Resumen del Porfiriato
Enviado por Ledesma • 13 de Enero de 2019 • 3.764 Palabras (16 Páginas) • 472 Visitas
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PROPERIDAD
El avance económico fue el principal timbre de la gloria de la segunda etapa del porfiriato. Como quiera la agricultura, considerada en su conjunto, consiguió sin tomar el paso del progreso. “Las condiciones meteorológicas no son propicias en gran parte por ausencia de nieves en invierno”.
La mayor novedad en el ramo fue la aparición en la industria eléctrica que en 1900 alcanzo una capacidad instalada de 22 000 kilabatios en cuatro plantas de vapor y 14 hidroelectricas, y se quintuplico en los 10 años. En Hacia el México moderno de Ralph Roeder, se le: “bastas extensiones de terrenos vendidas a vil precio, que fructuaban entre uno o dos pesos la hectárea en el interior y unos cuantos centavos en las costas y extremidades despobladas, del territorio originaron nuevos que diferenciaba de los antiguos únicamente por que estaban destinados a fomentar la explotación productiva del suelo.
En la etapa de 1888-1903, la casta de los rancheros (arrendatarios y pequeños propietarios) cosa de medio millón de hombres) también se desliza paulatinamente el modo de producción lucrativa para el mercado. Como quiera salen adelante no padecen mayores apuros económicos. Bendicen la paz porfirica, visten trajes de charro con sombreros de altísima copa. Y falda tapapueblos. Son gente de a caballo y rifle muy conocida en Guanajuato, Michoacan y Jalisco. No era igual la vida jornalera en la haciendas “antes” y en las haciendas de “ahora”. Los uncidos a las fincas abastecedoras de mercados, los gañanes de las plantaciones de algodón, azúcar, tabaco, enequen y mezcal, los operarios del progreso del país, los braseros regeneradores de la patria fueron sometidos a un riguroso régimen de tarea de sol a sol, cárcel y servidumbre por deuda al patrón. La vida de obreros y empleados no fue generalmente feliz. El desarrollo capitalista le exigió muchos sacrificios. Los patronos del progreso se sentían educadores, estaban temerosos de que sus dependendientes calleran en los vicios tradicionales del pueblo de los que habían sido rescatados, se les concedia tiempo para el ocio. Las huelgas fueron frecuentes, sobre todo en el distrito federal. Hubo abundantes huelgas en 1895 pero las mas aparatosas parecen haber sido las de los 700 obreros textiles de la colmena en 1898 y la de 30 000 tejedores poblados en 1900. Y sin embargo al periodo cumple el régimen de Díaz no se le puede llama Strucsus Sensu, gobierno clerical, los burgueses practicaban el protestantismo o abandonaban las practicas religiosas o se afiliaban a las religiones fuera del catalogos como la religión de la patria, o mas aun como la religión de la ciencia.
La educación fue flacamente burguesa a la medida de los citadinos de clase media y aun alta. La culturaj superior fue aun mas burguesa se mantuvo recluida en la ciudades mayores en la espuma social. La diversión alcanzo entonces momentos cumbres: los combates de flores en el paseo de la reforma; las exposiciones anuales de plantas en san angel; las carreras en bicicleta el ballet o “pantomima lirica”; los suntuosos bailes en el palacio, las embajadas y los paraleces. En suma como el toso el mundo Cristiano, en México hubo properidad de 1888 hasta 1904 bastante mas que otros países del occidente, la bonanza económica únicamente beneficio a unos cuantos,
Lectura 7
EL OCASO DEL PORFIRIATO
Resumen
La danza de los viejitos puede simbolizar la conducta política y económica de México a partir de julio de 1904. Porfirio Díaz cumplía los 75 años muy derecho y solemne, más no sin la fatiga, los achaques, las grietas y las cáscaras de la senectud. Ya no era el roble que fue. Las ideas se le iban y no le venían las palabras, le suprimía la suspicacia senil y desconfiaba de sus colaboradores más que nunca.
La edad promedio de ministros, senadores y gobernadores era de 70 años. Los jovenazos del régimen, apenas sesentones, constituían la cámara baja. En otros términos, los báculos de la vejez del dictador eran casi tan viejos como él, y algunos más chochos. Por otra parte, los científicos nacieron en la franja temporal 1841-1856, y por esa causa pertenecían al 8% de sus compatriotas de más de medio siglo. La república era una sociedad de niños y jóvenes regida por un puñado de añosos.
En 1904 a 1908, el mayor apoyo de la dictadura fueron los hombres de empresa, no los ricos del abolengo, carentes de imaginación y gusto para las actividades lucrativas; sí la nueva burguesía formada por extranjeros y nuevos ricos mexicanos, seguía metiéndole acelerador al progreso económico. Las inversiones extranjeras acudieron cada vez más en mayor número.
Los empresarios agrícolas, aun algunos de los antes reacios, hicieron menos lenta la marcha de la agricultura. Solo la producción maicera se mantuvo en su pachorra. Las subas en los frutos agrícolas de interés industrial fueron en caos verdaderamente asombroso. En lo tocante, a productos agrícolas para la exportación, hubo de todo. En la ganadería hubo asomos de arranque y nada más. El ritmo de la extracción de los metales preciosos vuelve a ser más ágil que el de los industriales.
Por otra parte, comienza a ser significativas las exportaciones de productos manufacturados. En general, el comercio exterior pierde algo de impulso, pero sigue cuesta arriba y con un saldo en favor de México, de buenos millones anuales. Estimadas en peso de 1900, las importaciones ascienden desde 180 millones en 1904 hasta 225 en 1907; las exportaciones, de 222 millones de 246. El comercio interior se expande junto con los ferrocarriles. El progreso y el orden dejan de ser cosas de admiración para la opinión pública tanto exterior como doméstica le retira su confianza al Porfiriato.
Para propios y extraños el régimen se achica y se afea. Otros países empiezan a desmentir el milagro mexicano. De un lado recibe Díaz la Gran Cruz de la Orden del Baño y las insignias de la Orden del Sol y la visita del secretario de Relaciones estadounidenses. De otro, tiene roces de consecuencias con los países limítrofes. Así mismo, Estados Unidos comienza a saborear la caída de Díaz cuando éste inicia un flirt con el Japón y comete varios pecadillos de independencia.
Dentro de las fronteras del país, los jóvenes letrados se vuelven muy agresivos. Constituyen la generación modernista o criticona, nacida entre 1858 y 1872, aspiran a poner en práctica esos ideales y convicciones y a tal propósito ambicionaban tomar parte activa en el gobierno. Esos jóvenes adultos se transforman en críticos feroces de la situación.
Los
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