Grecia bajo el concepto de lo "Clasico"
Enviado por Helena • 24 de Octubre de 2018 • 3.055 Palabras (13 Páginas) • 279 Visitas
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LA ACÓPOLIS (imagen 3)
En cuanto a lo religioso la ciudad de Atenas implicaba la presencia de los dioses pero no se subordinaba a ellos, su carácter era esencialmente humano. Los dioses no eran los dueños de la ciudad sino sus patronos y como tales se les adjudicaba un lote en el tejido urbano. Los centros religiosos no fueron los determinantes de la morfología urbana, la localización de los sitios sagrados respondían a fenómenos espontáneos, a como era la topografía del lugar. Los santuarios se encuadraban en el tejido urbano sin desempeñar un papel privilegiado, los dioses recibían, al igual que los hombres, su lote en donde eran levantadas sus residencias. Y más aún, los dioses recibían menos espacio que los centros administrativos o políticos.
Las funciones religiosas se concentraban en sitios elevados, donde antes en los orígenes de las ciudades se encontraba la ciudadela. La preferencia por estos lugares elevados para situar las funciones religiosas, respondía a la intención de que se pudieran ver las siluetas de los edificios sacros recortados contra el cielo, desde cualquier punto de la ciudad y desde cualquier punto del valle. Estos lugares surgieron por cuestiones defensivas ante sucesivos ataques y con el tiempo se transformaron en lugares sagrados exclusivamente dedicados a los dioses.
Los territorios sagrados eran accesibles a cualquier ciudadano (no así los templos), dentro de ellos lo que se excluía era la residencia pero no la presencia humana. Tampoco eran los únicos lugares dedicados a las actividades religiosas, las cuales podían realizarse en cualquier espacio público de la polis. La acrópolis constituía otro de los espacios protagonistas en la actividad social de la polis, la actividad religiosa en la polis siempre se dio separada de otras actividades como el comercio y las funciones cívicas.
En Atenas las profundas irregularidades del terreno de la acrópolis fueron explotadas al máximo, logrando una resultante edilicia cambiante a medida que se va el tiempo iba transitando. No había ejes de simetría ni fachadas preconcebidas como tales, la arquitectura fluía ofreciendo sorpresas, transiciones, movimiento permanente.
En los santuarios en general se encontraban los siguientes elementos característicos: el ingreso marcado por los propileos, un recorrido (que podía variar en formas y dimensiones) hasta llegar a un altar, al lado del cual se encontraba un templo dedicado al dios o diosa protectora de la ciudad. Otros elementos comunes de la acrópolis eran los tesoros, las stoas y las esculturas, constituyendo otros lugares de carácter simbólico. Sus límites estaban concretizados mediante mojones y muros de piedra bola.
- Propileos: marcaban el ingreso y a la vez que actúan como elementos de transición espacial entre el exterior y el interior sagrado.
- Recorrido: Los ritos eran multitudinarios y se realizaban a cielo abierto a manera de procesión, el altar y el templo eran hitos que señalaban el fin del recorrido.
- Altar: piedra elevada en donde se efectuaba el sacrificio, junto al templo eran los elementos más importantes de la acrópolis. En él confluían las procesiones, luego de las cuales se realizaban los sacrificios al dios protector de la ciudad; al lado del altar se localizaba el templo.
- Templo: era el edificio encargado de albergar la imagen del dios (escultura) y servir de depósito para los tesoros. El templo cumplía una función principal de custodia, de estuche de la imagen del dios y una segunda función de depósito de ofrendas. Las dimensiones del templo no respondían a actividades humanas, sino al tamaño de la estatua a albergar. No estaba previsto para ser habitado, visitado o recorrido interiormente; no se desarrollan dentro de él actividades humanas importantes. Es decir que el templo estaba pensado para ser admirado desde el exterior, ya que su interior es sagrado e inaccesible.
Así como el ágora fue el corazón vital de la ciudad, la acrópolis sintetiza la tradición y la religiosidad, convirtiéndose ambos en los elementos urbanos más importantes de la cultura griega.
Uno de los edificios más importantes de la acrópolis de Atenas fue el Partenón (imagen 4), el cual irrumpió como un acto de modernidad y definió en adelante el cannon clásico. El octaliso permitía, sin romper la fórmula B=2A+1, una estructura más esbelta unas nuevas proporciones con mayores sutilezas. La obsesión por las figuras geométricas perfectas y las deformaciones percibidas por el ojo humano llevaron a un gran esfuerzo para corregir estos defectos por medios de curvaturas y la variación de anchos de columna e intercolumnios.
EL TEATRO (imagen 5)
En Grecia la democracia y el teatro se desarrollaron de manera simbiótica; la democracia transformando el sistema socio-político aristocrático de la Grecia Arcaica, y el teatro haciendo lo propio con la representación de la tradición funeraria y los rituales mistéricos, definiendo ambos, a la Grecia del siglo VI a.C, estos cambios tuvieron sus protagonistas, especialmente en Atenas. Las reformas políticas de Sólon y Clístenes durante el siglo VI incidieron en la mentalidad de gran parte de los atenienses. Los dos políticos optaron por abordar los problemas de la polis abandonando el teísmo como fundamento para explicar los males que aquejaban a la ciudad para imitar a los primeros filósofos griegos jonios, con Tales de Mileto como iniciador, que habían logrado dar explicación a ciertos fenómenos naturales desde una posición física evitando caer en el mito y la superstición. Esta nueva visión de la naturaleza, propia de la primera filosofía griega, tuvo su eco en lo ético y político, siendo especialmente Solón quién, ante las adversidades que padecía su pueblo, dejó de culpar a los dioses y responsabilizó a los propios ciudadanos de la polis por los errores cometidos, en este nuevo contexto sociocultural aparece el teatro, que rápidamente, para los dirigentes de distintas polis y, en especial, Atenas, se convierte en algo más que un simple modo de entretenimiento y ritual. El teatro adquiere tintes pedagógicos buscando educar a la ciudadanía en el nuevo paradigma socio-político, además de enorgullecer al ciudadano griego por su modo de gobierno ante las críticas de fuerzas extranjeras como los persas. Es en la época de la Grecia Clásica, y en concreto en el tiempo del mandato de Pericles, cuando el Teatro cobra una gran importancia para difundir valores democráticos esenciales como la isonomía, igualdad ante la ley; y parresia (libertad de expresión).
CONCLUSIÓN
La
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