Trabajo final diplomatura historia argentina y latinoamericana

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Las memorias no tienen nunca una forma definitiva, se trata de relatos reelaborados, porque las circunstancias del presente cambian, la memoria entonces, más que un relato acabado es un vehículo de permanente interrogación.

[2]- mis recuerdos me retrotraen a mi infancia en un pequeño poblado de no más de 100 habitantes ubicado en el sur del departamento Santa Rosa, provincia de Catamarca, tenía unos 8 años, así que los recuerdos de esos años se difuman, algo que siempre recuerdo con claridad, fue las conversaciones en casa de mis padres en los primeros años del primer gobierno de Carlos Menem apodado el “patilludo”, por su look con melena de la que sobresalía una abundante patilla.

Este sobrenombre mencionado con sorna unas, y con ira otras veces por parte de mi padre, se correspondía con la situación económica, ahora lo comprendo, por la que atravesaba la familia cuando la inflación se “comía” el magro sueldo de empleado público y la imposibilidad e impotencia de no poder cubrir las necesidades básicas del núcleo familiar. Recuerdo esa infancia dura donde los alimentos escaseaban no solo porque el dinero no “alcanzaba”, sino también por la especulación de los comerciantes>.

En la sociedad coexisten diferentes memorias, será por la experiencia que cada uno vivió, por los intereses y diversas valoraciones que uno hace en cada etapa de la vida.

Me llamaba la atención ver en las televisión u oír en la radio la tristemente famosa palabra de el “Corralito”, de no entender del todo de que se trataba esto. Los episodios familiares nuevamente marcan las circunstancias y la crisis del 2001, fue casi como volver más de diez años y revivir esos tristes días de los primeros años de la década del ´90>.

Es curioso como los recuerdos de pequeños o grandes acontecimientos muchas veces se sintetizan en palabras claves que facilitan su entendimiento o su narración. Las dificultades socioeconómicas, durante el gobierno del Presidente Fernando de la Rúa, entre las que se destacan la existencia de millones de personas con problemas de empleo y una economía paralizada se agudizo cuando el Ministro de Economía, Domingo Cavallo, en marzo del 2001, impuso un límite a la extracción de dinero de los bancos para evitar la fuga de depósitos, surgió lo que se llamó el “Corralito”, este termino de carácter económico es recordado por la sociedad toda como el principio del fin de un modelo de políticas económicas basadas en el liberalismo más cruel para el país.

Las restricciones bancarias incrementaron el descontento, que eclosionó en dos jornadas 20 y 21 de diciembre de ese año, en manifestaciones callejeras primero y luego en saqueos a comercios, violentos episodios en Plaza de Mayo, con la implementación después de varios años del Estado se Sitio y la represión policial. Ante esta inestabilidad y sin respaldo político, Fernando de la Rúa, renunció a la presidencia.

La crisis del sistema neoliberal, implementado por Carlos Menem, en 1989, genero el caos y crisis del 2001, en los años que siguieron pasaron por el sillón de Rivadavia cinco presidentes, hasta que Eduardo Duhalde elegido por la Asamblea Legislativa para terminar el mandato de De la Rúa puso fin a la Convertibilidad, pudo darle un respiro a la exhausta economía nacional.

En abril del 2003 se realizaron las elecciones, para elegir al presidente de la Nación, resulto ganadora una de las formulas del Justicialismo, encabezada por Néstor Kirchner y Daniel Scioli. Kirchner llego a la presidencia a partir de la renuncia de Carlos Menem el otro candidato justicialista a presentarse en una segunda vuelta electoral, puesto que ninguno de los dos candidatos había logrado la cantidad de votos necesarios para ganar en primera vuelta.

El nuevo presidente asumió el 25 de mayo de 2003, en el marco de una profunda crisis económica y social pero prontamente puso en marcha un plan de revitalización de la presencia del Estado como partícipe necesario en los mecanismos que rigen la economía de una Nación.

Los Últimos 25 años de Historia Argentina; entre el Menemismo, la Crísis del Sistema Neoliberal en el 2001 y la Década Ganada”.

“A comienzos de los 80, se puso el acento en el mantenimiento de las reglas de la democracia y los objetivos planteados no iban más allá del aseguramiento de la subordinación real de las Fuerzas Armadas al poder político. La medida del éxito de aquella etapa histórica, no exigía ir más allá de la preservación del Estado de derecho, la continuidad de las autoridades elegidas por el pueblo. Así se destacaba como avance significativo y prueba de mayor eficacia la simple alternancia de distintos partidos en el poder. [3]

“En la década de los ´90, la exigencia sumó la necesidad de la obtención de avances en materia económica, en particular, en materia de control de la inflación. La medida del éxito de esa política, la daba las ganancias de los grupos más concentrados de la economía, la ausencia de corridas bursátiles y la magnitud de las inversiones especulativas sin que importara la consolidación de la pobreza y la condena a millones de argentinos a la exclusión social, la fragmentación nacional y el enorme e interminable endeudamiento externo.”[4]

Para las elecciones de 1989, el peronismo eligió como candidato al gobernador riojano Carlos Saúl Menem, quien había logrado imponerse en las elecciones internas del Partido Justicialista a la línea renovadora de Antonio Cafiero.

Durante las campañas proselitistas, Menem y su compañero de fórmula Eduardo Duhalde, desplegaron un discurso con consignas simples- “Síganme, no los voy a defraudar”- en las que prometía medidas como el “salariazo” y la “revolución productiva”, pero evitaba dar a conocer su plan económico para alcanzar tales objetivos. “Consolidamos la democracia y la libertad que tanto nos costára conseguir en largos años de lucha, vísperas de uno de los días más importantes en la gesta histórica de nuestra querida Patria,

Los gobernantes que surgen del pueblo deben permanecer junto al pueblo y trabajar sólo para el pueblo que los argentinos nos dejemos de mirar como enemigos para empezar a mirarnos como verdaderos hermanos

El mandato del General era actualizar nuestra doctrina, nuestros principios a partir de nuestra ideología y actualizar nuestra doctrina y nuestros principios, es reubicar a la Argentina en el contexto de todas las naciones del mundo a partir de un pueblo unido.

Cuando yo les pido que me sigan, les pido que me acompañen y que me sigan para que todos