HECHOS OCURRIDOS POST LEVANTAMIENTO DE JOSÉ GABRIEL CONDORCANQUI TÚPAC AMARU (Mayo 1780 – 1784)
Enviado por klimbo3445 • 13 de Octubre de 2018 • 3.651 Palabras (15 Páginas) • 383 Visitas
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- HECHOS OCURRIDOS POST LEVANTAMIENTO DE JOSÉ GABRIEL CONDORCANQUI TÚPAC AMARU (Mayo 1780 – 1784)
Los sucesos tras la captura y ejecución de José Gabriel Túpac Amaru, tema estudiado por diferentes autores[1], grafican el surgimiento o el levantamiento de varios caudillos indígenas, principalmente del linaje directo del líder; los primeros en citarse en el presente trabajo arecieron en el escenario de la lucha guiados por la sed de venganza contra la opresión española y paralelamente buscar la libertad del líder capturado y proseguir con la lucha de liberación indígena. Ese proceso duró desde 1781 hasta 1783 aproximadamente; tiempo en que los representantes de la corona capturaron a la mayoría de los levantados en armas, ejecutaron a unos y deportaron a otros pocos. En suma aniquilaron a los luchadores indígenas; en la mayoría de los casos utilizando la estratégica y engañosa figura de la promesa del perdón.
Cabe destacar que esta figura del perdón como estrategia funcionó muy bien por parte de los españoles en todo el proceso de la invasión al nuevo mundo; como uno de los ejemplos anteriores a estos hechos se recuerda el suceso de Cajamarca, que tras la captura del inca Atahuallpa, como forma de negociar el rescate del inca, pidieron llenar varios cuartos de oro y plata para que una vez conseguida la fortuna, ejecutar al inca.
Del análisis de la información obtenida de los hechos materia del presente trabajo, se desprende que por una parte: la implantación de la fe cristiana, utilización de curas para concientizar en la fe espiritual a los indios fue una estratagema de guerra; por tanto, un mecanismo de engaño para aniquilar a todo aquel que se opusiera a su necesidad de culminar la misión pactada con la corona española.
El contexto socio-político del levantamiento de los caudillos en Cusco y Alto Perú se ubica durante el ejercicio poder del virrey Jáuregui en Lima y el visitador Arreche en Cusco; este último, personaje considerado como cruel.
En este contexto, los líderes indígenas que surgieron y promovieron el levantamiento contra la opresión española fueron los siguientes:
- DIEGO CRISTÓBAL TÚPAC AMARU, primo hermano de José Gabriel Túpac Amaru; fue el primer líder que apareció en la escena de la rebelión y luchó secundado por su sobrino Mariano Túpac Amaru.
Su objetivo inicial fue llegar al Cusco y liberar a su líder y primo apresado; para lograr su objetivo, estratégicamente convirtió la rebelión en cruel, para lo que dio muerte a todo sospechoso de apoyar la causa de los realistas y persiguió a los curas.
El ejército a su mando siempre mantuvo como bandera de lucha el objetivo común afianzado por el sentimiento de odio al español y la situación psicológica de incertidumbre de encontrarse en un “callejón sin salida” con el conocimiento de que la única salida de este conflicto es la muerte. Conocían en cierto modo el accionar del enemigo; por ello, se negaban a todo ofrecimiento de perdón a cambio de la rendición; como respuesta gritaban a viva voz: “muerte antes que el indulto”.
Esta férrea determinación indígena de continuar con la lucha llevó a los realistas a diseñar una nueva estrategia de guerra, quienes conocedores de la lealtad indígena del vínculo familiar y la defensa a los miembros más débiles del linaje, en ciudades donde los indios habían marchado en apoyo a las filas rebeldes, el ejército realista con el fin diezmarlos moral y psicológicamente, utilizó el ataque de retaguardia, que consistió en matar a mujeres, ancianos y niños, hasta lograr que los rebeldes aterrados por la masacre regresaran a las villas a jurar fidelidad a la corona; situación que fue aprovechada por el enemigo para forzar y/o negociar la traición de sus dirigentes.
En cuanto a la posesión de armamento en ambos bandos, se aprecia un desequilibrio de poder; mientras que los realistas poseían armas de fuego entre fusiles y cañones, los rebeldes sólo tenían hondas, flechas y usaban las pendientes para rodar piedras gigantes contra las concentraciones realistas. En estas condiciones libraron enfrentamientos en las provincias puneñas de Azángaro, Puno, Chucuito, Lampa, Carabaya, Sicuani, Calca, Lares y Urubamba.
Asimismo, los realistas contaban con un aproximado de 1,800 hombres armados, frente a un número reducido de indios. Con esta conformación de guerra, el fracaso en la mayoría de los enfrentamientos era previsible, fracaso que devenía con la consiguiente pérdida de ganados y víveres.
Por otra parte se destaca la estrategia adoptada por los españoles ante la imposibilidad de vencer militarmente a los rebeldes, quienes acudían a los medios diplomáticos y dictaban decretos de perdón y amnistía, repartir dinero a cambio de la rendición y suspensión del pago de tributos temporales.
Es el caso emblemático de Diego Cristóbal que pese haber ganado el enfrentamiento en Cusco y saborear la huida del corregidor Arreche; después de muchas dudas, y contra los consejos de Pedro Vilca y muy contrario de sus lemas de lucha de “muerte antes que el indulto”, se acogió a la amnistía y firmo el armisticio de Sicuani el 26 de enero de 1782, con este hecho cayó a la trampa de la corona. La ceremonia de indulto y juramento de fidelidad ante el rey se realizó en la ciudad de Sicuani el 27 de enero, previo habérsele levantado la excomunión conjunta de sus familiares.
En el juramento y entrega de espada realizado en la iglesia, ante la presencia de las autoridades oficiales, oficialidad en pleno y un gentío de españoles, criollos, mestizos, cholos e indios; el poder real condicionó la entrega total de las armas en un plazo máximo de 12 días, así como la presentación voluntaria de todos aquellos que deseaban acogerse al supuesto perdón. Una vez terminada la ceremonia, como acto de confianza se le devolvió la espada a Diego Cristóbal pidiendo que con ella ayudase a la pacificación de los pueblos todavía rebeldes.
Como es natural la práctica en todos los ejércitos del mundo, ante la caída o la rendición del líder, guiado por el sentimiento de lealtad los soldados hacen lo propio. En este caso no fue distinto, el hecho originó en la población indígena de diferentes provincias hacer lo propio con el perdón, situación que originó que el 20 de febrero de 1782, el virrey Jáuregui en Lima publicara un documento real anunciando la rendición de Sicuani y declarando la victoria con la total pacificación.
Tras la rendición de Diego Cristóbal y la supuesta total pasificación, pese haber sido parte de los rendidos, Pedro Vilca Apasa reinició
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