El laberinto de la soledad ensayo.

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El adolescente al crecer puede lograr encontrar su identidad o seguir como ha vivido hasta ahora, en lo segundo lo vemos con lo miles de adultos que no “maduran” y prefieren ir por la vida a dónde los lleve la corriente pues es más sencillos así, aunque en realidad es porque sienten que no encajan en nada, por otra parte los que logran por fin identificarse con su nación, con la idea de ser mexicano crecen creyendo una realidad sin cuestionarla, lo que llamamos la historia oficial, México sufre el mismo proceso, de niño es decir durante la conquista y colonia no sabía a que mundo pertenecía, su forma de vivir, sus ideas, sus dioses habían desaparecido y llegan estos nuevos señores con sus nueva religión y pequeño México (que en realidad aún no lo era) al sentirse tan descobijado vio en esa nueva vida una salvación, abrazó toda esa ideología con tal de no sentirse excluido y comenzó su adolescencia en la cual creció pero aún se cuestionaba si lo que era en ese momento era su verdadera identidad, cuestionaba todo pero a la vez lo aceptaba por miedo a ser dejado de lado, a ser excluido, como cualquier joven que acepta cualquier cosa que le digan los miembros de cierto grupo con la finalidad de que lo acepten; México crecía y se desarrollaba pero sentía algo incompleto y fue cuando tomó la decisión de cambiar, la independencia inicio.

México llego a la etapa adulta (adulta joven para ser más preciso según mi punto de vista), pero se sigue sintiendo solo, incompleto, por eso la historia comenzó a escribirse tal y como la conocemos, se crearon héroes y villanos se nos dijo que la historia fue de una forma y nada más para tratar de llenar ese vacío, pero llegamos a una nueva etapa de cambio dónde todo vuelve a cuestionarse y la historia oficial se enfrente con la historia real, la sociedad nos dice que debemos de estar orgullosos de ser mexicanos simplemente por el hecho de serlos pero en vez de enseñarnos a como ser mexicanos para el mañana se nos sigue diciendo que los mexicanos del ayer incluso aquellos que aún no lo eran (la conquista) son y seguirán siendo el México de hoy, y no es malo sentirse orgullosos del pasado de hecho si así lo fuera esto sería un país ya bastante maduro pero lo que se nos dice una y otra vez de nuestro pasado es que somos unos seres siempre en sufrimiento y que es en el dolor y la compasión en dónde surgimos; se nos dice que los españoles nos arrebataron todo y con sangre salimos adelante, en la independencia más allá del valor de las personas que se levantaron se habla más del dolor de un pueblo oprimido que logró salir adelante a pesar de eso, el mexicano es criado así pero hacia el exterior trata de ocultarlo, por eso nos cerramos no queremos que de afuera nos conozcan cómo somos y mostramos otro rostro, él rostro que queremos que todos conozcan como el de México pero que no forma parte de nuestra vida en realidad.

Como un país aún muy joven comparado ante otras metrópolis nos gusta imitar al hermano mayor, añoramos ser cómo los grandes (Estados Unidos, Europa) pero tampoco los aceptamos en su totalidad; el mexicano siempre será mexicano pero al ir al extranjero dejamos de serlo, primero porque nosotros mismos tomamos como enemigos, como traidores a los que prefieren irse lejos de su patria, la palabra favorita es “malinchistas”, pero por dentro todos quisiéramos ser esos “malinchistas”, se desprenden aunque no quieran de su mexicanidad, adquieren otras costumbres y sólo añoran su tierra pero la miran con recelo. Los pachucos son un ejemplo claro se van en busca de una mejor vida porque la vida en México no es “digna”; el pachuco es la representación del extremo mexicano, son todo y a la vez no son nada, profesan un arraigo mexicano pero no se sienten orgullosos de serlo, es más para ellos son algo distante a un mexicano, una sociedad distinta pero al final son mexicanos, y aunque viven en Estados Unidos tampoco aceptan ser de ahí aunque si desea fundirse en la vida de ser estadounidense, él ya no quiere volver a ser mexicano, ya no es de aquí ni es de allá es un cúmulo de contradicción pero se sienta orgulloso de su propia sociedad y aunque no lo digan también de poder ingresar a la sociedad norteamericana. Sin identidad pero lleno de tanto color una cultura muy compleja, pero ¿dónde hemos oído eso antes?, claro así es el mexicano.

Máscaras mexicanas

Crecemos en una sociedad que ya sea inconsciente o muy conscientemente nos enseña a volvernos solitarios, encerrarnos en nosotros mismos pero a la vez debemos afrontar al mundo, pero cómo hacemos para encarar el día a día si nos avergüenza quienes somos o peor aún no sabemos quiénes somos en realidad; México es una país de mil máscaras y colores, esta es una alegoría a nuestra gran diversidad cultural pero también es un claro espejo de cómo somos socialmente, principalmente para mostrar una imagen al exterior (ya sea al extranjero o personas no tan allegadas a nosotros), las máscaras son metafóricas y las usamos todo el tiempo, Paz dice ““el mexicano no quiere ser ni indio ni español y por eso se vuelve hijo de la nada…”, es ahí dónde surge nuestra falta de identidad y para compensar eso creamos máscaras que nos protegen, nos esconden, porque tenemos miedo a abrirnos; La malinche es la representación de la nada y de la chingada, palabra favorita de nuestro lenguaje, pero esto es parte inconsciente y profunda de nuestro ser, si somos hijos de la nada somos hijos de la chingada la cual es la malinche, la que nos traicionó, la que se dejó usar, la que fue chingada o “rajada”, la madre violada como lo plantea en el texto, de alguna forma esto representa al perdedor y al no querer que nos vean como lo mismo preferimos no ser nada.

El machismo es una de esas máscaras, el macho es fuerte, no se deja ante nada y sobre todo es un “chingón” es decir, el macho chinga pero jamás es chingado, si el hombre se llega a abrir es un signo de debilidad y eso no lo podemos permitir por eso usamos esas barreras, esas máscaras que evitan que esa debilidad sea expuesta. Al hombre mexicano no se le permite abrirse como lo hizo la malinche pues eso representa traición, la traición es a nivel sociedad pues no puede ser que un macho externe sus sentimientos; cuando alguien se abre o se muestra débil es tratado como inferior, en muchos de los casos es acusado de “nenita”, es a la mujer a la que siempre se le carga la vulnerabilidad, sólo ellas pueden permitirse sentir pero a su vez son ellas la que deben cuidar el recato, la mujer es la estabilidad.

El hombre jamás se mostrará expuesto pero para eso está la mujer, para ser la sufrida y el hombre esconde su vergüenza en la mujer; a la mujeres se le culpa y se le da el papel