La Iglesia Católica durante la independencia
Enviado por karlo • 4 de Marzo de 2018 • 1.992 Palabras (8 Páginas) • 429 Visitas
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Finalmente, la Iglesia Católica se ve afectada también en su pérdida de influencia dentro del ámbito cultural. Al ser una institución religiosa y ligada a la moral, es totalmente importante y relevante para ella estar inserta en las escuelas, familias, casas y todos los medios posibles donde sean medios para poder entregar mensajes relacionados con la ética y las creencias. Cuando Chile se independiza, concretan un gran cambio en base a las escuelas, denominándolas como públicas, donde el clero no estaría al mando de ellas como acostumbraba a hacerlo. A pesar de que la secularización del Estado con la Iglesia Católica no se logra más adelante en la historia de nuestro país (cambio que se plasma en la República Liberal), esto hito es un indicio en que las comunidades ya comienza a realizar distinciones en hacia donde abarca la influencia religiosa en sus vidas, y parten a vivir opciones de poder separar de una manera u otra su vida con sus creencias. Sin embargo, esto representa una pérdida importante para la Iglesia, en un ámbito donde si es totalmente relevante su participación y preocupación: [5]“Dentro de la obra educativa que se concreta en esta etapa histórica, se distingue: la reapertura del Instituto Nacional (1819), la reapertura de la Biblioteca Nacional (1820), la creación tanto de la Escuela Militar (1817) como la Naval (1818) y la introducción del sistema lancasteriano en la educación”. Otro aspecto dentro de esta área, es considerar como la misma Iglesia Católica se va ramificando en pequeñas formas o manifestaciones del cristianismo: jesuitas, franciscanos, etc. A pesar de que esto se puede ver como una consecuencia positiva, considerando el hecho de que al poder ampliarse no solo llega a más fieles, sino a más formas de seguir la doctrina de una misma Iglesia, pudiendo así adaptarse a muchas maneras en que los fieles tienen para representar o seguir su fe; es también una señal de desmembramiento. Los distintos movimientos religiosos que se forman a partir del corazón del cristianismo muestran como dentro de una misma Iglesia, surgen diferencias de opinión, de visión y de interpretación de los mismos textos bíblicos, entregando señales de que internamente, se presentan discordancias y diferencias significativas al nivel de crear ramas con distinciones de cómo revelar y llevar la fe a los creyentes. Esta división también se da en nuestro país, donde curas de causa realista siguen defendiendo y representaron los intereses del rey, contrarios a aquellos que si compartían las ideas liberales que se fueron propagando en la época y que defendían la idea de una Iglesia Chilena: [6]“A fines del periodo colonial, la presencia e influencia de curas y frailes era importante dentro de la sociedad, pues en ellos recaían importante labores como la instrucción y la guía espiritual de los creyentes. (…) Al interior de las distintas órdenes, se venían cuestionando el tutelaje eclesiástico por parte de España a través de visitadores generales, donde se vislumbraban los primeros deseos de autonomía y una tenue conciencia del país propio que se habita y que necesita de su Iglesia “chilena”.
Son estos pasos en la historia de nuestro país los que, lentamente van acumulándose dándole sentido al desenlace actual de la Iglesia Católica que todos conocen. A pesar de que esta institución tuvo sus momentos de poderosa gloria, potente presencia en todos los ámbitos de una sociedad, trascendencia en decisiones estratégicas que no necesariamente tenían un carácter religioso; la Iglesia Católica de hoy está cada vez más debilitada, teniendo el inicio del declive en el fragmento de tiempo donde nuestro país comienza a independizarse, a personificarse y crear identidad que no es la impuesta por la Corona Española ni por el dominio de un clero fuerte y autoritario. Producto de un SXIX donde nuestro país logra comenzar una etapa de independencia en que instituciones que alguna vez influyeron en gran medida en el destino de nuestra comunidad, pierdan totalmente un protagonismo, autoridad y poder que retuvieron por largos años, derivando a nuevas manifestaciones de estas organizaciones a lo largo del tiempo hasta llegar a nuestro escenario actual: una república secularizada. La independencia de nuestro país fue el primer tiro que la Iglesia tuvo que enfrentar y la primera señal de una serie de cambios rápidos e importantes, los cuales no supo contener o dirigir hacia su beneficio, quedando obsoleta y poco adecuada a los cambios sociales que se fueron mostrando; condición que sigue reflejándose actualmente en nuestra sociedad en temas de hoy, como el aborto, matrimonio de igual género, comunión para padres separados e incluso la eutanasia. La antigüedad e inflexibilidad de la Iglesia trae consigo un atraso en demandas sociales, políticas y económicas, haciendo nada más y nada menos que una constante distancia siga incrementándose no solo entre la Iglesia y los poderes del Estado, sino entre la Iglesia y sus fieles. Si esta institución sigue con una mentalidad antigua, donde antepone la rigidez a la escucha, no solo seguirá perdiendo poder, sino relevancia tanto en las decisiones estratégicas de distintas naciones, sino en la influencia o creencia de sus fieles, del cuerpo que hace que todavía se mantenga latente y vele por el bienestar de la comunicación de un mensaje potente, con mucho contenido y buenas intenciones, pero entregado de una forma poco actualizada y empática.
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