HAY QUE PENETRAR EN LA ESTRATEGIA DEL RIVAL

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CAPÍTULO 4: CÓMO RESOLVER EL DILEMA DE LOS PRESOS

Quienes se encuentran atrapados en un dilema de los presos, buscaran maneras de salir de él alcanzando el resultado cooperativo que conjuntamente prefieren. Aunque desde afuera, puede que otros prefieran ver a los jugadores quedarse atrapados en el dilema. Un ejemplo de esto es cuando los compradores se benefician de unos precios más baratos cuando el dilema de los precios impide a las empresas de una industria llegar a un acuerdo. En este caso, la sociedad quiere frustrar cualquier intento del sector de resolver el dilema y las leyes antimonopolio son parte de estos esfuerzos. De cualquier modo, ya se busque llegar a un acuerdo a un enfrentamiento, hay que entender primero de qué formas se puede evitar el dilema. Luego de esto, se puede intentar facilitar estas vías o bloquearlas, como sucede en este caso.

El verdadero problema que subyace al dilema es el incentivo que tiene cada jugador de cumplir cualquier acuerdo. Así entonces, las preguntas centrales son: ¿Cómo pueden detectar estos incumplimientos? ¿Qué perspectiva de castigo sería disuasoria?

En este tipo de juegos, a menudo hay que decidir entre en varias dimensiones y la posibilidad de detectar los incumplimientos difiere entre ellas. Por ejemplo, las empresas compiten entre sí en los precios, en la calidad del producto, en los servicios postventa y en muchos otros aspectos. El precio puede observarse con relativa facilidad aunque la cuestión se puede complicar con descuentos secretos o precios negociables. Hay muchas dimensiones de la calidad que son muy difíciles de supervisar. El tema común de los ejemplos tratados en el texto es que los acuerdos de colusión se centran en las decisiones más transparentes mientras que la competición se traslada a otras dimensiones menos observables. A este hecho se lo denomina Ley de la Opacidad Progresiva. Aunque usted ya no lo vea tan claro, la colusión sigue perjudicándole.

El incumplimiento puede consistir en permanecer pasivos y por tanto, puede que resulte difícil de identificar. Ese era el caso en el ejemplo de liderazgo ara proponer un aumento en los impuestos. En casos así, es mucho más difícil inferir o sospechar que hay incumplimiento de un acuerdo. Mientras que tomar la iniciativa no puede ocultarse, siempre existen innumerables excusas para la inacción: mayor urgencia de otros temas, necesidad de tiempo para consolidar las fuerzas propias. Cabe determinar que detrás de todo buen plan para incentivar la cooperación hay por lo general algún mecanismo para castigar a los que incumplen los pactos. Por ejemplo: un preso que confiesa e implica a sus compinches se puede convertir en el objeto de la venganza de los amigos de sus compinches. La perspectiva de salir de la cárcel antes puede parecer menos atractiva si se tiene en cuenta lo que aguarda afuera. Se sabe que a los traficantes de drogas, para que confiesen, la policía les amenaza con soltarles, esta amenaza consiste en que si los sueltan sus abastecedores darán por supuesto que han dicho todo. En resumen, no existe ninguna solución que alcance la cooperación mutua en juegos que se juegan una sola vez. Solo en los casos de relaciones continuadas existe la posibilidad de castigar y por tanto que motive a la cooperación. El derrumbamiento de la cooperación trae consigo un coste que se traduce en pérdida de beneficios futuros. Si este coste es muy grande se lograra disuadir al oponente de hacer trampa y mantener la cooperación.

En el caso de las estrategias que consisten en pagar con la misma moneda, el texto indica que cuando es posible que existan malos entendidos, la estrategia de ojo por ojo se pasa la mitad del tiempo cooperando y la otra mitad sin cooperar. La causa de esto es que una vez que se dan estos malos entendidos, es muy probable que se acumulen o que se aclaren. Por tanto, la estrategia de replicar a una ofensa con otra ofensa no funcionara mejor que una estrategia que se base en lanzar una moneda al aire y que coopera y traiciona con la misma probabilidad.