UNA UTOPIA REALIZABLE. "ASKATASUNA" LIBERTARIOS EN TRANSICIÓN
Enviado por Christopher • 5 de Noviembre de 2018 • 2.297 Palabras (10 Páginas) • 288 Visitas
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a manifestarse con crudeza en un claro retroceso general en todo el mundo, al final de la 1ªGM que fue también el final de los grandes movimientos anarquistas y anarcosindicalistas o sindicalistas revolucionarios…
Algunos factores destacables, según Antonio Rivera (que comparto), fueron: El triunfo de la Revolución Comunista de Estado en Rusia; la violenta y pertinaz represión gubernamental sobre los anarquistas en cualesquiera tipo de regímenes políticos; y problemas internos que arrastraron al movimiento al aislamiento, como el impacto de la crisis de los años 20/30 que fue muy mal interpretada por el anarquismo (pillado entre dos movimientos que si supieron interpretarla mejor, el fascismo (nacionalismo) y el comunismo (el creciente poder de la URSS); también, el desarrollo del Estado de Bienestar tras la 2ªGM; por todo ello, a la altura de los años 50/60, nadie daba ya un duro por el futuro de los libertarios en el mundo, ni en España o Euskadi, por supuesto…
Posteriormente, ya en el camino de los años sesenta del siglo pasado, emergen nuevos movimientos críticos y esos los autores franceses que, en palabras de Rivera, vieron que había que deconstruir el “Estado de Bienestar” socialdemocrata (Foucould, Castoriadis, etc…), y, con todo, se da una importante recuperación de los estudios comunistas heterodoxos, luxembourguistas y consejistas, y de los movimientos asamblearios y de autogestión obrera junto con nuevas lecturas del anarquismo clásico, que recuperan un espacio vital relevante en las luchas juveniles, obreras, ciudadanas y estudiantiles de aquella década y la siguientes.
Por otro lado, la cuestión del Poder frente a la cuestión de la Economía (Bakunin vs. Marx) (es el Poder, imbécil, diríamos hoy), va acercando el anarquismo a la ciudadanía en esas décadas… ecologismo, feminismo, luchas sociales diversas…
En España (y Euskadi) hay muy pocas expresiones de todo eso… Es en el tardofranquismo cuando se comienza a apreciar estas expresiones y movimientos, a partir del año 1969; fundamentalmente, en lugares como Barcelona, y entorno a procedimientos, la autonomía obrera el consejismo y asambleísmo (Panekoek, Rosa Luxembourg…), los nuevos movimientos vecinales, juveniles y obreros. En este magma rebelde y antiautoritario, el anarquismo adquiere alguna influencia sectorial, pero no así la CNT…
En Euskadi y en la mayor parte de España, la CNT está yugulada a partir de los años 50… La CNT no tiene que ver con esa tradición de luchas obreras que surgen después de esos años que se mueven entorno a tradiciones diferentes como las católicas y comunistas…
La CNT pierde una enorme oportunidad histórica de estar en las luchas del final del franquismo. Sus estrategias tradicionales y formas de organización caen en el olvido y la inoperancia (algo parecido sucede con UGT y ELA/STV), todo ello opera en beneficio de las primeras y mas plurales CC.OO.
Hacia 1976/77 se comienza a hablar de “reconstruir” la CNT… Entre tanto no ha estado presente en el nuevo movimiento obrero asambleario, ni (excluido el “Cinco Puntismo” barcelones, en un breve e inútil intento) en las actividades y reivindicaciones obreras dadas dentro del Sindicato Vertical franquista en esas décadas, donde se va conformando el nuevo movimiento obrero : Sindicato Vertical, Movimientos Católicos y Asambleas de negociación obrera desconocen a la CNT y esta les ignora dogmática y voluntariamente a ellos, probablemente pensando que están en manos comunistas.
Reconstrucción de la CNT a partir de 1975 y 76. El termino es elocuente, ya que se reconstruye lo que no está… Pero lo cierto es que “lo libertario” o “lo anarquista” comienza a crecer como hongos, jóvenes, estudiantes, marginales, trabajadores desclasados y ancianos… Y, ese crecimiento oculta, persigue, prohíbe, expulsa de su seno “oficial” el debate necesario y que, sin embargo, se esta desarrollando en colectivos y revistas como ASKATASUNA, AJO BLANCO, BICICLETA, PALANTE, EL TOPO AVIZOR, etc… por casi toda España y en Euskadi… desde 1970 y más si cabe desde 1976 y 77 y del que ASKATASUNA es adalid entre muchos otros…
La cuestión principal en ese debate que no puede darse en el seno de los sindicatos cenetistas que se están reorganizando oficialmente, plantea Rivera, viene a ser : ¿La CNT es un sindicato o es más que un sindicato…?
¿Qué había cambiado en el tardofranquismo…?
Rivera lo matiza: Había cambiado el Estado, también la clase obrera que ya no era revolucionaria, era desarrollista, acomodaticia, negociadora; habían cambiado los términos de la acción social en una realidad que evoluciona a la democracia y las libertades de organización…
El debate no prospero al lado de los cambios estructurales y se quedó en el catecismo dogmático de los “principios, tácticas y finalidades”, Mikel, como innovador, fue uno de los paganos de aquello, apunta Antonio…
La CNT de aquel tiempo, finales de los 70, elegía su catecismo sobre un trozo interpretado como el todo, sobre una parte de su experiencia histórica y sus lecciones teóricas e ideológicas, y lo aplicaba a aquel nuevo momento histórico postfranquista de forma dogmática y a-histórica…
Así. los militantes de la CNT se apartan voluntariamente del movimiento obrero (no a elecciones sindicales, no a comités de empresa ni asambleas, no a negociaciones colectivas… etc…). La CNT ¿tenía que ser un sindicato o algo más que un sindicato…?: ¡ Sindicalistas vs. Globalistas…!? Según Antonio Rivera, tenían que haber prosperado los globalistas, era lo lógico, lo histórico, dada la sociedad en que vivíamos, pues, todo estaba ya interrelacionado y la CNT en lugar de estructuras sindicales clásicas debería haber creado una organización abierta a la ciudadanía, como proponía Mikel y ASKATASUNA… ¿La CNT estaba detrás del trabajador o del ciudadano rebelde, o de ambos…?, ¿Cuál era su público? ¿A quien se dirigía, a quien quería afiliar y movilizar…? Un debate que no se pudo resolver en aquel tiempo y género, luchas internas, abandonos masivos, disolución de sindicatos y escisiones… que conllevaron de nuevo la casi desaparición de la CNT…
El componente del material humano orgánico del periodo, no facilitaba a la CNT su progreso obrerista y si habría posibilitado su desarrollo global… Pero no pudo ser, pudo más el ancla que el viento de progreso… Además, La CNT se enfrenta de nuevo al radicalismo violento interno de algunos pocos colectivos e individuos, y al miedo del Estado a una CNT potente y activa, que pone en marcha
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