TRIBUNALES DE LA NUEVA ESPAÑA.

...

Cuando las leyes civiles quisieron incluir a la Iglesia como parte del Estado comunitario, separándolo de su inmunidad y el fuero que les garantizaba exentarlos de cualquier atrocidad, apelaron a la buena razón del Virrey, exaltando en todo momento los buenos actos y las razones divinas encomendadas por el rey supremo Jesucristo para llevar la evangelización al nuevo mundo.

De lo dicho se deduce; que aún en concepto de las autoridades eclesiásticas el fuero de la Iglesia es, á lo menos en lo civil, un privilegio concedido por los soberanos temporales a los ministros del santuario; se infiere también que en las inmunidades eclesiásticas ha habido abusos que ha sido necesario corregir, y por último se infiere así mismo que esa corrección o arreglo de dichas inmunidades es absoluta y exclusiva de los príncipes y soberanos en la tierra.

Dada esta gran importancia y protección absoluta a la Iglesia podemos dar respuesta que al día de hoy mas de 300 años después, existen representantes de la institución en cuestión que han sido perdonados de pedofilia, que sus riquezas son extremadamente abundantes e injustificadas o que inclusive muy por encima de las propias leyes de sus órganos reguladores, tienen hijos y mujeres, varias, con las que comparten sus vidas.

Concluyó con la siguiente experiencia, cuando a mí se me ha preguntado acerca de la religión que profeso, he preferido abstenerme, a responder y me declaro libre de religión, dado que las costumbres del 70% de nuestra población son solo las que fueron impuestas desde el tiempo de la colonización, y no es necesario hacer otro estudio para darnos cuenta que de ese porcentaje , mas del 80% desconoce las verdaderas razones por las que lleva esa religión. Siempre lo he dicho la Iglesia está construida y habitada por hombre y mujeres que tanto como un servidor como muchos más cometen actos que pudiera ser discutibles en diferentes grados, porque el actuar es inherente al mismo ser humano, las personas que están dentro de la Iglesia no son diferentes a cualquiera de nosotros, físicamente tienen necesidades, al igual que cualquier habitante del planeta, poseen un cerebro que les da la capacidad de pensar, sin embargo, como cualquier otro ha tenido diferentes experiencias a lo largo de su desarrollo, que lo hacen formarse y tomar decisiones que en muchas ocasiones como se ha visto pueden ser asquerosas y degradantes por aquellos que se dicen lo representantes del supremo ser. Retomando el punto, es insensato pensar que un simple juzgado eclesiástico, llevaría a cabo sus propios castigos, su particularidad de ser humano se lo impidió en ese momento y se lo impide ahora.

Bibliografía

http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/derecho_y_ciencias_sociales/Historia_del_derecho_en_Mexico.pdf

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 2ª. Edición Miguel Carbonell

Los tribunales de la Nueva España, Soberanes Fernández, José Luis