Hitler: el reinado del mal

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Por otro lado, el afán de imperialismo se plasma a través del principio de espacio vital. Hitler para justificar sus invasiones apeló este ideal. Para él, la nación alemana tendría derecho a disponer de correspondiente espacio. Su objetivo principal era Europa Oriental, poblada por razas consideradas inferiores.

Por último, como se muestra en la obra, uno de los principales objetivos era la difusión de la cosmovisión nazi. Esto también incluía a la cultura las artes, que debían estar alineadas con los objetivos nazis. Joseph Goebbels se encargó de ello, excluyendo los valores culturales de judíos y de otros grupos supuestamente perjudiciales para la política, la cultura o el arte nazi.

Por ello, la propaganda política aparece como arma ideológica para convencer al pueblo y para imponer su visión del mundo. Se supo utilizar para alcanzar el poder y con el objetivo de mostrar a los nazis como salvadores de la nación corrupta. Una vez en el gobierno, pusieron todos los medios de comunicación bajo su control y los utilizaron para dominar el Estado y lograr el total apoyo a las masas.

El sentimiento de culpabilidad por la pérdida de la guerra estaba escondido entre los ciudadanos. Por estas razones, era necesario conectar la población y encauzarla conforme a los intereses nazis. Hitler conocía a la perfección a la población alemana y ese sentimiento de culpabilidad por la derrota. Tan solo tuvo que convencer a los ciudadanos de la traición de los judíos y comunistas.

La mayor parte de las técnicas que se emplean en la propaganda se basan en mecanismos muy simples. Para empezar, se buscó unos enemigos (judíos y comunistas) y sobre ellos se lanzó todo el desprecio. A su vez, se construyeron todos los discursos sobre la exaltación del líder y su papel como pastor. Sus mensajes se transmitían por la radio; su imagen estaba presente en todos los carteles de las calles imitando los modelos y colores soviéticos; también en los periódicos o incluso en el cine, donde se exaltaba su carisma y sus logros conseguidos… En todos los medios, sobre todo la radio, se reproducían de forma masiva desfiles, símbolos y banderas, que aislaban al pueblo alemán convirtiéndolo en una “sociedad hipnotizada”. Como se muestra en la película, el padre de todo este sistema propagandístico fue Joseph Goebbels, quien poseía una gran habilidad sobre las comunicaciones y quien tenía una enorme capacidad para manipular la información. Esto lo convirtió en uno de los personajes fundamentales del nazismo.

Por otro lado, el papel de las mujeres en el régimen y la visión que tenía Hitler sobre ellas son aspectos plasmados en toda la película:

Las mujeres en el régimen tenían la responsabilidad de dar a luz y criar a las nuevas generaciones de la “raza pura”. Debían aprender todo sobre tareas del hogar, cuidado de los niños, como ser buenas esposas, la enseñanza de los valores del partido…

Por ello, eran las que crearían una sociedad ideal en Alemania. Hitler sostenía la necesidad de una población más numerosa y racialmente pura, que reforzaría el poder militar. Se instaba a las mujeres “racialmente puras” a tener tantos hijos como fuese posible. En consecuencia, las mujeres tenían la función de dar a luz a alemanes puros y educar a sus hijos acorde con los ideales nacional-socialistas.

La nueva Alemania, al crecer y desarrollarse, necesitaría cada vez más soldados y madres, como expresa Hitler en varias escenas. Por lo tanto, una población numerosa era primordial, con chicos preparados para convertirse en soldados patrióticos y chicas deseosas de convertirse en madres. Para llevar a cabo esto, se recurría a la propaganda, incitando a las mujeres a convertirse en madres y en buenas y sumisas esposas.