RETOS EN LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
Enviado por Rebecca • 18 de Septiembre de 2018 • 2.184 Palabras (9 Páginas) • 259 Visitas
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El profesor renovado debe de compartir con honestidad y sencillez que la verdad que predica es personal, debe asimismo tener claras sus metas ya que los últimos estudios sobre el funcionamiento del cerebro indican que para alcanzarlas es muy importante la visualización de los modelos y objetivos que se desea obtener, deberá (Simarro, 2008):
- Reconocer que no es lo mismo instruir e informar que educar.
- Conocer muy bien su memoria.
- Preocuparse por seguir aprendiendo.
- Saber ser compañero de sus alumnos.
Como sabemos, en nuestra sociedad encontramos una serie creciente capacidad tecnológica para almacenar mayor cantidad de información, transmitirla cada vez[k] más rápido y con mayor capacidad de difusión; ello es lo que se denomina “Sociedad de la información” podemos entender[l] la apropiación crítica y selectiva de la información protagonizada por ciudadanos que se quieren y como aprovechan la información. Por otra parte, encontramos la “Sociedad del conocimiento” podemos entender la apropiación crítica y selectiva de la información protagonizada por ciudadanos que saben qué quieren y como aprovechan la información. Así pues, tenemos un nuevo reto: aprender a gestionar, en este nuevo contexto, la información y el conocimiento.
Y si esto es así, tambien existen nuevas formas en el proceso de aprendizaje. Quién no ha oído hablar ya del e-learning (aprendizaje virtual). Son nuevas formas de aprender, de tomar contacto con el conocimiento, o por lo que se están alternando, y aún más lo harán, nuevas formas tradicionales o habituales, por decirlo así, de concebir el aprendizaje. Y en ello tienen mucho que ver la introducción de las denominadas TIC, estableciéndose una “nueva cultura de aprendizaje a la que la escuela no puede dar la espalda” (Valdivia, 2006).
En efecto si existen cambios en el proceso de enseñanza- aprendizaje, el contexto en el que este se desarrolla (es decir, los centros de docentes), indudablemente, deben de tener en cuenta y asumir estas nuevas demandas. Para muchos, desterrar la concepción “tradicional” del proceso educativo, o lo que es lo mismo es uno de los primeros pasos a realizar para configurar un nuevo marco de aprendizaje donde:
… “Si queremos promover y consolidar esos procesos de cambio educativo, si queremos que los vientos que soplan en esa nueva cultura del aprendizaje… es necesario considerar la función de las concepciones de profesores y alumnos sobre esos procesos de aprendizaje y enseñanza (Recío, 2012).
No obstante ya viendo las primeras experiencias en torno a las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje dentro del mundo académico. Como ejemplo personal puedo decir que la historia dentro de las escuelas primarias debe de permitirle a los alumno el reflexionar sobre sus acciones en el presente y conocer el nuevo contexto educativo, de esta manera como futuros docentes podremos lograr conocer las posibilidades didácticas de los medios y recursos tecnológicos de la información y la comunicación en la práctica educativa.
Conviene subrayar que como parte de las exigencias del siglo XXI, aquel maestro que sea el encargado de impartir historia debe hacer reflexionar, tomar conciencia de lo que son sus alumnos; a fin de cuentas, la historia debe de servir como una herramienta, que ayudará a seguir progresando.
Y es destacable esta reflexión debido a que la historia es un tema que cobra importancia por la carencia de carga horaria y la poca importancia que recibe la propia asignatura dentro de los currículos escolares, sin embargo habría que pensar en que la historia es una verdadera maestra de vida, y que el poseer una conciencia histórica es un “Componente decisivo del presente de cualquier sociedad humana mínimamente desarrollada” (Moradiellos, 2001).
Es por ello que, teniendo en cuenta la situación descrita, no está demás realizarse la siguiente reflexión y buscar una respuesta para la misma:
“¿no hay motivos para preocuparse de la decadencia de las humanidades y sobre todo del oscurecimiento del ideal de educación humanista, entendida como una formación integral de la persona y no solo como su preparación restringida por las urgencias laborales? Los hay, sin duda” (Savater, 1997).
REFLEXIONES FINALES
Sin duda el papel del profesor es una pieza indiscutible dentro del proceso educativo. Es un cuerpo que debe estar muy bien formado en una sociedad complemente competitiva. Bien es sabido que en el mundo de la docencia no todo profesor tiene una vocación, lo que conlleva una especie de desmotivación, por así decirlo, de entrada a la hora de enseñar a los alumnos.
En este sentido ser profesor de historia en estos tiempos implica que una actualización y renovación constante de los métodos de enseñanza cambiar prácticas tradicionales, olvidar y dejar a un lado las largas planas, memorización y repeticiones, por la incorporación de medios audiovisuales, juegos, internet, estrategias dinámicas, elaboración de líneas del tiempo, etc.
Implica el que los niños conozcan y entiendan que ellos son historia, sus padres igual lo son, su pueblo lo es y todo lo que los rodea tiene una historia, por tanto el aprendizaje de fechas, personajes y momentos históricos, es importante, sin embargo no hay que olvidar que ello ya no resulta ser una prioridad.
Por tanto Uno de los principales retos que se consideran es la capacidad de crear entornos de aprendizaje que permitan al alumno establecer relaciones entre lo que hoy en día se vive, con lo que ocurrió en épocas pasadas.
En nuestra sociedad encontramos una creciente capacidad tecnológica para almacenar mayor cantidad de información, transmitirla cada vez más rápido y con mayor capacidad de difusión; lo que se le denomina “sociedad de la información”. Por otra parte, encontramos la “sociedad del conocimiento. Así pues, aparece un nuevo reto para la educación histórica: aprender a gestionar, en este nuevo contexto, la información y el conocimiento.
Son nuevas formas de aprender, de tomar contacto con el conocimiento, por lo que están alterando, y aún más lo harán, nuestras formas “tradicionales” o habituales, formas de enseñar. Por así decirlo, de concebir el aprendizaje. Dentro de la asignatura de Historia se busca utilizar el contexto inmediato de los alumnos dentro de su proceso de enseñanza y aprendizaje que inducen a nuevas formas de comprender el proceso educativo.
El mayor
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