Las cruzadas.
Enviado por Ledesma • 16 de Enero de 2018 • 2.368 Palabras (10 Páginas) • 331 Visitas
...
De Antioquía salieron los cristianos rumbo a Jerusalén, en mayo de 1.098, pasaron por Sidón, Tiro, San Juan del Acre y Cesárea, aprovechando para abastecerse de los comerciantes que cruzaban el Mediterráneo. La Santa Ciudad cayó en poder de los cruzados el 15 de julio del 1.099, después de un sitio de cuarenta días y se recobró el Santo Sepulcro. Habían permanecido 463 años en poder de los musulmanes. Se fundó el Reino de Jerusalén, cuya cabeza principal fue Godofredo de Bullón, quién murió al año siguiente. El reino duró hasta 1.187, cuando la retomó Saladino.
c) Segunda Cruzada
La caída de Edessa, en la Mesopotamia, en 1.144, en poder de los turcos, fue la causa de la segunda campaña. San Bernardo, monje francés (1.091 - 1.153), había predicado esta cruzada, estuvo al mando el emperador Conrado 111 de Alemania y Luis VII de Francia.
En 1.147, los hombres comandados por Conrado de Alemania, marcharon al Medio Oriente, al arribar a Constantinopla tuvieron que soportar las mismas contingencias que la expedición de Godofredo de Bullón. Logrando un entendimiento con el Emperador bizantino incursionaron hasta Nicea; pero, antes de llegar a esta ciudad fueron interceptados por los turcos
Continuaron los franceses siguiendo la ruta de los alemanes. Una vez en Constantinopla se les presentaron los mismos problemas, que fueron solucionados, esta vez, usando la fuerza. El Emperador de Bizancio se vió obligado a facilitarles barcos para cruzar el Bósforo y vituallas para continuar la campaña. Se encontraron con lo que quedaba del ejército de Conrado; pero, este Emperador, por problemas de etiqueta, se separó. Los franceses, solos, fueron derrotados por los musulmanes en Siria; llegaron a Jerusalén donde se les unieron nuevamente los alemanes-, mas, las desavenencias surgieron nuevamente, hasta que la cruzada tuvo que disolverse.
d) Tercera Cruzada
La persistente idea de devolver la Tierra Santa a los dominios de occidente, animaron a los Papas Gregorio VIII y Clemente VII, a una nueva contienda contra los musulmanes, que aún detentaban el control de toda Palestina. Además, Saladino, al recuperar Jerusalén, opuso la "Guerra Santa" contra los cristianos. Esta vez, la predicación de esta nueva Cruzada, fue hecha por Guillermo, Arzobispo de Tiro, en el Asia Menor.
En 1.189 la expedición partió al mando de: Federico I, Barbarroja. de Alemania, Ricardo I. Corazón de León de Inglaterra y Felipe Augusto de Francia.
Los alemanes al mando de Federico, Barbarroja siguieron el camino de las anteriores cruzadas. En Bizancio soportaron los mismos contratiempos. Superadas las contingencias, el monarca Alemán, siguió camino a Jerusalén, sufriendo acometidas de los ejércitos turcos. Infelizmente no pudo llegar a la Ciudad Santa a causa de su fallecimiento al cruzar el río Cidno; su hijo, Federico de Suavia, tomó el mando dejado por su progenitor; con muchas dificultades, llegó a San Juan del Acre, donde también falleció a causa de una enfermedad.
Continuaron la expediciones inglesas y francesas. Esta vez cambiaron el rumbo. Prefirieron un tráfico marítimo por el Mediterráneo, vía la isla de Chipre. Ricardo I, se embarcó junto a su ejército en el puerto de Marcella y Felipe Augusto, de Francia, lo hizo en Génova; ambos arribaron a San Juan del Acre y empezaron las hostilidades con victorias parciales sobre los musulmanes. La disputa entre los monarcas acerca de quien gobernaría Jerusalén, ensombreció la campaña. Saladino, el Sultán de Siria, aprovechó estas desinteligencias de los europeos para infringirles una derrota. Hizo pacto con Ricardo Corazón de León, y logró que Saladino autorizara el libre acceso de los peregrinos al Santo Sepulcro con un armisticio de tres años, tres meses, tres semanas y tres días.
e Cuarta Cruzada
Saladino murió en el año 1.193. Tanto el Papa Celestino III, como el Emperador de Alemania, coincidieron en aprovechar la confusión causada por esta muerte en el Imperio Árabe, para enviar una nueva expedición con el fin de retomar la Tierra Santa. El encargado de predicar esta Cruzada fue el monje Fulco de Neully.
Por excusas del Emperador, el ejército cristiano fue conducido por el Arzobispo de Maguncia. Llegado a oriente, arrebataron Beirut y otros lugares importantes a los musulmanes; sin embargo, la muerte del Emperador, afectó a esa primera campaña y tuvieron que regresar a Europa.
La segunda expedición, se dirigió por Venecia. Previo pago de una apreciable -antidad al Dux de aquella ciudad y ayudarle, además, en la recuperación de a ciudad de Zara del poder húngaro, les proporcionó embarcaciones para cruzar el Adriático hasta Palestina. No obstante, se dedicaron a una campaña para reponer en el trono a Isaac, en Bizancio, con el fin de que éste también facilitara medios para continuar la lucha por los santos lugares. Ante la imposibilidad de que el Emperador
repuesto cumpliera sus ofrecimientos, y pese a las protestas del Papa Inocencio III, los cruzados, en poder de Constantinopla y con grandes riquezas a disposición, prefirieron crear el Imperio Latino, con Balduino de Flandes, como Emperador.
f) Las últimas cruzadas
Hubieron cuatro intentos más. La Quinta Cruzada, entre 1.217 y 1.221, fue dirigida contra los turcos de Egipto y estuvo al mando del rey de Hungría Andrés II. Logró la rendición de la ciudad de Damieta, pero no cumplio con los demás objetivos y fracasó.
La Sexta Cruzada, fue animada por el Papa Honorio III y participaron las órdenes de caballería recientemente fundadas -hospitalarios, templarios y teutones-, el Patriarca de Jerusalén y Juan de Briene
Fué comandada por Federico II de Alemania emperador de Alemania, acordó con los árabes una tregua de 10 años logrando la devolución de las ciudades de Jerusalén, Belén, Sidón y Nazaret, conviniendo de que en la Ciudad Santa fuese establecida una mezquita para los oficios religiosos islámicos y los cristianos tuviesen libre acceso al Santo Sepulcro. El Papa, que lo había excomulgado no aceptó el convenio.
La Séptima y Octava cruzadas fueron encabezadas por Luis IX (San Luis), rey de Francia. Luego de un desastroso invierno en Chipre, llegaron a Egipto, donde después de de una favorable contienda sus tropas fueron reducidas por el hambre y las epidemias. Luis cayó prisionero y fué liberado a cambio de un rescate y la devolución de la ciudad de Damieta. El rey francés aun se quedó cuatro años más en los territorios ocupados por los cristianos.
La
...