MARIO LIVERANI. EL ANTIGUO ORIENTE, HISTORIA SOCIEDAD Y ECONOMÍA. CAPÍTULO 3.
Enviado por Jillian • 28 de Enero de 2018 • 1.956 Palabras (8 Páginas) • 788 Visitas
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[7.500-6.000] FASE NEOLÍTICA.
Período plenamente neolítico: comunidades de aldeas sedentarias (250 a 500 personas –se agrandan las comunidades-); casas de barro o adobe cuadrangulares –significado social: mientras la cabaña redonda corresponde a una estructura familiar basada en núcleos no ampliables, la casa cuadrangular permite ampliaciones y tiende a formar agregados-; indicios de cooperación interfamiliar; se afianzan técnicas propiamente neolíticas: tejidos (lana, lino), cerámica, primera utilización del cobre forjado; economía basada en el cultivo –gramíneas y leguminosas-; cría de ovejas, cabras y cerdos –y al final de período también se crían bóvidos-; comunidades de aldea productores de su propio alimento que se distinguen entre sí por sus recursos y el grado de desarrollo tecnológico y que mantienen una relación de intercambio (incluso a larga distancia) de materiales preciosos y fáciles de transportar. Neolítico Acerámico B.
[4.000-4.500] CRISIS (¿¿?¿?¿?¿?¿?¿ PREGUNTAR)
Detención y crisis de poblamiento en todo el Creciente Fértil. No se sabe bien si esta crisis tiene algo que ver con cambios climáticos (sequías)
[6.000-4.500] FASE PLENAMENTE NEOLÍTICA EN EXPANSIÓN.
Se expanden las técnicas productivas desde el arco situado al pie de las cordilleras, donde se habían experimentado, hacia las mesetas iraníes y anatólicas y hacia la llanura mesopotámica –dos medios que una vez conquistados por la colonización agropecuaria mediante operaciones infraestructurales de roza, drenaje y regadío, brindan espacios mucho más amplios que los nichos intramontanos originarios.
Se comienza con la cocedura de los alimentos a raíz de la introducción de la cerámica (>) A veces se usa la cerámica para guardar líquidos, aunque con poca frecuencia. Se especializan las puntas de flecha para cazar. Se propagan elementos de hoz para segar las gramíneas. Se propagan hojas largas (>) para sacrificar y esquilar reses. Instrumentos varios de madera, no han llegado hasta nosotros (por no poder conservarse debido a que son orgánicos) pero seguramente fueron muy utilizados en las operaciones agrícolas (arado y siembra)
La estructura social se centra en uno o unos pocos cabezas de familia (> o >), con divisiones tajantes por sexo, edad y procedencia, pero las diferencias sociopolíticas son bastantes relativas. Todavía no aparecen diferencias significativas de rango. Estructura social compuesta por familias nucleares reunidas en familias extensas y comunidades gentilicias.
RELIGIOSIDAD: En las comunidades se advierte una religión profusa que ha dejado muchos rastros en objetos y representaciones. Religiosidad que tiene dos aspectos complementarios: aspecto funerario (veneración de los antepasados) y aspecto relacionado a la fertilidad (humana, vegetal y animal) ¿Por qué ‘complementarios’? porque “…las meditaciones neolíticas acerca del paralelismo entre reproducción animal (basada en la penetración sexual) y reproducción vegetal (basada en enterramiento de la semilla) establecieron cierto paralelismo entre enterramiento de los difuntos y renacimiento multiplicado de las semillas.”[6]
¿Por qué se habla de ‘religiosidad’ y no de ‘religión’? Porque el simbolismo y las representaciones están asociados a los hechos naturales como la fertilidad y la mortandad y no a divinidades individualizadas.
¿’CIUDAD’? Aquí Liverani se detiene. Dice que es anacrónico referirse a ‘ciudad’ respecto a asentamientos neolíticos. Critica a los que aplicaron este concepto, por ejemplo, teniendo en cuenta el caso de Jericó (con su muralla y torreón) Para Liverani, estas obras son, sin duda, para la defensa pero eso no implica un carácter urbano: simplemente son el fruto del trabajo coordinado de toda la fuerza laboral de la comunidad local –y ello no basta como para plantear un posible poder político central capaz de movilizar esa fuerza-. Simplemente, comunidades con estructura paritaria y escasa coordinación > pueden realizar obras similares. ¿Y los santuarios? Bueno, Liverani dice que son tantos que precisamente esa es la prueba de que no había ni especialización ni centralización de la actividad de culto. No se puede deducir la existencia numerosa de una casta de sacerdotes. No hay carácter público del culto, sino familiar. Cada cual hace su culto en su casa o en la del > particular. Hay atomización de culto. No hay especialización y jerarquías funcionales, sino difusión familiar.
Existieron elementos lingüísticos y elementos culturales, o las decoraciones en cerámicas, que hablan de un cierto grado de diferenciación étnica. Una suerte de intención de diferenciación étnica. Una forma de decir ‘nosotros’ y ‘los demás’. Una suerte de identificación que a partir de fronteras lingüísticas, fronteras de la cultura material y fronteras étnicas (las relacionadas con la conciencia o presunción de un origen común) y que, dice Liverani, varía según la época e incluso suele ser bastante bajo e, inclusive irrelevante. Pero no descarta la sospecha que en situaciones menos complejas hubo cierto paralelismo entre lengua, cultura y etnia. Pero, Liverani concluye al respecto que, no podemos decir cuál era la situación en el Neolítico. En el caso de que hayan existido, de que haya existido cierta conciencia de las peculiaridades culturales propias frente a las extranjeras, no se puede atribuir a ello ningún valor político –o meramente se trataba de un horizonte ‘político’ con un alcance simplemente local. En este caso, tenemos una dimensión ‘política’ y económica puramente local, pero existen agregados culturales a escala regional: relaciones que anacrónicamente se podrían llamar ‘comerciales’. No hay contradicción entre lo ‘político’ y productivamente local y la existencia de un cierto tráfico, incluso a larga distancia. ¿Se trata de alimentos, por ejemplo? No. “Todo lo necesario para el sustento y el equipamiento de la comunidad se tiene que conseguir en un radio de pocos kilómetros. El transporte a larga distancia de comida o materiales voluminosos sería demasiado oneroso para la cultura neolítica. Pero hay materiales > (para los valores de la época) que no son voluminosos ni pesados y se convierten en objeto de intercambio…”[7] [como por ejemplo la piedra volcánica ‘obsidiana’]
Esto se trataba de ‘trueques’.
CONCLUSIÓN:
“…Oriente Próximo, durante el Neolítico mantiene su estructura de células
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