Fantasias de Juan Bimba

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Asimismo apunta que también: “La identidad colectiva es una construcción ideológica que tiene por función crear un ser general común para consolidar los lazos de confianza y solidaridad a fin de lograr una mayor cohesión social. Es un sistema de significaciones, representaciones y sensibilidades compartidas. Ese cuerpo de gestos, ideas y emociones. Toma forma a partir de arquetipos, mitos, estereotipos, creencias, que anudan el sentido de pertenencia” (p.183)

Luego de haber aclarado la identidad, el autor comienza a hablar sobre la pertenencia a una sociedad, a un medio y enfrentar aquello que ese contorno es, por esto Capriles insiste en la pertenencia a un lugar y a un tiempo existente. Por ello en su libro cita al lúcido ensayista mexicano Carlos Monsivais (1932-2010) que menciona que: “pertenencia” es “la huella que deja la experiencia compartida de un mismo patrimonio cultural, como es, en las sociedades latinoamericanas, un amplio espectro que va desde el idioma hasta el culto a los héroes de la independencia o la religiones sincréticas, es ello lo que nos unifica y nos distingue de otros” (p.22) asimismo esto se ve reflejado en:

“América Latina, en las discusiones más sugerentes sobre el ser que pensamos que somos han surgido de la literatura y de la meditación histórica y se han expresado, principalmente, en forma de ensayo. Cada una tiene sus voces e intelectuales dominantes y sus obras referenciales, pero por encima de las fronteras nacionales, la idea de América reúne un número de argumentos e interpretaciones que tienen significación y validez desde el río Grande hasta la Patagonia”(p.27).

Cita ejemplos como: El espejo enterrado de Carlos Fuentes(1928) y El laberinto de soledad(1950) de Octavio Paz(1914-1998),que expone el autor que marcaron profundamente la visión que tenían los mexicanos de sí mismos, y mucho más que eso ayudaron a responder la interrogantes de muchas personas con nacionalidad peruana y colombiana.

Así, más que la identidad se debe poner por delante, la autoestima y el autoconcepto, los cuales según Axel se “fundamentan en categorías centrales de los grupos de pertenencia. Nos evaluamos y representamos a nosotros mismos a partir de los rasgos compartidos con los prototipos que tipifican a los grupos significativos y nos distinguen a los demás” (p.23). Es por ello que “casi todas las sociedades han sido en algún momento de su historia etnocéntricas”(p.23)

Así gran parte de la idea que, hasta ahora, se había tenido de la identidad nacional radica en un conjunto de caracterizaciones de rasgos fijos, de memorias y narrativas históricas, de consideraciones geográficas o de hechos biológicos, y no en la conciencia de formar parte activa de una comunidad que tiene que resolver conjuntamente problemas actuales, tomar decisiones y llevar a cabo determinadas acciones para construir la ciudadanía y país.

Luego de que Axel Capriles consigue demostrar sus elementos teóricos pasa a la realidad venezolana, partiendo de algunos de los problemas y complejidades de la vida venezolana contemporánea a partir del análisis, mitos y leyendas históricas que pertenecen a la psicología colectiva y que tienen tiene un lugar destacado en la rama política, económica y social de una nación. Es en ellos en donde residen “las formas de pensarnos e imaginarnos” (p.39)

Los hechos centrales de su exploración son:

El mito El Dorado: hay muchas versiones sobre esta leyenda, pero lo único cierto es que fue visto como un lugar abundante en oro, y por esto mismo logro atraer la atención de muchos exploradores y colonizadores. Por ello se organizaron muchas expediciones en búsqueda de la denominada Ciudad de Oro. Pero en consecuencia todos estos intentos fueron fallidos, paso el tiempo y nunca se encontró tal ciudad, pero este mito pudo transcender las barreras del tiempo, el oro se convirtió el petróleo.

Gracias a este mito se llegó al modelo de pensar que tienen los venezolanos, es decir, se llegó al modelo mental de la abundancia. Sin embargo este modelo tuvo su contraparte llamada escasez. Por ende Capriles considera que:

“La prodigalidad y fecundidad del territorio, la abundancia y diversidad de recursos naturales son, sin duda, un valioso capital y una ventaja para los pueblos que tienen suerte de contar con ellos. Pero la riqueza natural unida a una psicología colectiva de abundancia se trastoca contradictoriamente en pobreza’’. (p.82)

Asimismo, se debe tener en cuenta que el petróleo es la fuente de riqueza y el Estado es quien maneja los ingresos obtenidos por este.

También menciona el mito de Kanaima, que no es más que “un ser misterioso, el maligno, oscura y quimérica personificación del mal y la venganza que acecha a los indios escondido en el matorral, el espectro que causa fiebre, las convulsiones e infunde la muerte entre sus enemigos. Puede ser un hombre decidido a vengar la muerte de un familiar o miembro de su tribu, un brujo o un chamán que toma la forma de distintos animales para castigar a alguien causal de muerte.’’ (p.127)

Es importante resaltar que Capriles dice que “el espíritu de Kanaima se ha mantenido a lo largo de la historia, se hizo presente en el Decreto de Guerra a Muerte de Simón Bolívar y también en los caudillos de la época, evidenciándose por un discurso marcado de exclusión, resentimiento y venganza hacia el español”. Y así a partir de la guerra de independencia y de los reclamos populares, se instaló una nueva mentalidad como resultado de identidad. Sin embargo esto no perduro mucho, ya que llego la denominada Revolución Bolivariana, en donde el discurso de odio y resentimiento dijo presente de nuevo en la historia. Por ello se hace evidente que también este mito se mantuvo en la mentalidad del venezolano.

También se tiene el mito de María Lionza que Capriles la define como: “la madre, reina o diosa principal del culto que lleva su nombre. Es una divinidad del bosque, una diosa protectora de la naturaleza, dueña de los animales salvajes, de las plantas, los lagos, ríos, las cascadas, montañas y minerales. De esta manera, a María Lionza por sus múltiples atributos se le asigna el arquetipo de la gran madre.

Por ende acá es donde entra la parte religiosa de los venezolanos, ya que ellos recurren al pensamiento mágico, con la finalidad de poder sobrepasar las adversidades que se les presentan en su vida, así es donde se da un claro ejemplo en donde el venezolano prefiere recurrir a cualquier otro ente que le resuelva sus problemas que tratar de resolverlo por si mismo.

Gracias estos hechos