El presente informe tiene por finalidad exponer, de manera clara, una muy buena parte de los paralelos existentes entre el ideal iniciático
Enviado por klimbo3445 • 26 de Junio de 2018 • 3.167 Palabras (13 Páginas) • 639 Visitas
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Luego de esta larga introducción al tema, nos iremos de lleno al ritual de iniciación, que nuestros hermanos del Medioevo llevaron a cabo, viendo cómo se relacionan íntima y místicamente a la vida de un Caballero de la Edad Media, que aparte del romanticismo, las luchas por el bien, la protección al más débil, el reconocimiento de la gente, entre otras, son igualmente los principios que un iniciado debe observar estrictamente, tanto a nivel físico como espiritual, entendiendo que muchas de la antiguas leyendas medievales son alegorías de procesos internos del ser humano que está adquiriendo una elevación espiritual. ¿No es extraño que los caballeros lucharan contra dragones para obtener un tesoro o una llave que descubra el más grande de los tesoros?, o que sólo uno de los caballeros de la mesa redonda, el valiente y constante buscador de la verdad, Galahad, haya sido el único dentro de todos los otros valientes caballeros que pudo ser digno de ver el Santo Grial en el castillo del Rey Pescador, ¿pasando sobre el gran Arturo incluso?
Se siembra la duda para que el buscador encuentre sus guías, utilizando su intuición, y que luego de demostrar la entrega y el sacrificio requerido, sea digno de ser puesto a las puertas de lo real, para que él sólo sea capaz de atravesar el umbral y encuentre su camino, con las herramientas necesarias en su mochila para este interminable camino.
3.- El ideal iniciático y la Caballería:
La iniciación tiene por propósito formar pensadores independientes, deseosos de llegar por su propio esfuerzo a discernir la verdad. Cuestionando cómo explicar los enigmas que nos afectan constantemente en nuestra vida, viéndose obligado a combatir todos los monstruos de nuestra imaginación, como en las novelas caballerescas, para finalmente llegar donde brota la luz (Oriente para muchas órdenes iniciáticas). Una vez acá, entendiendo muy poco de lo que pasa, retorna a Occidente, siguiendo la ruta del mediodía; esta vez encuentra el camino con menos obstáculos, pero al llegar a Occidente cuestiona muchas de las cosas, encuentra su lado contemplativo, irritándose fácilmente, por lo que lleno de dudas, emprende camino nuevamente. Esta vez el camino es menos áspero, y su convicción mayor, y aún cuando deba atravesar llanuras llenas de peligros, cruzar ríos de impetuosa corriente, explorar desiertos abrasadores y sondear abismos volcánicos, sabe que su objetivo es que la venda de su ignorancia vaya adelgazándose para caer por fin de sus ojos cuando termina su purificación mental.
A esto, una decepcionante noticia: al ir avanzando en este periplo, y llegar a la verdad, se comprende que no sabe nada. Conociendo que somos parte de un gran destino, que se rige por las leyes de Dios y que se puede intentar conocer mediante el estudio de los principios herméticos, en el que si bien es cierto existe el libre albedrío, también es cierto que somos parte de un plan divino superior que tiene bien establecido nuestro papel en la tierra; y quien llega a descifrar su camino, debe pedir luz para cumplir su tarea, rechazando toda curiosidad indiscreta, trabajando arduamente, porque trabajar es vivir, y esto es lo primordial, aprender a vivir, practicar el “Arte de Vivir”. He aquí el objetivo de la iniciación.
4.- Obligaciones del iniciado Caballero:
Al animal le basta dejarse vivir y obedecer los impulsos de su naturaleza. Mismo estado de ignorancia de los niños antes del despertar de su conciencia que le permitirá discernir entre el bien y el mal; pero con el discernimiento viene la responsabilidad, y de esta, los deberes. Quien más comprende, está obligado a conducirse de diferente forma, dejando atrás todos los impulsos del cuerpo, y entregando su vida a Dios y al Plan Divino, como nuestros Hermanos Monjes-Guerreros, y esto, mis muy Queridos Hermanos, es lo que nos diferencia de los animales, la comprensión mayor, lo que por añadiría significa dejar atrás nuestros egos, para empezar nosotros a entregar, a ser solidarios y actuar por el bien de la humanidad.
De dicha comprensión se desprende el practicar el estilo de vida del caballero medieval, cumpliendo con obligaciones morales menos indispensables para el común de los mortales, actuando irreprochablemente, logrando la estima de los conciudadanos, viviendo en armonía, observando escrupulosamente las leyes que regulan la vida en sociedad, utilizando nuestro sentido común e intuición, que está en nuestro interior y que sacará a flote nuestra iniciación.
Pero, la iniciación sólo iluminará a quien quiera trabajar. Siendo este neófito quien deba demostrarlo celosa y constantemente; y nada recibirá quien no tenga derecho a ello, observando la DISCRECION y la lealtad, ya que dentro de las aulas (las antiguas filas templarias) no existe limitación de temas de debate, pero que muchas veces pueden ser tildadas de heréticas para el vulgo que aún está a favor de las incineraciones de los considerados brujos. ¿Acaso la Biblia, el libro de Dios acerca de los hombres, no dice más de una vez, que no debemos darle perlas a los cerdos? Créanme hermanos, la sabiduría se representa por las perlas que irán recolectando en un camino no libre de dificultades de magnitudes dantescas.
La iniciación verdadera no busca deslumbrar a la gente con un brillo ficticio; es austera y nadie la puede lograr sin antes haberla buscado en la pureza de su corazón. Debemos desanimalizar la criatura consiente para hacerla divina. Por lo tanto, lo menos que se puede exigir del Neófito templario es que justifique sus medios de existencia, observando la lealtad de sus relaciones y no admitiendo burlas hacia el prójimo, ni que trate a la ligera unas promesas hechas bajo el imperio de la pasión. Deberá sufrir honrada y estoicamente las consecuencias de sus actos sin esquivar cobardemente sus resultados. Sólo así conquistará la simpatía de los iniciados y merecerá su ayuda para sortear las dificultades.
Es importante tener la firme VOLUNTAD de ser útil, desarrollar vuestra propia energía para invertirla en el bien de todos, ser sinceros con ustedes mismos en el deseo de sacrificio y sólo así tendrán derecho a que los guías que aguardan en el umbral sagrado, vengan a dirigir a los legítimos imperantes.
Tengan confianza y sean dóciles, fortalezcan la sinceridad que impone el respeto, ya que nuestra actitud interna atrae a los maestros, y acuden a la llamada inconsciente del postulante dispuesto a soportar las cargas que trae la iniciación.
Otra cosa, no puedes iniciarte leyendo, la iniciación es esencialmente operante, requiere gente de acción y no curiosos, por eso somos los Caballeros Templarios.
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