ENSAYO EL LIBRO DE LOS MUERTOS
Enviado por klimbo3445 • 29 de Noviembre de 2017 • 1.407 Palabras (6 Páginas) • 1.493 Visitas
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quien tuvo que esconderse hasta que creciera para enfrentarse a Seth en donde Horus gana y le es otorgado el reino de los muertos
LOS RITOS FUNERARIOS
Los egipcios creían en la vida después de la muerte, el difunto era enterrado en posición fetal acompañado, de ofrendas. Pero con el tiempo los nobles accedieron a este hasta que cualquier persona podía disfrutar del Más Allá.
El dios Anubis era el encargado del embalsamamiento y guardián de las necrópolis, guiaba el alma del difunto en el Más Allá y vigilaba la oscilación de la balanza durante el juicio del Alma.
La finalidad de la momificación era la conservación del cuerpo, se creía que, aún continuaba viviendo el ka o entidad espiritual tipo alma. En un principio sólo se retiraban las vísceras pero con el tiempo se llegó a retirar los elementos que se descomponían. Después del embalsamamiento, era cubierta con una máscara realizada con cartón u oro y lapislázuli, según el personaje. Esta máscara aumentó de tamaño hasta ser una plancha que cubría todo el cuerpo. Los amigos y familiares recogían el cadáver y se reunían en la casa del difunto, donde lloraban, gritaban y esparcían cenizas sobre ellas mismas, tras el lamento a voces, un cortejo lo transportaba junto con su ajuar funerario hasta la orilla occidental del Nilo, morada de los muertos.
La sepultura: El muerto envuelto en pieles y con algunos enseres funerarios, era depositado directamente sobre la tierra. Pronto evolucionaron a las mastabas. Estos tenían forma de pirámide truncada con un Pozo, al fondo estaba la cámara sepulcral. Al nivel de la tierra se colocaba la estatua del muerto, una capilla que contenía un pequeño compartimiento. En el Reino Antiguo aparecen las primeras pirámides estaba compuesta por una sucesión de mastabas superpuestas donde la cámara también se encontraba en el subsuelo. En la IV dinastía, la pirámide alcanza su forma más perfecta, eran un complejo laberinto de escaleras, pasillos, cámaras y falsos corredores.
En el Imperio Nuevo, los faraones egipcios se decantaron por los hipogeos excavados en un apartado valle, abierto entre las montañas tebanas. Conocido como sekhet aat, la gran pradera, Dominando el Valle, el-Kurn, con su forma de pirámide, velaba por las sepulturas reales. Allí vivía la diosa del silencio, quien sometía a una dura prueba a los artesanos encargados de construir las tumbas.
EL LIBRO DE LOS MUERTOS
Los egipcios desarrollaron una gran y variada literatura funeraria. Su finalidad era plasmar lo necesarios para neutralizar los peligros que pudieran surgirle al muerto en la vida de ultratumba. Con estas inscripciones grabadas por siempre sobra la piedra se pretendía asegurar al difunto su paso al Más Allá.
Desde el Primer Periodo Intermedio y hasta el Reino Medio los sacerdotes recopilaron las repetidas fórmulas tanto de los Textos de las Pirámides como de los Sarcófagos para compilar un nuevo conjunto de textos, con algunos añadidos nuevos, a los que se les llamaría en unidad el Libro de los Muertos.
El libro puede dividirse en cuatro secciones. El primer apartado se inicia con un rezo a los dioses del Más Allá, la segunda sección comienza con la regeneración del difunto para lograr así compararse con Re,
Los siguientes capítulos que conforman este tercer apartado se centran en el difunto y en su capacidad para tomar los diferentes aspectos de Re. La sección termina con los capítulos que abarcan el Juicio del Alma ante Osiris. Tras salir airoso del juicio, el difunto logra identificarse con Osiris. Este último apartado narra su posterior glorificación y examen, en el cual deberá demostrar que conoce desde los nombres de todos los dioses hasta las veintiuna puertas de la casa de Osiris en el Campo de las Juncias. La calidad y el número de fórmulas se imponían por su estatus social y económico.
EL MAS ALLÁ
El Más Allá era un lugar bien organizado en cuanto a la topografía y a sus componentes religiosos donde si durante tu vida terrenal habías sido “bueno” tu recompensa era el paraíso, representaba un lugar donde gozar y disfrutar de todas las maravillas habidas y por haber. Si por el contrario, habías hecho malas tu castigo era la negativa de una vida en el Más Allá que se presentaba como un lugar horrible y tétrico en el que sufrirían un duro
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