“HISTORIA DE LA EDUCACIÓN DE VALORES DE LOS NIÑOS MEXICANOS 1823-1914”.

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Para L. Seraine, el niño no está desprovisto de razón, deberá ser obediente, aunque establece una distancia interesante entre el ser denominado razonador y razonable[2]. este autor nos menciona que aunque el niño no esté completamente maduro ya a cierta edad sabe distinguir lo bueno de lo malo y conoce las consecuencias de los actos, donde él está consciente de que si actúa negativamente tendrá acciones perjudiciales y si está actuando positivamente tendrá ciertos beneficios.

Para autores como Parravicini, la corrección oscila entre la humillación y el castigo físico al señalar con respecto a un niño que no cumple con una tarea encomendada por su padre, mintiendo acerca del cumplimento de la misma[3]. Este autor nos dice que si aplicamos correcciones a su debido tiempo no tendremos consecuencias negativas cuando el niño crezca, pero si no ponemos reglas, no enseñamos como padres valores ni moral no vamos a tener buenos productos ya que si a temprana edad no se corrige los errores de los niños después que se acostumbran a esa forma de actuar es muy complicado querer remediar ese problema y entonces los niños cambian la forma de ver a sus padres si los dejaban hacer lo que ellos quisieran piensan que sus padres los quieren y cuando los quieren corregir ellos creen que ya los han dejado de querer puesto que ya quieren cambiar lo que ellos mismos dejaron crecer así ya que ponen normas, y es ahí cuando se crean los conflictos familiares.

Pero al investigar todos los problemas que conllevan una situación simple al crearse un conflicto familiar se realizó un manual de urbanidad y buenas maneras, que constituye uno de los textos más emblemáticos de la enseñanza de la moral en el mundo latino las diferencias de comportamiento con respecto a los adultos y los niños se justifican en un esquema jerárquico de comportamiento que finalmente conducen al establecimiento de orden y paz domestica como culminación de una vida moral plena, al considerar:

El conocimiento y la práctica de los deberes morales, serán de un gran auxilio para la conservación de la paz en las familias. El respeto de los hijos a sus padres, de los sobrinos a sus tíos, de los hermanos menores a los mayores, y en general, de todos los inferiores a los superiores.

Cuando hay respeto, comunicación, armonía, paz y amor en un ambiente familiar se crea una sana convivencia, los seres humanos crecen, se vuelven más productivos, independientes y responsables de sus propios actos, actuando a favor del bien común, respetando los derechos de todas las personas para una vida mejor.

Pero las opiniones de Seraine para quien a un desarrollo moral adecuado deben integrarse tanto las costumbres morales, intelectuales y físicas, no es solo que los eduquemos debidamente sino también culturalmente, inclusive en su desarrollo físico ya que es un todo lo que lo conforma, está integrado por varias partes fundamentales que hacen ser mejores seres humanos capaces de cumplir con su misión.

Pero no es solo la manera que se educa en el hogar sino la escuela es un lugar importante el que juega en la educación de los niños ya que es donde se terminan de formar los futuros profesionistas y es donde se continua con la labor de remarcar los valores que traen de casa y en su contexto actual contribuir con la cultura de cada uno de los niños, es por ello que se han creado textos para que los niños al leer crezcan con la realidad que están viviendo y esos textos sean los que apoyen en su formación personal y académica.

Durante el siglo XIX el mundo hispano conformaría paulatinamente la escuela pública y oficial, lo que incidirá significativamente en la mayor producción de la historia de textos de enseñanza moral dirigidos de manera explícita a la escuela con un sentido fundamentalmente laico, de acuerdo a la revisión más general del análisis de los contenidos de éstos textos que actualmente emprendo. En este marco de desarrollo fueron localizados en el mundo de habla hispana entre 1841, fecha de la publicación del primer texto de moral encontrado que tenía el fin explícito de enseñarse en las escuelas[4], y 1927 fecha de la publicación del último texto consignado, ya que después de esta década la producción de textos de moral con fines escolares prácticamente desapareció[5], un total de sesenta y tres textos. Es pertinente aclarar que de esos sesenta y tres textos de formación moral, siete de ellos estaban dirigidos explícitamente a la formación de profesores, a veces solo en un sentido teórico, y en ocasiones a la formación teórica y metodológica como lo fue el texto de Sosa y García José que incluía lecciones e instrucciones metodológicas para la enseñanza de la moral[6].

Todo los temas que se pretendían abordar fueron sugeridos debido a las problemáticas que se presentaban con estos textos y el giro que se les da apoyaría a erradicar esos problemas para así tener una sociedad cada vez mejor y rica en conocimientos.

BIBLIOGRAFÍA

1. Nicolaÿ, Fernando Los niños mal educados: estudio psicológico, anecdótico y práctico / por Fernando Nicolaÿ; traducción española por A. García Llansó Barcelona, Gustavo Gili, 1905. Pág. 480.

2. Seraine op cit. P. 114.

3. Parravacini op cit. Pág. 420. Parravicini tesoro de las escuelas. Escrita a imitación de la italiana Juanito Madrid 1916.

4. E. L. D. (Es la única referencia de autor.) Ejemplos morales o las consecuencias de la buena y de la mala educación en los varios destinos de la sociedad. Madrid, 1841, Imprenta de D. Pedro Sanz y Sanz, p. 212.

5. Zamacois Miguel De y Fernández Santos (profesor de primera enseñanza). Elementos de moral. México, 1927, 9a. edición, Ed. Herrero Hermanos Sucesores, p. 77.

6. Sosa y García, José M. La enseñanza de la moral. México, 1913, Herrero Hnos. Sucs.

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