La Ingeniería Civil en México y en el mundo.

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Los Olmecas: Esta cultura, conocida como la “la cultura madre de Mesoamérica”, sobresalió el dominio que alcanzó en la agricultura, cerámica, ingeniería y el arte. San Lorenzo fue el centro olmeca de mayor importancia entre los años de 1150 y 900 a. C. Los edificios que predominaron fueron montículos de tierra encierran las plazas rectangulares. Entre las obras por ello realizadas destaca un acueducto, explorando en una longitud de 170 m y compuesto por grandes piezas de basalto tallado. Otro centro importante fue La Venta, que logro su esplendor entre 900 y 500 a. C. Donde la traza de los edificios proyectada con arreglo a un eje central norte-sur.

Cuicuilco: Al sur del Distrito Federal se encuentra en la zona arqueológica de Cuicuilco entre sus obras de ingeniería destaca el basamento en forma de cono truncado, cuya circularidad la distingue de la mayoría de las construcciones mesoamericanas denominadas genéricamente como pirámides.

La ingeniería en el clásico

Teotihuacán: Lugar donde los hombres se vuelven dioses. El inicio de la cultura teotihuacana fue posterior a la caída de Cuicuilco y puede ubicarse entre los años 300 y 100 a.C.; Sin embargo fue durante el horizonte clásico, cuando Teotihuacán alcanzó su máximo esplendor, entre el 200 y 500 d.C. Entre sus obras de ingeniería destacan Las Pirámides del Sol y de la Luna, entre otras.

Pirámide del sol: simboliza un “cerro de agua”: el líquido fluía de una cueva en el vértice de la pirámide hacia un canal central y un foso alrededor de ella; solución que aun hoy en día sorprende, considerando que, en aquellos años, Teotihuacán era un valle fértil. La planta de esta construcción es casi cuadrada, pues sus lados oriente y poniente, en la base, tienen una longitud de 222 m, en tanto que los costados norte y sur llegan a 225m. Esto se debe a que uno de los pasillos en el flanco poniente es un poco más ancho. En el edificio se utilizó el tablero-talud, que sería una aportación estilística teotihuacana a otras regiones de Mesoamérica.

Pirámide de la Luna: Se encuentra situada en el límite norte de la Calzada de los muertos. Frente a ella se localizaba una gran escultura de la diosa Chalchiuhtlicue, pareja de Dios Tláloc. Su planta rectangular, y sus dimensiones son por los lados norte y sur aproximadamente 150 m, mientras que los otros dos miden 120m. Al frente de la pirámide está adosado un cuerpo saliente, mucho mayor que el de la pirámide del Sol y que no parece ser una superposición sino que forma parte de la misma construcción. La altura actual en la pirámide sobre la plataforma general qué forma el piso que la rodea de 42 m, por lo que es menos altura que le pirámide del Sol; empero, como está situada en la parte más alta de la zona, las plataformas de las dos pirámides están casi en el mismo en el mismo nivel. El dominio que mostraron los ingenieros Teotihuacanos queda de manifiesto en la solución que dieron al pequeño desnivel del terreno en dónde se asentó la urbe sagrada.

La ingeniería en el posclásico

Tula: El centro arqueológico de Tula, se encuentra en la parte sur del actual estado de Hidalgo. Aunque sus antecedentes remontan a los años del 700 al 800 d.C., la capital tolteca tuvo su apogeo en el periodo comprendido entre el 950 y el 1150. Los toltecas construyeron, habitaron y fundaron la ciudad de Tula. En el lado norte de la zona arqueológica de Tula se encuentra una gran plataforma, sobre la cual se levanta, cerca de su extremo oriente, el templo de Tlahuizcalpantecuhtli, con forma de una pirámide escalonada de 5 cuerpos, cuya base, casi cuadrada, tiene aproximadamente 38 m de lado y 10 m de alto; la escalera, colocada en el lado sur, es de un solo tramo, y mide nueve metros de ancho. La ciudad de Tula es reconocida por sus mal llamadas atlantes, que en realidad son grandes columnas que sostenían la techumbre del templo, cuya carga simbólica es muy importante.

En 1847 se establece la primer Facultad de Ingeniería Civil en México en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por decreto del actual presidente en aquel entonces Benito Juárez.

10 años después llega la primera facultad de Ingeniería Civil a Monterrey, esta se estableció en el Colegio Civil, en aquel entonces ubicado en las esquinas de las calles colegio civil y Washington y permaneció ahí hasta 1960.

Historia de la FIC UANL

El 4 de octubre de 1923 sesionó por primera vez el Consejo Universitario.

El doctor Pedro de Alba crea la Facultad de Ingeniería Civil el 16 de octubre de 1993; Los maestros fundadores fueron los ingenieros:

- Manuel Martínez Carranza.

- Pablo Domínguez.

- Ernesto García Ortiz.

- Lidió A. Torres.

- Lauro Martínez Carranza.

- Salvador Cárdenas.

- Porfirio Treviño Arreola: quien fue nombrado primer director de la facultad.

Los primeros alumnos fueron los posteriormente ingenieros:

- José Maiz Mier.

- Gregorio Salazar.

- Carlos Curiel.

- Hermenegildo Veliz.

- Constantino Cisneros.

- Jorge Laurens.

La insistencia de un grupo de muchachos estudiantes de glorioso colegio civil constituyeron la fortaleza que ha hecho posible la supervivencia de una de las facultades que por su organización disciplina es orgullo de la Universidad Autónoma de Nuevo León: La facultad de Ingeniería Civil.

Su primer local fue el ala norte del edificio del colegio civil en la esquina de las calles colegio civil y Washington, y ahí permaneció hasta el año de 1960.

La primera administración de la facultad estuvo formada por el Ing. Porfirio Treviño Arreola como director, y el Ing. Lidio A. Torres como secretario.

Las materias que cursaron los primeros alumnos fueron:

- Técnica de dibujo y dibujo topográfico impartidos por el Ing. Porfirio Treviño Arreola

- Matemáticas superiores impartida por el Ing. Lidio A. Torres.

- Física impartido por el Ing. Lauro