“NUEVOS HOMBRES, NUEVOS IDEALES, NUEVOS PROCEDIMIENTOS”

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En la economía venezolana predomina el monocultivo siendo el café, el producto de mayor exportación la cual se ve afectada por las fluctuaciones del mercado internacional. En la década de los 80’s esta en auge alcanzando hasta un 54,6%, en los 90’s llega hasta el 74,2%[4] y a partir de 1989 empieza el declive de las exportaciones de café llegando a una caída del 60% de su precio, decayendo gradualmente la economía del país consecuencia de la vulnerabilidad de la estructura de producción de depender de un solo producto, llevando al mismo a la ruina. “La producción nacional es casi nula y se importa la mayoría de los insumos básicos”[5]. De acuerdo a la ganadería, por las incesantes y progresivas deudas, una tras otra, fueron muertas miles de cabezas de ganado vacuno provocando el debilitamiento en esta zona productiva en el país.

La ruina progresiva del país también se ve influida por la suspensión del pago de la deuda externa por el decrecimiento de los ingresos provocado por la caída de los precios del café; por los múltiples prestamos pedidos tanto a las empresas extranjeras[6] como a los bancos que se abrieron como el Banco de Maracaibo (1882), el Banco de Venezuela (1890) fundada por Manuel Antonio Matos[7], importante figura bancaria de la época; el Banco de Caracas (1890), que entre sus accionistas se encuentran dueños de casas comerciales como H. L. Boulton, Mendoza y Cía., Brandt y Sucs., Oscar Braschi y Sucesores, Eleuterio Morales y Cía.

Otra debilidad de esta época es el sistema monetario en que se opera bimetálico puesto que se emplea la plata y el oro, donde la cotización del oro es mas alto que el de la plata, por ser utilizado el oro en el mercado internacional, provocando inflación y manipulación de los precios de cambio entre la plata y el oro.

Este bimetalismo resulta desastroso para la economía nacional permitiendo a los especuladores, apoyados por funcionarios inescrupulosos, pagar en plata devaluada dentro del país y vender las cosechas en oro en el exterior asegurándose una ganancia en el cambio. Esto genera un alto costo de la vida y una acentuada inflación que caracteriza todo este período.[8]

A pesar de todo lo antes nombrado, la balanza comercial del país se mantiene favorable y la imagen de Venezuela es positiva, considerándola como la ‘Tierra de esperanzas y oportunidades’, una mina de hacer dinero, por las empresas extranjeras para invertir por los intereses y garantías que promete el gobierno venezolano, siendo insostenibles para el mismo. Esto trajo como consecuencia al monopolio abusivo dentro de algunos mercados, por las concesiones exclusivas a las empresas extranjeras, cerrando el mercado para las empresas criollas.

- El Cabito en sus primeros pasos

Cipriano Castro nació en un pueblo llamado San José de Capacho del Estado Táchira el 12 de octubre de 1858. Su padre, Don José del Carmen Castro se dedicaba al comercio en Capacho. Nace en la época de la Revolución Federal, que perseguía el Liberalismo Amarillo implantada por Antonio Guzmán Blanco, a través de intervención militar en 1870 en el Gran Estado Los Andes, incluyendo Táchira.

Sus estudios de bachillerato lo realizo en el seminario de Pamplona en el departamento de Santander, en Colombia, mandado por su padre que quería que su hijo fuese cura. Este periodo influyo en Cipriano en su formación ideológica, el liberalismo santanderino, basado en los principios de federalismo, justicia social, anticlericalismo y libertades civiles.

En 1878 empezó su vida política, participando en la toma de San Cristóbal por ir en oposición del nuevo gobernador. En 1884 fue encarcelado en el reten de San Cristóbal por un incidente personal con el cura Juan Ramón Cárdenas, de donde se fuga y se refugia en Cúcuta. Aquí conoció a Zoila Rosa Martínez, con quien se casa el 11 de octubre de 1886, con tan solo 28 años de edad.

En junio de 1886 invade Táchira, junto con el General Segundo Prato y Buenaventura Macabeo en oposición al jefe liberal el General Espíritu Santo Morales. Esta revolución dura poco y es controlada por Antonio Guzmán Blanco. En este momento ‘El Cabito’ haciende a General, figurando dentro de la política local del Gran Estado Los Andes. En el entierro de los jefes de la invasión en 1886, que “conoció a Juan Vicente Gómez, su compadre y futuro compañero de aventuras y quien fue luego, también se convertiría en el instrumento de su propia caída”[9].

En 1888 es nombrado como gobernador de la sección del Táchira, por el presidente del Gran Estado Los Andes, Carlos Rangel Garbiras. Pero el choque de ideologías (Rangel conservador y Castro liberal) trajo rivalidad entre ellos. En 1890, Castro es nombrado diputado de la Sección del Táchira al Congreso Nacional en Caracas.

En marzo de 1892, Joaquín Crespo inicia la Revolución Legalista contra las pretensiones constitucionales de Anduela; Castro era partidario del gobierno y esta encargado de mantener a Los Andes bajo control, pero al final triunfa Crespo y Castro es exiliado junto con Juan Vicente Gómez, en las cercanías de Cúcuta, donde permanecerá siete años, estando al tanto de los acontecimientos en Venezuela: Joaquín Crespo en el poder, la crisis en 1895 con Gran Bretaña y las fronteras entre Venezuela y Guayana, la creciente corrupción de los poderes públicos, las elecciones de 1897 y la muerte de Crespo en la Mata Carmelera. En 1899 invade a Venezuela bajo la bandera de la Revolución Restauradora.

- El “Mocho” Hernández VS. Ignacio Andrade

Para las elecciones estipuladas para 1897, Joaquín Crespo garantizo que seria libre para el periodo de 1898-1902, que el libre ejercicio de la publicidad como de partidos e ideologías a tratar. Se presentaron cinco candidatos, de los cuales solo dos resaltaban: Ignacio Andrade, candidato designado por Joaquín Crespo, y José Manuel Hernández, alias el “Mocho” Hernández.

La popularidad del “Mocho”, su imagen de hombre honrado y la campaña política que utilizo, métodos electorales perfeccionados de los Estados Unidos; marca hito en las campañas electorales modernas, primera vez vista en Venezuela, haciendo giras de alcance nacional con concentraciones públicas, afiches, botones e imágenes del “Mocho”, la captación de votos mediante el envío de cartas de corte personalista y la visita puerta por puerta.

Se rescato durante estas elecciones el sufragio universal, directo y secreto del presidente de la republica, por aquellas personas que cumplieran con los siguientes requisitos para hombres mayores de 21 años. La votación se llevo a cabo el 1º de