LA EDUCACIÓN COMO PROCESO DE DESARROLLO HUMANO

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Lo que incluye datos y conductas prosociales afiliativas que determinan por constituir un ethos familiar solidarios, que además puede ampliarse hasta formar un ethos grupal. Se sostiene que es posible que la misma expansión cerebral de las especies de homínidos esté directamente vinculada al aumento de la complejidad social. Según esto, la expansión del cerebro y de la inteligencia representa una adaptación a la vida social, en un medio en el que se tiene a la vez que cooperar y competir con los mismos individuos.

Tenemos predisposiciones filogenéticas que con el ambiente modulan nuestra percepción, pensamiento y acción. Son objeto de aprendizaje cultural en un determinado contexto social. La inteligencia social desarrollada en este medio permite utilizar diversas estrategias que van desde la formación de alianzas entre individuos hasta imaginar situaciones hipotéticas y actuar en consecuencia. PENSAR Y ACTUAR. Además, los seres humanos en proceso de crecimiento necesitan de los demás para su desarrollo.

En medios sociales donde se fomenta la amistad y cooperación, como es el caso de los tasaday de Mindanao […], la conducta agresiva es rechazada y se encuentra básicamente bajo control. Es una conducta tan rara que cuando aparece se considera un signo de anormalidad y es reprimida. Las potencialidades genéticas no han recibido los estímulos necesarios para el desarrollo de la conducta agresiva. Las sanciones sociales, formales o informales, contra la práctica de esa conducta han sido tan fuertes, que han aprendido a no ser agresivos. La conducta agresiva es potenciada y aparece con fuerza en otros grupos humanos, cuando esta conducta es aceptada y constituye una acción eficaz en la adaptación social.

Los seres humanos necesitan adaptarse al medio social. Necesitan cuidados y atenciones sin los cuales no sobrevivirían. Necesitan la orientación y mediación de unos modelos guía, que les sirvan de apoyo y protección. Necesitan del grupo para su socialización y Educación.

Numerosas evidencias nos muestran que las personas de las llamadas “sociedades individualizadas” suelen desarrollar, generalmente, una gran competencia social, que les permite controlar la agresividad y activar pautas de comportamiento social adecuadas. La competencia social se adquiere por inmersión de las culturas tradicionales, sobre todo en los primeros años y a través del grupo de iguales mediante el juego y la interacción social. No es de extrañar que se observen disfunciones en la conducta prosocial de los niños en las sociedades urbanas cuando se da un empobrecimiento en las relaciones sociales de los individuos.

- El ser cultural.

El concepto de cultura es polisémico y abordable desde distintos ángulos. Por ser un comportamiento aprendido y característico de la especie humana, es un concepto nuclear “en” Antropología de la Educación. Los “modos de conducta” que necesita aprender el ser humano llevan implícitos una serie de contenidos que sólo le puede proporcionar la cultura. Su configuración orgánico-biológica precisa de la práctica adquisitiva cultural dentro de la cual hay que incluir los procesos de enculturación, socialización y Educación.

La diversidad conceptual de la cultura es enorme. De la revisión de los distintos supuestos teóricos podemos conocer por qué el término cultura ha llegado a significar en la actualidad lo que Stolking llama lo “interno”, “ideacional”, “interpretativo” y lo “total”.

La cultura es un vasto complejo que incluye bastante más que el refinamiento social, la instrucción o la apreciación por el arte. Todos los seres humanos, todos los pueblos de cualquier tiempo y lugar tienen cultura, porque entre el mundo físico y su respuesta al medio, el ser humano necesita la mediación de la cultura. La cultura abarca características que llegan a definirla como general y específica. Aprendida. Simbólica. Compartida. Normativa y pautada. Dinámica, cambiante.

La cultura se compone de productos cultura objetiva que materializan u objetivizan la actividad humana, y cultura subjetiva, que sería la asimilación por parte del sujeto de la cultura en la que vive.

La cultura impone unos marcos determinados a los procesos sociales que imponen un cierto determinismo a las motivaciones y acciones individuales. Estas normas son necesarias si una sociedad quiere tener objetivos comunes, sobrevivir y evolucionar. Las normas son el cemento de la sociedad.

La impronta de la influencia cultural en el comportamiento humano es un fenómeno complejo en el que inciden muchas variables. Ello explica por qué el comportamiento y las normas sociales presentan diferencias tan grandes, contando con posibilidades en principio comunes. Las diferencias en el medio determinan grandes diferencias culturales que, a su vez, influyen en la configuración individual humana.

- El pensamiento simbólico, mitológico y mágico.

La cultura constituye un esquema históricamente transmitido de sentidos y significaciones representadas en símbolos. Representa las concepciones en formas simbólicas, por los cuales los seres humanos se comunican y desarrollan sus valores y estilos de vida. El símbolo puede ser cualquier objeto, hecho, cualidad, que sirva como soporte de una concepción, la cual constituye y es el significado de un símbolo.

Los símbolos guardan y aportan las significaciones de las cuales los individuos interpretan su experiencia y organizan su conducta. Forman una síntesis entre la forma de ver el mundo y la manera en que uno debe comportarse.

Los esquemas culturales son modelos de series simbólicas cuyas relaciones entre sí sirven de modelo a las acciones humanas. Necesita que este aprendizaje sea rápido y permita automatizarse, para poder ocuparse de lo más específicamente humano: progresar, innovar y crear.

En Pedagogía, se abre una nueva perspectiva de concepción, no sólo para analizar la Educación como principal vehículo de transmisión cultural, sino para comprender y estudiar el proceso de la Educación y las relaciones que existen en ésta y los valores y normas que regulan la conducta.

Lévi-Strauss pretende explicar el descubrimiento de las características mentales comunes. Hacen que las personas de todos los lugares piensen con básicas categorías similares, independientemente de su cultura.

Vladimir Propp mantiene que todos los “cuentos maravillosos” tienen la misma estructura. Los cuentos y relatos maravillosos han servido para la socialización con el grupo.

Bettlheim distingue entre dos tipos de relatos: