Conformismo y Utopia
Enviado por Sandra75 • 16 de Octubre de 2017 • 2.722 Palabras (11 Páginas) • 507 Visitas
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- TIEMPOS LIQUIDOS: VIVIR EN UNA ÉPOCA DE INCERTIDUMBRE “La Utopía en la Época de la Incertidumbre”
La vida de las personas, ya sean felices (afortunadas) o infelices, es cualquier cosa menos carente de problemas. Si algo conocemos todos es una situación desagradable o preocupante y lo que las hace particularmente desagradables es que nunca sabemos cuándo van a pasar, así que no podemos evitar una catástrofe.
Sabiendo esto no es de extrañar que imaginemos un mundo sin problemas, un mundo previsible, un >. Aunque un mundo perfecto no carece de mal, la diferencia es que está controlado y vigilado para hacernos sentir seguros.
> es el nombre que da Tomás Moro a esta clase de sueños, desde el siglo XVI. Desde que la violencia se convirtió en moneda de uso frecuente, la experimentación estuvo cargada de errores, las eternas ruinas comenzaron a desplomarse Tomás Moro escribió su proyecto para un mundo libre de peligro imprevisto.
Moro sabía que su mundo era un misionario idóneo, un sueño. Por esta razón lo llamó Utopía, que viene de dos palabras griegas eutopia que significa buen lugar, y outopia que significa ningún lugar. Aunque muchos de sus seguidores vivían convencidos de poder lograr, con el coraje necesario, este mundo sin miedo.
Después de eso el mundo moderno debería ser un mundo optimista, que aspira a la Utopía, una vida sin utopía no es digna de ser vivida, dice Oscar Wilde "un mapamundi en que no figurase la utopía no valdría la pena de ser mirado, pues faltaría en él el único país al que la humanidad arriba a diario. Y apenas en él, mira más allá, y divisando una tierra aún más atractiva, vuelve a poner brava hacia ella. El progreso no es más que la realización de las utopías."
Pero la última frase parece inexacta, porque el progreso fue un ir en pro de las utopías, no su realización.
Las utopías han desempeñado el papel de las liebres mecánicas, perseguidas, pero jamás alcanzadas por los perros de carreras.
Vivimos en un constante escape de lo no tan bueno como se esperaba, en vez de partir de lo bueno para llegar a lo mejor. La atracción hacia ese mundo perfecto era una aversión hacia aquello que se había hecho, no la atracción por lo que todavía se podría hacer.
Y menciona Antatole France "Sin las utopías de otros tiempos, los hombres vivirían todavía en las cavernas, miserables y desnudos. Fueron los utópicos quienes dibujaron el trazado de la primera ciudad. Los sueños generosos alumbran realidades provechosas. La utopía es el principio de todo progreso y el ensayo de un futuro mejor."
No podría haber existido una primera ciudad si la utopía de una ciudad no hubiese existido antes. Pero al contrario de esta opinión, basada en el sentido común, las utopías nacieron al mismo tiempo que la modernidad.
El sueño el tópico precisaba de dos condiciones para nacer: una abrumadora sensación de que el mundo no funcionaba como debía y difícilmente podría arreglarse. Segunda: la confianza en la humanidad para llevar acabo la tarea, la creencia de que nosotros podemos hacerlo armados como estamos, con la razón, capaces de analizar lo que no funcionó en el mundo y arreglarlo.
Pero con los puñados de gente desinteresada que hay en el planeta, ¿será está la muerte de la utopía? No faltarían motivos para afirmarlo, sin embargo, si tecleas en el buscador de Google "utopía" encontraras 4,4 millones de resultados y difícilmente alguno de ellos será un cuerpo aquejado de convulsiones terminales.
La primera de la lista en el catálogo de páginas web, informa a los internautas de que «Utopía es uno de los mayores juegos online, interactivos y gratis del mundo, con 80,000 jugadores», hay referencias a la historia de las ideas utópicas que ofrecen cursos sobre dicha historia, las referencias más comunes entre ellos se remontan al mismísimo Tomas Moro es que las páginas web de estas características representan una minoría de entradas.
Las páginas web tienen algo en común: ofrecen servicios individuales a individuos con una satisfacción individual y una vía de escape de forma individual. Al abrir dichas páginas web de carácter comercial, aparece la palabra «progreso», lo cual ya no significa «impulso hacia adelante».
El término «utopía» solía hacer referencia a un objetivo codiciado, soñado y lejano, y progreso debería, podría y habría de dirigirse para conseguir que los que van en su busca lograr una adaptarse mejor a las necesidades humanas. En los sueños contemporáneos la imagen del «progreso» fue distanciado de la noción de mejoras compartidas para empezar a significar supervivencia individual. Cuando uno piensa en el progreso, no tiene en mente un impulso por ir hacia delante, al contrario, piensa permanecer en la carrera por todos los medios.
Andrzej Stasiuk, novelista polaco y analista de la condición humana contemporánea, sugiere la «posibilidad de convertirse en otro», ya que es el sustituto actual para la salvación y la redención.
«Aplicando varias técnicas, podemos alterar nuestros cuerpos y rehacerlos de acuerdo con distintos patrones[...], todo ello basada en una proposición de “sé tú mismo”.»
Slawomir Mrozek, escritor polaco, está de acuerdo con la hipótesis de Stasiuk: «En los viejos tiempos, cuando no sentíamos descontentos, acusábamos a Dios, que por aquel entonces era el administrador del mundo; presuponíamos que no estaba ocupándose del negocio como debía: de modo que lo despedimos y nos convertimos en los nuevos directores». Pero como tal lo descubrió Meozek, El sueño y la esperanza de una vida mejor se basa en nuestros propios egos y quedan reducidos a jugar con nuestras almas y cuerpos.
«Nuestra ambición y tentación de engordarnos el ego no conocen límites, se niegan a aceptar cualquier limite. Se me dijo: “Invéntate a ti mismo, inventa tu vida y condúcete por ella, en cualquier instante y de principio a fin”».
El dolor que causaba una elección limitada ha sido reemplazado por otro, en esta ocasión el dolor viene de la obligación de escoger sin confiar en lo que elegimos y en las futuras elecciones que hagamos.
El sueño de convertir la incertidumbre en algo menos desalentador y lograr que la felicidad sea permanente es tocar el ego, y cambiándole el aspecto, es la «utopía» de los cazadores: versión «liberalizada», «privatizada» e «individualizada» de viejas visiones de la buena sociedad.
Cazar es un quehacer
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