La danza en el siglo XX

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El departamento de Bellas artes necesitaba que la población entendiera que el arte era una obligación para el ciudadano para tener un arte, en el congreso del año de 1937 se presentó un tema llamado “problema de la danza mexicana moderna y una posible solución” cuando el autor de el mismo Carlos Mérida comento que deberían de abrir paso a las técnicas norteamericanas dio un golpe hacia el tema nacionalista que tanto se estaba defendiendo, al finalizar se aceptó dejando que el gobierno creara escuelas experimentales de danza moderna, en la ponencia se especificó que para que la danza mexicana fuera nacional y universal, debía tener conocimiento de técnicas modernas y estudio de las nacionales.

La primera técnica entrada en México fue la técnica Graham, aceptando los temas que se le daban a la misma. Sin embargo, con ballets experimentales incluidos el folclor, y temas de vida actual aun así de la danza ya no había tanto ruido, de lo único que se hablaba era de las actividades en la escuela de danza ya sea de tipo escolar o servicio social.

En 1935, fue destituido Carlos Mérida, y el jefe del Departamento de Bellas Artes, Muños Cota, nombró a Francisco Domínguez director de la Escuela de Danza, y además con su entrada se cambió el nombre a Escuela Nacional de Danza. Con esto se buscaba enseñar la danza a nivel profesional basándose en la técnica de Ballet para influir en la creación de escuelas de danza.

A finales de los treintas la danza había pasado un mayor grado de profesionalismo, ya se contaba con una escuela que dotaba de los elementos técnicos necesarios, aunque con deficiencias. Ya existían bailarines aptos para esas creaciones, ya los creadores habían acumulado experiencia como coreógrafos y había logrado un incipiente público para este arte. El campo de la danza estaba listo para construirse solo. Se encontraron muchas obras dancísticas que fueron realizadas con temas mexicanos, recuperando las investigaciones de los misioneros y haciendo las propias.

Derivado de todo esto nos podemos dar cuenta como si no se hubiera aceptado la entrada de técnicas ajenas a nuestro país, no habría crecido la danza contemporánea de la manera en la que ahora se busca.

En este trabajo vimos cómo fue difícil que la población mexicana aceptara las artes como algo importante en esa época, sin embargo, mi duda es porque si nuestros antiguos gobernantes vieron por el bien de las artes y de la danza, tomando en cuenta por su valor necesario para la unión nacional ahora se ignora de una manera tan drástica, como bailarines o buenos conocedores del tema sabemos que cuando alguien menciona que estudia danza lo primero que pensara será ¿De qué viven los bailarines?, nosotros como bailarines tenemos que crear algo nuevo y de gran impresión para que esto vuelva a nuestro pasado revolucionario por el nacionalismo de nuestras danzas para que ya no se discrimine ni menos precie el trabajo de los artistas dancísticos, solo es cuestión de tomar cartas en el asunto.

(2014). “Cronología de la danza contemporánea en México, décadas 1920-1930”. Danza RevistaMX, 11. Consultado el día 20/11/15 en: http://www.danzarevista.com.mx/2014/11/cronologia-de-la-danza-contemporanea-en.html REVISTAMX

Alberto Dallal, (1998) “La Danza en México en el Siglo XX”, editorial CONACULTA.

Margarita Tortajada Quiroz, “Danza y poder”, Serie investigación y documentación de las artes segunda época, editorial: INBA.