Resumen Historia de la Moneda
Enviado por tomas • 5 de Junio de 2018 • 1.588 Palabras (7 Páginas) • 361 Visitas
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En Guatemala, se acuño moneda colonial hasta 1821, después de la Independencia se introdujo moneda mexicana con el cuño del emperador Agustín de Iturbide. De 1824 a 1847 se acuñaron las monedas de la Federación Centroamericana o de la llamada República Federal de CA. Estas monedas también fueron acuñadas en Costa Rica y Honduras; sus denominaciones son de un cuarto, medio, uno, dos y ocho reales en plata. Las acuñadas en oro son de medio, uno, dos cuatro y ocho escudos. Con la disolución de la Federación cada país acuño su moneda.
La moneda de Carrera, fue acuñada de 1859 a 1869, con la excepción de la moneda de un cuarto de real, lleva grabado el busto de Carrera. En este lapso se acuñaron monedas de plata y de oro, las de plata en denominación de un cuarto de real a 4 reales; y a la de 8 reales se le cambió la denominación de un cuarto de reales por un peso. De 1860 a 1864, se acuñaron unas monedas diminutas de oro, de cuatro reales; y en 1859 y 1860 fueron elaboradas monedas de un peso oro. Durante este periodo se combinaron los sistemas binario español y decimal, ya que se acuñaron, en oro, monedas de cuatro reales, un peso, dos cuatro, cinco, ocho, diez, dieciséis y veinte pesos. Durante el gobierno del presidente Vicente Cerna, se oficializa el sistema métrico decimal.
Durante el Régimen Liberal, se introduce el uso del papel moneda. El régimen de Barrios crea el Banco Nacional y en 1873 se emiten los primeros billetes de Guatemala, en la denominación de un peso, estos billetes llevaban las efigies de Barrios y de José María Samayoa, la circulación de dichos billetes duró hasta 1876, año en el que fue liquidado el Banco Nacional.
Durante el gobierno de Manuel Lisandro Barrillas en 1887 a través de la Tesorería Nacional se emitieron billetes de 1, 5 y 10 pesos que no fueron aceptados por el público por la poca capacidad del Gobierno para redimirlos.
El desorden económico creado por el Gobierno con las diferentes campañas de guerra, dio lugar a las emisiones masivas de billetes por parte de los bancos. La moneda metálica desapareció.
Después de Reyna Barrios, le sucedió el abogado Manuel Estrada Cabrera, que gobernó el país por 22 años. Durante su Gobierno continúo la emisión masiva de billetes por parte de los bancos privados; el Gobierno escasamente acuño entre 1900 y 1911 monedas de niquel de un cuarto de real, medio y un real. En 1915 fueron acuñadas dos monedas de 12 centavos y de medio y 25 centavos. En 1922 se acuño una de cincuenta centavos siempre de niquel. Y para 1923 se acuñaron dos monedas de un peso y de cinco pesos.
El desorden monetario y económico del país fue corregido por la Reforma Monetaria en 1925, aprobada por el Gobierno del General José María Orellana, por medio de esta se crea el quetzal como signo monetario y se ordena redimir los billetes pesos que circulaban, a un cambio de 60 pesos por quetzal. Al inicio de esta medida no se emitieron billetes, sino únicamente monedas de oro y plata. Las primeras fueron de 5, 10 y 20 quetzales; y las segundas de un medio, un cuarto diez y cinco centavos; en cobre las de 1 centavo A partir de 1927 de nuevo se emite papel moneda en las denominaciones de 1, 2, 5, 10 y 20, también fue emitido un billete de 100 quetzales que nunca circulo. Estos primeros billetes llevan la efigie del general Orellana. Los cuales desparecen a la llegada del general Jorge Ubico, en esta nueva serie de billetes se agregó el de 50 centavos. En 1932, 1943 y 1944 son acuñadas monedas de dos centavos.
Es importante mencionar que en todos los billetes (pesos y primeros quetzales) los motivos predominantes en el diseño son las alegorías de carácter clásico y los relacionados con la agricultura y el transporte.
Para finalizar deben mencionarse dos aspecto, uno de carácter cultural y el otro social, y económico. El primero se refiere al valor artístico de nuestras monedas metálicas El segundo aspecto es el del aprovechamiento habido con las crisis económicas por las que el país atravesó desde los finales del siglo pasado, hasta casi mediados del presente, cuando por escasez de moneda, los finqueros se dieron a la tarea de acuñar sus propias monedas para pagar los jornales. Estas monedas no fueron más que un medio de explotación a los trabajadores, pues tales fichas, únicamente tenían valor en las tiendas de las fincas, no tenía ningún valor de intercambio pues si el trabajador se iba no las podía utilizar en otra. Tampoco podían ser objeto de ahorro.
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