Herejias medievales
Enviado por Ensa05 • 12 de Mayo de 2018 • 2.113 Palabras (9 Páginas) • 300 Visitas
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Como podemos observar, son varios los escritores y autores que apoyan la hipótesis tradicional sobre los cátaros y su llegada a Occidente sean del siglo que sean. La historiografía que nos presenta la autora es muy amplia abarcando desde el siglo XI hasta la segunda mitad del siglo XX. A base de todo los que no muestra la autora en su escrito y a partir de las ideas recopiladas de la historiografía investigada, nos hace ver que no solo se documenta a partir de la historiografía más contemporánea y no solo con los llamados “historiadores”, sino que investiga escritos sobre los Cronistas monásticos o como los he tratado aquí, polemistas medievales, esos que empezaron a tachar de herejes a aquellos que ellos mismos consideraban Nuevos maniqueos. Les siguen los cronistas y polemistas católicos que ya nombran a los cátaros como los nuevos maniqueos y se deja de lado la palabra hereje, por lo que entendemos que el término cátaro se usaría como descalificativo. Los teólogos, del mismo modo, pasarían a llamar a los cátaros cathari/ beretici/ manichei/albigensis/ patarini, bugres, pifles y publicanos (tanto nombre diferente se debe a que aún no se muestra un interés por saber de dónde vienen los cátaros y cuáles son sus raíces, por lo que cada teólogo o polemista diferente lo llamaba de la forma en la que él creía conveniente). Los predicadores del siglo XIII son los primeros que comienzan a interesarse por el origen histórico-doctrinal de los cátaros, que lejos de investigarlos se les comienza a atribuir la descendencia maniquea y por lo tanto de procedencia oriental. Es a partir del siglo XV y XVI donde podemos presentar a historiadores como tal, sin embargo no dejan de ser cronistas monárquicos, pudiendo ser estos católicos o protestantes. Con los historiadores católicos, los cátaros siguen siendo nuevos maniqueos mientras que con los historiadores protestantes se comienza a difundir la información de que los cátaros son predecesores de los protestantes (sin embargo, la autora se afama en recalcar en que las sectas de valdenses y albigenses no son diferenciadas aún y que se les sigue considerando una misma secta). En los siglos XVII- XVIII entre los historiadores católicos destaca Bossuet, el cual comienza a diferenciar a los Albigenses y Valdenses separándolos en dos sectas diferenciadas y declara a los albigenses como nuevos maniqueos surgidos a principio del siglo XI.
Entrando en nuestra historiografía más reciente, comenzando en el siglo XIX tenemos a Charles Schmidt que comienza a dividir la historia de las cátaros puesto que comienza a divagar en la idea de un origen dualista greco-eslavo y que por lo tanto, tendría dos tendencias claras: el dualismo moderado que serían los bogomilos y el dualismo radical, donde se encontrarían los cátaros (esto solo nos recalca una cosa y es que Schmidt ignora por completo los tratados más antiguos sobre los Bogomilos al considerarlos más moderados). Del mismo modo, encontramos a Ignace von Döllinger que relaciona la aparición del Bogomilismo con el Catarismo, ya que el primero precede al segundo y volvemos a encontrarnos dos corrientes: el dualismo moderado que tendría un origen gnóstico y el dualismo radical posee sus orígenes en los maniqueos. Y en lo que concierne a la primera mitad del siglo XX, encontramos al historiador Antonio Dondaine y con él también encontramos el triunfo de la hipótesis histórico doctrinal, es decir, los cátaros tienen su origen bogomilo oriental con ambas tendencias, gnóstica y maniquea. Será en la segunda mitad del siglo XX donde encontremos de nuevo la persistencia por la hipótesis tradicional, es decir, que en el Oriente bogomilo encontramos el origen de las dos tendencias cátaras. Esta hipótesis la refuerzan historiadores como Arno Borst, Raul Manselli, René Nelli y Jean Duvernoy entre otros.
En conclusión, el origen de los cátaros ha sido un tema de discusión que se ha mantenido vivo durante toda la época medieval hasta nuestros días. La historiografía más reciente sigue hablando de los orígenes del catarismo que podemos situarlo en la Cristiandad occidental y se rebela en las décadas posteriores a la Reforma gregoriana a causa de la decepción de algunos miembros del clero de como se había resuelto las primeras reformas del siglo XI y de la posición de los teólogos pos-gregorianos. Si bien, no se puede negar que los cátaros no tuvieran algún tipo de relación con los bogomilos, se tiene que descartar que tuvieran una filiación directa, puesto que entre estas comunidades podemos encontrar diferencias muy pronunciadas por lo que se deberían seguir estudiando ambas comunidades en su contexto intelectual siempre a la época que precede a su aparición ya que es donde comienzan a tratarse todos los temas doctrinales y sacramentales que serán tratados por los maestros cátaros en sus escuelas.
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