Trabajo #1 “Roma: el poder y la gloria”

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Hacia 509 a.C. se declaró que los asuntos de Roma solo le pertenecían al público. Se decidió que Roma sería una república. Los dos primeros cónsules fueron Bruto y el esposo de Lucrecia. SPQR, fue el estandarte de la república, “Senātus Populusque Rōmānus” (El Senado y el Pueblo Romano).

Cada año el comité de senadores elegía nuevos cónsules quienes tomaran las decisiones en la política del gobierno, los senadores eran elegidos por el pueblo. La Republica de Roma tenía dos clases de ciudadanos: los plebeyos, que eran el pueblo en general y trabajaban como mercaderes, artesanos y agricultores; los patricios, que eran la clase elitista y tenían el poder político.

A pesar de que los plebeyos podían votar, solo los patricios tenían cargos públicos. En el 413 a.C. los plebeyos crearon un tribunal para el cual se elegían 10 hombres que representarían a su clase contra cualquier opresión por parte de los patricios o cónsules. Antes, en el 450 a.C. se crea la ley de la XII tablas, las cuales protegían los derechos de cada ciudadano.

A través de los siglos, las leyes se convirtieron en una prestigiosa profesión. Cicerón, procedente de una familia de modesta fortuna se convirtió en uno de los oradores y legisladores más prestigiosos en la historia de Roma. Los hábiles abogados demostraban sus métodos ganando casos legales, pero la mayoría de los hombres romanos demostraban su valentía en los campos de batalla.

Los romanos se independizaron de los etruscos en el 510 d.C., para asegurarse de mantener su libertad aumento su ejército. Roma continuaría luchando durante 100 años luego de proclamar su independencia contra los etruscos quienes querían recuperar su vieja posesión, pero fallaron.

Mientras los soldados romanos luchaban por la república, un hombre llamado Publio codifico sus más importantes ideas, este sistema legal marco un extraordinario precedente para las repúblicas del futuro.

Roma y la vecina ciudad etrusca Veyes se enfrentaban a través de Tíber en un constante ataque. En el 392 a.C. Roma se abre camino en Veyes. Fue la primera gran victoria de Roma, vendrían más. El ascenso de Roma era el resultado de un gran momento y para entonces parecía incontenible, pero habría una derrota que acompañaría al imperio para siempre: 386 a.C.: Los Galos. Celtas de Gales (Francia hoy en día). Las batallas constantes con sus vecinos los arrojaron fuera de su territorio y necesitaban un hogar. Le pidieron parte de su territorio a los romanos, estos se negaron y los barbaros lo tomaron por la fuerza saqueando la ciudad. “Desdichados sean los vencidos”.

Roma resurgió mas fuerte forjando un espíritu de hierro. Produjo soldados y comandantes con una resuelta dedicación al deber. Uno de los más famosos fue Cincinato, representaba todas las virtudes clásicas como ningún otro. Aunque era noble, le gustaba trabajar en el campo con sus propias manos, pero dejaba de lado su arado si Roma era atacada. Se convirtió en el modelo de los comandantes políticos que Napoleón tanto admiraba.

La seducción del Poder

En el 82 a.C. Lucio Cornelio Sila acampa con 50 000 hombres a las puertas de Roma para intimidar a sus enemigos. Sila era político y general. Por primera vez en la historia de Roma, un general desafía al gobierno, al negarle a Sila territorios para sus hombres. Sila amenazaba con matar a sus oponentes, murieron miles de personas. El reinado de terror de Sila duro solo 4 años, pero sentó un terrible precedente.

400 años antes, los romanos soñaban con algo muy distinto volviendo al SPQR. Los romanos sabían que la clave para el éxito de la republica era un liderazgo responsable, y en Cincinato encontraron un modelo de conducta legendaria. El senado romano le dio el poder absoluto para defender a Roma de cualquier tribu peligrante, dos semanas después dimitió de su cargo voluntariamente y volvió humildemente a su antiguo trabajo.

Una vez al año toda la ciudad votaba a sus líderes. La competencia por los consulados era intensa.

Hacia el siglo II a.C. Roma ya era dueña del mediterraneo. Sin embargo, Roma ocultaba serias contradicciones. Las mujeres tenían pocos derechos y no existía el sufragio universal. Las elecciones siempre eran manipuladas por los ricos. La igualdad política no era un ideal romano. El 95% de la población vivía en pobreza extrema. Esto alentaría al “padrinazgo”, el cual consistía en que los patronos ricos se encargaban de las necesidades de sus clientes pobres a cambio del voto a los patrones en las siguientes elecciones. Los ideales de la republica quedaban en peligro.

Tiberio Graco fue nieto de Escipión el africano e hijo de Cornelia. Su idea era romper con el padrinazgo. Sin embargo, Tiberio Graco fue golpeado hasta la muerte por los senadores en un ataque de ira. Revoluciono la política romana al defender las necesidades de los pobres.

Marco Tulio Cicerón dedico su vida a combatir la violencia y ambición que amenazaba a la república. Como ya se mencionó, se ganó su reputación como orador y legislador en Roma.

Regresando al pasado, había otro modelo de conducta: Rómulo, el legendario fundador de Roma, quien mato a su hermano en la lucha por el poder. La codicia y la traición eran inherentes a la fundación de Roma y amenazaban con ser las más duraderas.

Julio César tenía un profundo sentido del destino. Se atrevió a afirmar que era descendiente de la diosa Venus. Fue oficial del ejército en España. En el 59 a.C. se convirtió en comandante en Jefe de la Galia (Francia). En el 49 a.C., convenció a una parte del ejército para que marchara hacia Roma. El senado escogió a Pompeyo para defender a la Republica, pero no era rival para él.

El pueblo, hipnotizado por su grandeza le entrego los poderes absolutos de un dictador. Hizo reformas sociales y dio a los pobres lo que querían. En 44 a.C. César pidió ser dictador vitalicio. El senado lo invito para explicar sus propósitos, pero a la mañana siguiente su cuerpo fue hallado al lado de la estatua de Pompeyo apuñalado 35 veces. Aquella noche, un cometa cruzo los cielos de Roma.

Octavio y Marco Antonio se disputaban el lugar que dejo Julio César. En el 43 a.C. Marco Antonio empujo al ejército a sublevarse y cerco el senado. Cicerón volvió de su retiro y enfrento a Marco Antonio en el senado, pero termino siendo asesinado.

Octavio derroto a Marco Antonio en el 31 a.C. y se convirtió en el indiscutible gobernante del mundo romano. Comprendió que el padrinazgo era el secreto para controlar a la sociedad romana. Aumento la distribución