencido de las raíces históricas de la Monarquía y de las Cortes y gran admirador del sistema inglés de bipartidismo, el régimen político debería asentarse en cuatro pilares institucionales: Rey, Cortes, Constitución, y turno de partidos.

- Rey. Cánovas constató que a lo largo de los siglos la monarquía era una institución permanente, por lo tanto, indiscutible.

- Cortes. Junto con el monarca las Cortes son la otra institución permanente en la Historia de España.

- Constitución flexible, que posibilitara distintas opciones.

- Turno de Partidos. Siguiendo las lecciones del parlamentarismo inglés, el ideal es la existencia de dos partidos, uno en el poder y otro en la oposición, que se turnarán de forma pacífica en el ejecutivo.

Aunque las bases sociales del régimen de la Restauración fueron en sí muy exiguas, sin embargo la elite dirigente (la vieja nobleza terrateniente, los financieros, los propietarios de las plantaciones coloniales, la burguesía industrial y la comercial, los profesionales urbanos de prestigio, las altas jerarquías de la Iglesia, del ejército y de la administración) logró ganarse el apoyo de las clases medias urbanas, que compartían con la clase alta su deseo de orden social y respetabilidad, al mismo tiempo que sentían temor de ser absorbidas por el proletariado urbano. Todos estos grupos compartían unos intereses y una visión comunes: la defensa del orden social y la propiedad; la monarquía como garantía de estabilidad; la identificación de la república con la anarquía y la subversión; la identificación de la unidad de la patria con el mantenimiento de las colonias.

Las clases populares: obreros y campesinos y algunos grupos de las clases medias, aunque no compartían estos intereses, no van a constituir ninguna oposición, al menos durante la primera fase. Esta desmovilización se debió al cansancio del país tras los anteriores ensayos, a la represión y a la restricción de las libertades.

El funcionamiento del Sistema

El sistema se apoya en un bipartidismo, a imitación del sistema inglés, representado por el partido conservador y el liberal. A pesar de sus distintos nombres, ambos mantienen un consenso en lo fundamental: la monarquía borbónica, la constitución de 1876, la garantía de la propiedad privada, el sistema de explotación económica capitalista y el mantenimiento del estado liberal centralista.

Los partidos del sistema:

El Partido Conservador (Partido Liberal-Conservador), liderado por el propio Cánovas. Heredero de los “moderados” y “unionistas”. Su programa se basaba en la defensa del orden social, de la Monarquía y de la propiedad. Su base social la constituían los sectores aristocráticos, grandes terratenientes y alta burguesía.

El Partido Liberal, heredero del régimen de libertades del sexenio, presidido por el político riojano Práxedes Mateo Sagasta y conocido como Partido Liberal-Fusionista. Se encontraba a la izquierda del conservador. Estaba formado por progresistas, algún unionista, más tarde se adhirieron algunos republicanos. Aunque aceptaron la Constitución moderada, no renunciaron a ir incorporando, paulatinamente, algunas de las conquistas del Sexenio, recogidas en su ideario. Este defendía el sufragio universal masculino, la libertad religiosa, la libertad de cátedra, la libertad de prensa y el librecambismo en economía. Su base social eran, fundamentalmente, comerciantes e industriales.

Estos dos partidos se "turnarían" en el poder (de ahí el nombre de turnismo). A cada mandato de un partido le sucedía un gobierno del otro. De esta forma, aunque se dejaba fuera a las minorías carlista y republicana, se garantizaba una importante estabilidad, que se tradujo en la larga duración del régimen.

El funcionamiento del turno descansaba en dos condiciones pactadas:

- La implicación de la Corona en el sistema político como árbitro entre los partidos. El rey podía decidir cuándo era conveniente sustituir un partido por otro. La capacidad de mediación real aseguraba la estabilidad del régimen liberal, pero impedía la democratización y la expresión de la voluntad popular.

- El falseamiento electoral era el único medio capaz de crear las mayorías parlamentarias necesarias en cada momento. En la práctica el gobierno no dependía de las Cortes, más bien era el gobierno quien fabricaba las Cortes.

El sistema del turno seguía estos pasos:

1º.- Cuando el partido en el poder sufría una crisis, el rey llamaba a gobernar al otro partido, nombrando a su líder Presidente de gobierno. El nuevo presidente elegía a sus ministros. En ese primer momento el nuevo gobierno disponía

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