La Operación Cóndor se desarrolla en las décadas de 1970-1980
Enviado por Sandra75 • 20 de Noviembre de 2018 • 2.881 Palabras (12 Páginas) • 274 Visitas
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La forma de operar consistía en el envío de un equipo especial al país de origen con posterioridad al proceso de identificación y seguimiento, los miembros del equipo portaban documentación falsa facilitada por el sistema y estaban compuestos por individuos de uno o más países miembros de la operación.
Los equipos estaban destinados a moverse por cualquier lugar del mundo, incluso por países ajenos al Cóndor para ejecutar las acciones y para la CIA el centro de operaciones de los operativos de Fase III se situaba en Buenos Aires, donde se había constituido un equipo especial. Todo ello corroborado por el hecho de que el servicio de inteligencia argentino, la SIDE, ofrecía cursos de especialización y perfeccionamiento en la materia.
LA PARTICIPACION DE LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA DE LOS PAISES INTEGRANTES DEL CONDOR.
CHILE.
Chile había sido uno de los países que más había colaborado y trabajado para la creación de la Operación Cóndor, de hecho el General Manuel Contreras, el director de los servicios de inteligencia es considerado como uno de los cerebros de la operación.
Será en Chile donde tenga lugar la reunión constitutiva de la Operación Cóndor, celebrada en Santiago en Noviembre de 1975 y en honor al país anfitrión y a propuesta de la de legación de Uruguay se decide otorgar a la operación el nombre del Cóndor, al ser este el símbolo del país que aparece en la bandera nacional.
Durante el funcionamiento de la Operación Cóndor en Chile varios fueron los servicios de inteligencia que tomaron parte en las acciones, el más importante de ellos fue la DINA, la Dirección de Inteligencia Nacional que funcionará hasta 1977 cuando fue suprimida y sustituida por la CNI, la Central nacional de Inteligencia. También participó el Cuerpo de Carabineros de Chile.
URUGUAY.
Las organizaciones de inteligencia uruguayas implicadas en los operativos del Cóndor fueron el Servicio de Informaciones de Defensa, la SID y la Dirección Nacional de Informaciones e Inteligencia de Uruguay, la DNII y ambos colaboraron estrechamente en las tareas de control de la subversión.
El SID a través de su director, el General Amaurí Prantl que supervisaba todos los operativos secretos de la Operación Cóndor, mantuvo una estrecha colaboración con el resto de los países integrantes del Cóndor y que se reflejaba en el hecho de que existieran 18 centros de detención clandestinos, conocidos hasta el momento, de ciudadanos uruguayos en el extranjeros bien en dependencias policiales o militares: cuatro de estos centros se encontraban en Chile, uno en Paraguay y trece en Argentina.
Destacará de manera especial la colaboración establecida entre los servicios de inteligencia uruguayos y la SIDE argentina, el General Prantl trabajaba con el director de la SIDE, el General Otto Paladino en la coordinación de operativos transfronterizos. Esta coordinación tiene dos puntos clave: el centro de detención clandestino de Automotores Orletti que se convirtió en el lugar desde donde partían los operativos de la OCOA en Argentina y la ESMA, la Escuela de mecánica de la Armada, sede del denominado GT3, grupo de tarea 3 de la armada argentina, encargado de la colaboración directa con la OCOA.
Las actuaciones de la DNII se centraban en alojar una base central de datos computarizada con voluminosa información personal acerca de los subversivos, es decir se encargaba de la gestión del Condortel en Uruguay.
PARAGUAY.
Gran parte de la documentación relativa a la Operación Cóndor y a la coordinación represiva en el Cono Sur se ha podido extraer de los Archivos del Terror de Paraguay, encontrados en la comisaría de Lambaré por el abogado Martín Almada que había sido detenido y torturado en Argentina precisamente en el marco de la Operación Cóndor.
Dentro de la relevancia para el funcionamiento del sistema del Cóndor resultará la Segunda Reunión Bilateral de Inteligencia Argentina-Paraguay al que acudieron los miembros más representativos del Cóndor de ambos estados. En la reunión se terminaron de ajustar los mecanismos de la operación en referencia al intercambio de información y prisioneros y en la determinación de las tres fases en las que consiste la operación.
En Paraguay resultó especialmente significativa la colaboración que se estableció con la dictadura brasileña. Hubo intercambios de prisioneros, espionaje conjunto y reuniones de los servicios secretos que se concretaron en cuatro conferencias bilaterales de inteligencia e incluso el comandante en jefe de las fuerzas armadas paraguayas solicitó al jefe del SNI brasileño, Joao Baptista de Oliveira Figueiredo asistir a un conferencia sobre los principios fundamentales sobre los que se debe basar un servicio nacional de inteligencia que se celebró en Junio de 1976.
BRASIL.
La dictadura militar brasileña ostentaba el poder en el país desde el años 1964, en ese mismo año creó el Servicio Nacional de Informaciones, SNI, como el servicio de inteligencia que se encargaría de las actividades de información y contrainformación que afectasen a la seguridad nacional.
El SNI y su modelo de inteligencia serán muy valorado y gozara de un gran prestigio entre los regímenes militares del Cono Sur, de hecho, la DINA a través de la mediación del director de la estación de la CIA en Chile, Ray Warren, recibió en los meses iniciales de su creación formación por parte de miembros del SNI en materia de comunicaciones, organización, realización de interrogatorios y el uso de la tortura y incluso adoptará el modelo de organización del SNI como su modelo de organización.
El papel de Brasil en el marco de la Operación Cóndor no fue igual que el de los demás socios, a pesar de ser uno de los miembros fundadores, ya que se adhirió con reservas y siempre según su conveniencia. Brasil si bien participó en las acciones de espionaje conjunto, asesoramiento, en conferencias de inteligencia e incluso en la persecución de adversarios fuera de sus fronteras, como demuestra el hecho de que 7 brasileños residentes en Argentina y 5 en Chile fueran capturados, no participó sin embargo en la llamada Fase III, aquella que realizaba los asesinatos selectivos de opositores en Estados Unidos o Europa ya que se opuso a la línea dura de los socios del Cóndor representada por Chile, Argentina y Uruguay, esto se debía a que los militares brasileños defendían una línea de acción más pragmática y disimulada de acuerdo con sus objetivos que
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