La educacion segun los caudillos

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Sarmiento y la educación

Desde la escuela siempre se asocio a Domingo Faustino Sarmiento como padre de la institución educativa. Él sostenía que la educación pública tenía la función de preparar a las nuevas generaciones en masa para que mediante la adquisición del conocimiento el individuo pudiera lograr el progreso y la inserción en la sociedad para trabajar.

Sarmiento asociaba a la barbarie con lo autóctono del país y que era un obstáculo para que la futura nación progresara. Para incorporar nuevos modelos se abrió las puertas a la inmigración, Juan Bautista Alberdi decía refiriéndose a este tema “gobernar es poblar”.

Como nuestro país recibió una fuerte inmigración, el nuevo país necesitaba de una población que se identificara con el territorio que les abría las puertas, por lo tanto la escuela fue el lugar donde se les enseñaba la nacionalidad, el himno, las costumbres, los próceres y las fechas importantes. Los rituales escolares, los contenidos, los programas de enseñanza fueron diseñados para construir vínculos de sentimiento y formación de la Nación, importante para que Argentina se incorporara como Estado Nacional en un ámbito mundial.

Sarmiento tenía como objetivo la educación de las masas, sobre la barbarie y ejercer el control social por el disciplinamiento. Todas estas ideas que sostenía Sarmiento están presentes en sus escritos, por ejemplo él escribe en 1849 que “…los rudimentos de una educación en las escuelas primarias son esenciales para adquirir destreza y habilidad como trabajadores, o consideración y respeto en las relaciones sociales y civiles de la vida…”

La escuela civiliza al individuo y le promete el progreso, para lograr esto el alumno necesita esforzarse para alcanzar la educación, que posibilitaba la inserción de los inmigrantes en esta sociedad cambiante.

La escuela va cambiando

En nuestros días en los diseños curriculares los objetivos de enseñanza y disciplina van cambiado. Hoy se busca una inclusión escolar de niños provenientes de distintos sectores, muy distinto a la idea original de Sarmiento. Hoy los contenidos y métodos son más flexibles. Davini sostiene que son los docentes los que van construyendo el curriculum, el curriculum real, que se estampan en sus prácticas tanto dentro de la escuela como en el aula, que es la escuela un lugar que tiene que ser pensado como un espacio de aprendizaje tanto para docentes como para alumnos.

La escuela no puede sostener, del mismo modo que antes de la exclusión social y la promesa de progreso. Sin embargo en la actualidad, la educación no significa necesariamente progreso por ejemplo podemos ver a profesionales realizando otras actividades, arquitectos conduciendo taxis como en la crisis del 2001 que fue muy fuerte en Argentina, sí puede afirmarse que el progreso personal es mucho más dificultoso sin contar con educación. La escuela no puede sostener con la certidumbre de antes la promesa moderna de un futuro mejor.

Conclusión

¿Hacia dónde va la educación? ¿Qué será en el futuro? No lo sabemos. Lo que importa es cómo está siendo en el presente porque lo que éste tiene de positivo o negativo es el punto de partida para el tiempo que está por venir. Empecemos por preguntarnos en qué situación se halla el derecho a la educación en nuestro país, y en qué condiciones de igualdad se disfruta ese derecho.

Educar es mucho más que enseñar, que la educación debe estar orientada a la formación integral de la persona, que el conocimiento nutre nuestras capacidades, orienta nuestras actitudes y nuestros valores.

Nuestro país, hace algunas décadas, se diferenciaba del resto de Latinoamérica debido a que la educación pública y la generación del trabajo genuino permitía que cada persona pudiera ascender en la escala social producto de su propio esfuerzo. La escuela pública en todos sus niveles primario, secundario y terciario cumplía el rol de igualador social y motor del progreso como la había imaginado Domingo Faustino Sarmiento.

Es importante considerar que la escuela construye una relación con la cultura y la política no solamente a través de los espacios curriculares que destina para ello, sino por el modo en que la justicia y la ética circulan por los pasillos, los patios, en las palabras que se ponen en juego y tantos otros lugares en los que la escuela les da paso a formas específicas de la política, la autoridad y la enseñanza.

Por último, la docencia no es una actividad neutra, no es un trabajo individual sino doblemente colectivo. Es colectivo en la medida en que el maestro no trabaja solo, sino que la enseñanza aprendizaje es el resultado de un trabajo en equipo. La escuela es un lugar donde hay múltiples actores y todos dejan en la institución una estampa que se refleja y nos interroga sobre nuestro rol como docente.

La educación es un derecho; no un privilegio sino un aprendizaje; no una imposición sino algo que crece de abajo a arriba y de dentro a fuera, no un bien que se defiende por la fuerza sino por el convencimiento de todos; no una improvisación sino un camino de dudas; no un bien que se adquiere con dinero sino con la constancia; no algo poseído sino asimilado; no algo sobrevenido sino esencial.

Marcela Cecilia Gomez

3° año auditivo

I.S.F.D. N° 105 Etchegaray

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Bibliografia

- Puiggros, Adriana, “¿Qué pasó en la educación argentina?”, Ed. Galerna, Buenos Aires, 2002.

- Davini, María, “La formación docente en cuestión: política y pedagogía”, Ed. Paisdós, Cuestiones de educación, Buenos Aires, Barcelona, México, 1995.

- Pineua, Pablo, “¿Por qué triunfó la escuela?, y la modernidad dijo: “Esto es educación”, y la escuela respondió: “Yo me ocupo”, Cap. 1, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2001.

Sitios web consultados:

www.google.com

www.wikipedia.com.ar

http://www.me.gov.ar/monitor/nro0/pdf/monitor25.pdf

http://www.laeducacion.com/vinculos/materias/historia/not020126_3.htm

http://www.revistaintercole.com.ar/contenidos-detras-de-la-historia/domingo-faustino-sarmiento-la-escuela-al-poder-286/index.html