Ejercito Zapatista de Liberacion Nacional.

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Se puede decir que las primeras fases del indigenismo en México buscaban una etnofagia que se puede definir de la siguiente manera:

“La etnofagia expresa el proceso global mediante el cual la cultura de la dominación busca engullir o devorar a las múltiples culturas populares, principalmente en virtud de la fuerza de gravitación que los patrones “nacionales” ejercen sobre las comunidades étnicas”. No se busca la destrucción mediante la negación absoluta o el ataque violento de las otras identidades, sino su disolución gradual mediante la atracción, la seducción y la transformación. Por tanto, la nueva política es cada vez menos la suma de las acciones persecutorias y de los ataques directos a la diferencia y cada vez más el conjunto de los imanes socioculturales y económicos desplegados para atraer, desarticular y disolver a los grupos diferentes. [5]

Algunas de las acciones del indigenismo fueron catalogadas como colonialismo interno, pues las diversas prácticas eran etnocéntricas, ya que imponía una administración en sus leyes, y su libertad jurídico-política era muy limitada[6], por lo cual de igual manera se hacia la analogía de que dichos pueblos indígenas eran tratados como menores de edad.

Colonialismo interno

Las políticas del estado mexicano fueron cambiando paulatinamente, pues diversos grupos indígenas del todo el país ganaban más influencia y se lograron diversas cosas que si bien son muy representativos la luchas aún siguen latentemente, el mayor logro fue el tratado 169 de la Organización Internacional del Trabajo [7] en donde se establecen lineamientos para un mayor desarrollo de los pueblos indígenas.

Ya para el año de 1990 diversos grupos indígenas comenzaron a institucionalizarse, los cuales a través de manifestaciones se dieron a conocer como una fuerza movilizadora, que formo varios consejos y asambleas, como la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA) que presionaban a los grupos políticos hegemónicos a realizar cambios sustanciales como reformas a artículos constitucionales específicos (53°, 73° y 115°).[8]

Para el año de 1994 con el levantamiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZNL), los movimientos se encontraban plenamente representados , así como también por parte de las organizaciones civiles indígenas que le prestaban su apoyo, dicho apoyo era también mostrado por parte de la población en general, pues el EZLN se convirtió en un movimiento que utilizo un discurso etno-nacionalista y luchaba no solo por la autonomía de los pueblos indígenas, sino que también lo hacían por la autonomía y democracia nacional.[9]

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