La profesionalización del boxeo en Guanajuato
Enviado por poland6525 • 8 de Febrero de 2018 • 2.282 Palabras (10 Páginas) • 314 Visitas
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Si bien en las peleas de arranque de aquella novedosa función sólo se enfrentaron peleadores de poca experiencia, las dos últimas dieron mucho de qué hablar pues, la pelea final que había sido pactada a 8 raunds, entre David Rico y Eduardo del Castillo, tuvo como vencedor al celayense del Castillo por la vía del nocaut en el sexto asalto, para posteriormente ser sacado de aquél inmueble en hombros de una enorme multitud de fanáticos para conducirlo a su casa en la actual calle de Emeteria Valencia.
Tiempo después dado a los resultados favorables obtenidos, la Junta de Mejoras organizó nuevamente otra función de box en el mismo recinto, el domingo por la tarde del 25 de Noviembre, en la que previamente ya se contaba con localidades apartadas días antes de la contienda. La misma hazaña se repetiría; pues se volvieron a enfrentar Eduardo y David en la pelea estela y una vez más resultó victorioso el boxeador celayense.
La pelea tuvo buena aceptación por parte del los celayenses, pues a ésta última función asistieron, el gobernador del estado de Guanajuato, Agustín Arroyo Ch, Jesús Yáñez, para ese entonces presidente de Celaya, el ingeniero Carlos Ramírez, gerente del Banco Agrícola Ejidal, y el señor Olalde Trinidad, empresario celayense.
Si bien, estas dos últimas peleas habían dejado huella entre los fanáticos celayenses, lo mejor estaba por venir. Y es que Celaya poco a poco se transformaría en una plaza propicia para el boxeo nacional, pues paulatinamente se presentarían carteleras que nada envidiaron a las de la Arena México, suceso que fue aprovechado por los nacientes boxeadores celayenses que asimilaban, técnicas y tácticas en el sentido pragmático-metodológico en aras de un mejor desempeño boxístico regional. Pero no sólo habían sido los emergentes boxeadores locales, sino la misma sociedad celayense la que también se vio beneficiada con tan buenas carteleras, como lo fue la función del 2 de enero de 1932 en el teatro Cinelandia, en el que el cubano, Ángel “Kid” Sánchez, recién llegado de su natal isla a México, arribó a Celaya en tren para enfrentar en una pelea estelar al magnífico Eduardo del Castillo Negrete, siendo el cubano recibido en los andenes de la estación por una gran banda de música y un grupo considerable de simpatizantes celayenses del boxeo.
Qué decir de la función del 16 de enero del mismo año, en la que se presentó Luis Villanueva, mejor conocido como “Kid Azteca”, considerado uno de los primeros boxeadores mexicanos en participar en cuadriláteros de los Estados Uidos.
Poco a poco este deporte iría en crecimiento, de modo que paulatinamente se fue incorporando infraestructura nueva, propia del boxeo en Celaya, pues el día 17 de abril, el promotor celayense Luis H. González adquirió un ring reglamentario profesional que a su vez estrenarían dos grandes figuras del boxeo nacional, Francisco “El Firpo mexicano” Segura y el español nativo de Bilbao, “Tony Portela”
Es importante mencionar que ésta primera etapa del espectáculo boxístico en Celaya, también contó con una faceta altruista; pues para el día 1 de mayo la empresa del señor Luis González, junto con el semanario el Informador, organizaron un evento de box del cual donarían el 50 por ciento del total de las entradas para el festejo del día de las madres llevado a cabo en el jardín principal el día 10 de mayo de ese mismo año.
Mientras que para el mes de julio del año de 1932 surgiría un nuevo promotor de boxeo en Celaya, que estrenó su primera cartelera en la región el día 31 de ese mes, contratando a lo que fue una de las figuras internacionales de aquellos ayeres, el norteamericano Tommy White, para enfrentar al ídolo nacional, Manuel Zermeño, dentro de las instalaciones del Cinelandia. [pic 3]
Tommy White de camiseta recortada a rayas. Visitó Celaya en 1932
Es importante destacar que durante esta pelea se cruzaron un gran número de apuestas, fenómeno que dejaría una considerable derrama monetaria en Celaya y la región donde las ganancias económicas, para esa época, fueron una rareza.
Pero esa no fue la única ocasión que Celaya se vestiría de gala y que de alguna manera se viera beneficiada de ese beneplácito derrame económico, pues para el día primero de octubre a Celaya llegó, Rodolfo “El Chango” Casanova, figura importante del boxeo internacional en la década de los 30s, para enfrentarse al gran “Chucho Nájera”, ofreciendo una de las mejores peleas, hasta ese entonces, vistas en tierras abajeñas.
En lo referente al ídolo celayense, Eduardo del Castillo Negrete, como pocos boxeadores, había crecido bajo el seno de una familia adinerada de la región, nacido en el año de 1913, Eduardo había sido un hijo de la Revolución y posiblemente un protagonista de las cruentas y desastrosas batallas de Celaya. Eduardo venía desempañándose como un boxeado de peso gallo natural, pues él había participado en casi todas las carteleras que llegaron a Celaya. Para los managers que venían acompañando a sus peleadores de la ciudad de México, del Castillo Negrete fue un descubrimiento importante. Con un record favorable de victorias a su favor, fue una señal clara de que el boxeo en provincia estaba creciendo y con la adecuada promoción de nuevos boxeadores nacionales, Eduardo podría ser una parte importante del negocio del boxeo. De tal forma que el ídolo celayense emigró a la ciudad de México donde entabló comunicación con el norteamericano, Jimmy Fitten, promotor, manejador y entrenador; nombrado padre del boxeo moderno mexicano.
Finalmente Eduardo regresaría a su ciudad natal, para competir por el cinturón de campeonato de la ciudad de Celaya el día 12 de noviembre de 1932, en esa ocasión Eduardo tuvo que medirse ante Ramón Bustamante para dejar en claro de una vez por todas quien era el verdadero campeón local, y para el día 3 de diciembre la prensa local anunciaba; ”Castillo Negrete es Nuestro Campeón”. En una pelea pactada a 10 asaltos, fue toda una guerra entre ambos, pues Del Castillo había enviado a la lona a su rival en el transcurso del séptimo round, consolidándose así una vez más, en el primer héroe deportivo que haya visto jamás la ciudad de Celaya.
Finalmente, de esta manera se reconstruye, se inserta y se escribe, a través del deporte boxístico, fungiendo éste como un microscopio social que pudiese servir para acercarnos al pasado histórico regional; una microhistoria sociocultural que quedará fraguada para la posteridad para el municipio de Celaya.
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