Teoría de la historia.

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El reclamo que lleva a cabo Boaventura, con relación a la valorización de los conocimientos científicos o no científicos, de las clases y grupos que han sido opacados por la acometida europea imperialista, es auténticamente un manifiesto que merece atención por parte de las comunidades académicas y no académicas. Aquí, y con base en el contexto neoliberal y de capitalismo salvaje en que se mueven las políticas colombiana, ante las cuales se encuentra la fuerte defensa de grupos ambientalistas, de género, etc., es importante tener en cuenta y analizar la manera en que los estudios históricos pueden hacer parte de estas discusiones. Puede que su carácter no halle tradición de larga duración, y su propósito un tanto utópico, pero una teoría histórica colombiana y/o latinoamericana para pensar la historia de la región Sur del globo, quizá sea una buena forma de responder a los factores estructurales de dominación que han ejercido los grupos del Norte. Y no hará falta comenzar de cero, sino a partir de un revisionismo del conocimiento que occidente nos ha legado, con relación en las prácticas culturales, sociales, económicas, etc., propias de cada uno de los grupos y clases de estas regiones geográficas.

Conclusión:

Las posibilidades para el desarrollo de un conocimiento que responda a las demandas de la sociedad, y a las demandas de conocer nuestra propia naturaleza, parecen infinitas con la posible apertura de estas Epistemologías. Sin embargo, y es algo que Boaventura de Sousa recalca con gran énfasis, es en la necesidad de aglomeraciones sociales que permitan la puesta en práctica de dichas iniciativas. Más que un intento de romper con una tradición de conocimiento eurocéntrica, es hacer revisionismo de qué tenemos, y, a partir de esto, emprender una búsqueda y explicación de nuestros propios conocimientos, tanto sociales como también, y por qué no, de las ciencias exactas.

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