NAZISMO: LA REANIMACIÓN DE ALEMANIA DESPUÉS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

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NAZISMO

El nuevo gobierno nazi, buscaba cumplir las propuestas contenidas en una obra escrita por Hitler –durante su estancia en la cárcel tras fracasar un golpe de Estado- llamada Mi lucha (en alemán Mein Kampf), que con el tiempo se volvería la Biblia del Nazismo (Delgado, 2001). Lo primero que Hitler realizó para tener un Estado Totalitario (al igual que Italia, en donde Benito Mussolini lo explicaba como “Todo en el Estado, nada fuera del Estado ni contra el Estado”) fue desaparecer a todos los partidos políticos, el único partido que gobernaría a partir de ahora sería el partido nazi. Para lograr lo que llamaba “la purificación de la raza”, comenzó la persecución –principalmente- contra judíos y comunistas, pero además se procuraba que los niños aprendieran a muy temprana edad la superioridad de su raza, para esto, fueron quemaron libros y revistas que al Estado nazi no le convenían, principalmente se eliminaban libros no alemanes. Posteriormente, se dictaron ciertas leyes que prohibían los matrimonios mixtos y se recalcaba el odio hacia los judíos, las personas inconformes con esta situación se vieron en la necesidad del exilio. Según Gloria Delgado, la política económica se dividió en dos fases. En la primera de 1933 a 1935, para lograr los objetivos económicos, tenía que existir una primacía del Estado, es decir el Estado tenía un estricto control con los empresarios, pero no intervenía directamente en la producción. Los empresarios colaboraron dejando ingresar a más trabajadores. El Estado otorgó empleos principalmente en la construcción de obras públicas como ferrocarriles, puertos, aeropuertos y autopistas (Delgado, 2001). Para motivar a los trabajadores a ser eficientes, se trató de mejorar sus condiciones de vida –en materia de vivienda y nutrición, e incluso se les comenzó a dar vacaciones-, como el Estado necesitaba mucha población para producir, llegó a premiar a las familias numerosas. Esta situación cambio cuando el país inició el rearme, pues la motivación –dado su sentimiento nacionalista- sería a partir de ahora ayudar al país, luchando para mejorarlo, y si había guerra se debería morir por el con orgullo. La segunda fase de la política económica, se dio de 1936 a 1939 (inició de la Segunda Guerra Mundial) y pretendía alcanzar una independencia de su economía, además de reactivar la industria de armamentos en cuatro años. Se presentó una situación difícil para el tercer Reich, pues la inflación se disparó de repente, una de las opciones para solucionarla era iniciar una guerra, pues con las guerras siempre mejora la economía. En términos de política exterior, Hitler trató de llegar a acuerdos con otros países para no entrar en guerra, pero sus ambiciones expansionistas no hicieron posible esto, y debido a esas intenciones se inició lo que sería la Segunda Guerra Mundial, pero ese ya es otro tema.

CONCLUSIONES

Debido a la situación crítica que vivía Alemania después del primer conflicto mundial, Hitler –y su partido- aprovechó la vulnerabilidad de la población, para prometerles un cambio verdadero, pero muchas otras personas lo siguieron porque veían al nazismo como la cura contra la enfermedad del comunismo. Hitler logró reanimar al país, a pesar de que el Tratado de Versalles procuraba lo contrario, sabía que esto generaría conflicto con los demás países, pero no le importaba tener que dar la revancha, pues el sentimiento nacionalista del país germano no concebía la derrota, ni la humillación para Alemania. Para afirmar la superioridad de la raza aria, se basaban en teorías neodarwinistas, que afirman que solo los más fuertes sobreviven, pero ¿Quiénes eran los más fuertes?, acaso las personas negras -al sobrevivir a situaciones extremas de pobreza- ¿No son más fuertes? Bien es sabido que las guerras siempre mejoran la economía de un país, pues la producción aumenta, así que una de las salvaciones para Alemania era iniciar una guerra, lo hizo pero cometió grandes errores, y por esta razón, regresó a la misma situación en la que se encontraba al principio, aunque posteriormente logró recuperarse, pero ese ya es otro tema.

BIBLIOGRAFÍA

- Delgado de Cantú, G.M. (2001). Historia Universal (3ra. ed.). México: Pearson Educación.

- Hobsbawm, E.J. (1998). Historia del Siglo XX. Buenos Aires: Crítica.

- Montenegro, W. (1980). Introducción a las doctrinas político-económicas. México: Fondo de Cultura Económica.