El cuarto viaje de Cristóbal Colón

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Salida de Colón, niegan la entrada al puerto de Santo Domingo

El 25 de mayo de 1502 Cristóbal Colón salió de Cádiz con su pequeña flota, el 15 junio llega a la Martinica para abastecerse de leña y agua, es decir Colón había realizado su paso más rápido por el océano, seguidamente, haciendo caso omiso a las instrucciones reales el 25 de junio se encontraba frente Santo Domingo excusándose que una de sus embarcaciones navegaba muy mal y tenía el plan de cambiarla o repararla en Santo Domingo, pero se le negó el paso contundentemente; también Colón sabía que un ciclón estaba próximo y mandó a uno de sus capitanes que le informara al gobernador Ovando de este evento, pero el gobernador no hizo ningún caso a esta advertencia y mando a su magnífica flota de regreso a España (Irving, 1854).

Más allá de La Española murieron más de 500 hombres del gobernador, La flotilla de Colón se encontraba a salvo gracias a las acciones tomadas por él mismo (Sibaja, 2006). Permaneció en puerto Hermoso reparando sus buques y descansando después de la tormenta. Apenas partió de puerto Hermoso, se encontró nuevamente con mal tiempo y se refugió en Jaquemel o Puerto Brasil, de allí salió el 14 de julio ya con buen tiempo y los vientos favorables lo llevaron a unas islas al sur de Cuba (Irving, 1854).

La costa de Honduras.

Tomó rumbo al sur-oeste en busca de tierras nunca antes vistas, donde llego a una isla que llamó Guanaga al sur de la costa de Honduras. Aquí se encontró con un grupo de indios que le aconsejaron visitara unas maravillosas tierras al occidente (actualmente México) pero las ganas del almirante en encontrar el estrecho hicieron que desechara este consejo, entonces siguió con rumbo hacia el oriente y llegó a cabo de Honduras el 14 de agosto. El 17 de agosto se hizo de una tierra que nombro Rio de la Posesión, finalmente llega a la costa de Honduras tras vencer vientos fuertes y adversas corrientes (Irving, 1854).

En este puto la condición de Colón se había deteriorado aún más, gracias a las decepciones morales y físicas como en Santo Domingo y el empeoramiento de su gota; el almirante mando a construir un camarote en la popa para vigilar el curso de la nave desde cama. Sus ánimos también se veían deteriorados y se arrepentía de haber llevado consigo a su hijo a padecer tantos peligros (Vargas, 2011).

Después de dejar cabo de Honduras y de Cuarenta días de padecimiento, llega el 14 de septiembre a un cabo que nombro Gracias a Dios, este nombre le dio puesto que en el podían doblar hacia el sur y tomar prospero viento (Irving, 1854).

Viaje por la Costa de Mosquitos.

Colón llegó a las cotas de los Mosquitos y el 16 de septiembre anclo su flotilla en un rio para reabastecerse de leña y agua, al volver a las naves el mar había crecido y un bote pereció con todos sus tripulantes a bordo por la corriente del rio, lo que desanimo aún más a la tripulación. El rio se bautizó como rio del Desastre (Irving, 1854).

Continuaron su viaje bordeando las costas hasta el punto que su gente y naves ya no podía seguir, entonces el 25 de septiembre anclaron en una tierra que llamo La Huerta por su gran variedad de frutas y vegetación, en donde se recuperaron; más adelante vieron una hermosa tierra llamada Cariari, en donde los indios al ver la presencia de los españoles se armaron con flechas en las costas. El almirante no se acercó a esas tierra por unos días y permaneció en sus naves reparándolas, pero después los indios cedieron y dejaron el libre paso a los españoles, aquí Colon recluto unos indios como guías (Pellicer, n/d).

Viaje por Costa Rica.

El 5 octubre partieron de Cariari y Colón tomo el derrotero de lo que hoy se llama Costa Rica y llegaron a una bahía llamada Caribaro, donde el oro puro era muy abundante y los nativos lo cambiaban por cosas como cascabeles de los españoles; los tripulantes estaban muy contentos de haber llegado a estas tierras, pero Colón se apresuró en seguir el camino en busca del imaginario paso. El 17 de octubre salió de la Bahía y comenzó a costar Veragua. Llegaron a un rio llamado Guaig por el hijo de Colón, donde les esperaban varios indios armados, pero de la misma manera se apaciguaron y permitieron el intercambio con los españoles (Sibaja, 2006).

Siguiendo la costa llegaron a otro rio donde se repitió la misma historia. Y Colón decidió dejar de explorar las ricas costas de Veragua y seguir adelante en su búsqueda del estrecho (Batista, 1992).

Colón abandona la búsqueda del estrecho.

El 2 de noviembre llega Colón a un espacioso puerto que llamó Puerto-Belo, llegaron indios de todas partes con presentes. El 9 de noviembre salió de Puerto-Belo y llegó al Cabo Nombre de Dios, el mal tiempo obligó al almirante refugiarse en el puerto del Retrete, le puso este nombre porque era muy pequeño y estrecho. Aquí la proximidad de las orillas permitía a los tripulantes bajar en las noches sin permiso, los mismos que abusaron de la hospitalidad de los indios y comenzaron los derramamientos de sangre por ambas partes. Los indios decidieron atacar las embarcaciones y Colón mando a disparar dos veces, lo que fue suficiente para disipar a los nativos (Irving, 1854).

Los fuertes vientos y mal tiempo desanimaron a los tripulantes y murmuraban contra la continuación del viaje, e incluso pensaban que haba algún encanto en contra de su propósito, esto se hacía más fuerte cuando recordaban las ricas costas de Veragua que dejaron atrás para ir en busca de un paso imaginario (Branding, n/d).

El mismo Colón empezó a dudar del éxito de si viaje, puesto que se encontraba en el punto donde terminó el viaje de exploración por la parte contraria. Entonces determinó regresar a las costas de Veragua para hacerse de las minas de oro de ese lugar y llegar con algo a España (Irving, 1854).

Conclusiones

El objetivo primordial de Colón fue siempre encontrar un paso marítimo en el Darién y acallar las calumnias de sus enemigos para reivindicar su posición.

Los intereses nobles del almirante fueron superiores a los intereses mercenarios, que le hicieron despreciar la riqueza y comodidad de Veragua.

Fueron muchos los obstáculos que les presentaron, desde su pequeña flota, poco presupuesto, la negación del paso en Santo Domingo (tierra que el mismo descubrió) y finalmente su condición física.

Se abandonó