HISTORIA Y CONTRARREVOLUCION 1817-1914

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12. En relación a la experiencia francesa señala: el papel jugado por Alexis de Tocqueville y su actividad intelectual, el nombre de las corrientes dominantes en la historiografía francesa, la importancia de dichas corrientes en el proceso de construcción teórica de la historia.

--- Tocqueville, escribió “El antiguo régimen y la revolución” da un análisis de las causas que han conducido a la revolución.

Las Corrientes Historiográficas, Romanticismo y Positivismo.

El romanticismo, aparece a partir de 1830, con Michelet, que rompió con el pensamiento ilustrado, ofreciendo una visión personalizada de la nación y junto a Lamartine tratan de desviar a las clases populares de la revolución.

Fustel Coulanges con “la ciudad antigua”, abogo por una historia patriótica y conservador, explica la evolución social a partir de la religión para defender la propiedad privada y niega que en alguna vez haya existido el comunismo. Su pensamiento influirá en Durkheim.

Positivismo: máximo exponente Comte dedicaría el resto de la vida a fundar una ciencia de la sociedad con elementos de Condorcet y de los contrarrevolucionarios.

La base de su pensamiento es la marcha del “espíritu humano”, que explica el cambio histórico. Considera que el conocimiento ha pasado por tres estadios: el teológico ficticio; buscan explicaciones y si no las hay recurren a lo sobrenatural, el metafísico o abstracto: fuerzas abstractas y el científico o positivo: trata de descubrir mediante la razón y la observación sus leyes efectivas y no las causas. Preocupado por la contrarrevolución.

Al historiador solo le queda aplicar una investigación usando métodos científicos es decir lo de las ciencias naturales, en la historia positivista.

Ligar los fenómenos culturales al conjunto de la sociedad lo hizo Taine, sus pretensiones de cientificismo son palabrerías.

Historicismo: en Alemania como reacción de los avances revolucionarios nace el historicismo. Alemania era un mosaico de estados y rasgos sociales diferentes, la amenaza de la revolución enseño a los prusianos a ceder algo antes de perderlo todo, algunos escritores como Hardenberg planteaba la necesidad de tomar algunos rasgos de la revolución para crear una monarquía democrática, pero derrotado Napoleón los prusianos conservadores frenaron las reformas, el estado aprendió cerrar las puertas a las ideas subversivas.

El historicismo partía de los rasgos conservadores de la ilustración con una lectura partidista, negando sus consecuencias. Hegel, reaccionario tiene una visión de la historia que conservaba algunos rasgos ilustrados, como el universalismo, la ley y el progreso.

El historicismo arranca con Miebuhr, que piensa que la historia es una enseñanza de lo patriótico para frenar la revolución, defienden las particularidades e individualidades históricas y al mismo tiempo integran lo popular y la economía dentro de lo histórico. Una visión de conjunto, de lucha contrarrevolucionaria y de conciencia nacional aparece Ranke.

Ranke: “historia de los pueblos románicos y germánicos” criticaba la filosofía histórica de la ilustración, declaraba que la historia tiene la misión de juzgar el pasado de instruir el presente en benéfico del porvenir. Este lema dio pie a distintas interpretaciones.

En 1830 Prusia publico la revista Histórico Política, donde Ranke sostuvo que la finalidad de la historia en abrir camino para una política justa, Ranke es un funcionario útil y servicial. Solo eso.

Ranke hace una distinción de estado y nación: donde alude a la necesidad de consenso donde la historia que hablara de pueblos de unidades interclasistas.

En el siglo XX el historicismo entro en crisis, y las corrientes filosóficas buscaban legitimarlo, interesados en el método de investigación, con ello decían al historiador que debía ver los hechos, explicarlos, aunque la historia era una ciencia inferior era la única manera de trabajar. El resultado no era previsible y abrió nuevas tendencias: como el marginalismo, funcionalismo y estructuralismo.

Rickert dice que la historia como ciencia de la cultura, agrega la noción de valor, sitúa lo individual y el tiempo, son examinados de manera separada no como leyes. Esos valores están más allá del objeto y del sujeto. Para el la historia es una construcción mental del hombre.

Dilthey, la filosofía de la historia, dice que las ciencias naturales y las sociales están distinguidas por el comportamiento de ambas, lo que constituye el objeto de las ciencias del espíritu solo puede ser comprendido.

Estos son los iniciadores de corrientes contrarrevolucionarias a partir de 1917.