El Impuesto Ambiental a la Contaminación Vehicular del Cantón Zamora de la Provincia de Zamora Chinchipe Durante los Años 2011 a 2017
Enviado por Alexander Salas • 27 de Abril de 2019 • Tarea • 3.263 Palabras (14 Páginas) • 453 Visitas
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UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA
La Universidad Católica de Loja
ÁREA ADMINISTRATIVA
TÍTULO DE INGENIERO EN CONTABILIDAD Y AUDITORÍA
El Impuesto Ambiental a la Contaminación Vehicular del Cantón Zamora de la Provincia de Zamora Chinchipe Durante los Años 2011 a 2017
TAREA PRIMER BIMESTRE
AUTOR: Salas Paz, José Alexander
DIRECTOR: Higuerey Gómez, Ángel Alexander, PhD
CENTRO UNIVERSITARIO LOJA
2018
- Título del Estudio
“El Impuesto Ambiental a la Contaminación Vehicular del Cantón Zamora de la Provincia de Zamora Chinchipe Durante los Años 2011 a 2017”
- Problema de investigación
Enunciado
La contaminación ambiental es un problema a nivel mundial que afecta directamente a la salud de la población, provocándoles gran cantidad de enfermedades respiratorias, cutáneas y cardiacas, “en consecuencia afectando a los pobladores incrementando las muertes por infarto, infecciones respiratorias agudas y cáncer de pulmón” (Covarrubias, 2018, p.2).
Según nuevos datos de la Organización Mundial de la Salud (2018) afirma: “nueve de cada diez personas respiran aire con altos niveles de contaminantes. Las estimaciones actualizadas muestran que siete millones de personas mueren cada año por la contaminación del aire ambiente (de exteriores) y doméstico; es una cifra alarmante”
Así mismo la Organización Mundial de la Salud (2018) nos dice: “Cuanto más bajos sean los niveles de contaminación del aire mejor será la salud cardiovascular y respiratoria de la población, tanto a largo como a corto plazo”.
La preocupación por la degradación ecológica y sanidad ha instado a los Estados a adoptar y ejecutar variedad medias o mecanismos para mitigar al máximo, el deterioro ambiental. “Dentro de las diferentes posibilidades que ofrecen estos mecanismos ambientales encontramos aquellos que tienen un carácter eminentemente tributario, mas concretamente los tributos ambientales y los beneficios fiscales ecológicos” (Urquizu Cavallé & Salassa Boix, 2013, p.28).
De esta manera, se consigue no solo modificar el comportamiento de los administrados sino también, y como consecuencia inmediata de ello, obtener recursos para destinarlos a la protección del medio ambiente (Urquizu Cavallé & Salassa Boix, 2013, p.30).
Para que un gravamen pueda calificarse de «ecológico» su finalidad primordial debe ser la preservación del medioambiente a través de la desmotivación de actividades contaminantes (finalidad extrafiscal). Para que un gravamen pueda calificarse de “ecológico” su finalidad primordial “no es recabar fondos para el fisco- es así la suya una función prioritariamente recaudatoria- sino gravar una serie de actividades contaminantes o negativas para el medio ambiente… la finalidad extra-fiscal de estos tributos es así desincentivar… ciertas conductas” (Esteve Pardo, 2005, p. 81).
Desde años atrás, el deterioro del ambiente a nivel global ha venido en con un crecimiento vertiginoso, de la misma manera dado por la creciente industrialización y en el caso vehicular a la necesidad impetuosa de movilidad de la población.
A lo largo del tiempo en Ecuador se ha incrementado el número de personas que optan por adquirir un vehículo, de igual forma estas decisiones han generado problemas de contaminación ambiental por la emanación de dióxido de carbono, pues en el país esto se ha convertido en un tema muy importante, debido a esto se dictó la Ley de Fomento Ambiental y Optimización de los Ingresos del Estado y a su vez se optó el 24 de noviembre del 2011 por la creación del Impuesto a la contaminación vehicular y dichos ingresos de recaudación está destinada a resarcir el daño causado por ese tipo de contaminación. De esta manera se experimentará un aumento en ingresos corrientes del Estado Ecuatoriano.
En Ecuador el uso de impuestos verdes constituye una nueva herramienta de política ambiental que pretenden disminuir los impactos de las actividades económicas sobre el medio ambiente (Oliva, Rivadeneira, Serrano, Martín & Cadena, 2011).
En la provincia de Zamora Chinchipe existe un riesgo latente dado que el número de vehículos por familia ha aumentado estrepitosamente pues algunas familias llegan a tener hasta un automotor por integrante, así generándose una ampliación en los niveles de contaminación causando malestar en temas de salud y congestionamiento para los habitantes de la provincia.
Zamora está considerada como una de las ciudades con aire más limpio del país, beneficiado por sus exuberantes bosques que ayudan al mejoramiento de la calidad de aire, sin embargo las complicaciones ambientales han ido en aumento por la ampliación del parque automotor, la gran cantidad de estos son vehículos obsoletos que muchas de las veces no cumplen con los niveles técnicos de exigencia de la ANT y para las revisiones se les realizan arreglos temporales, que después de tiempo regresan a su habitual forma de contaminar. Por este motivo existen varias enfermedades de tipo respiratorio y circulatorio que aquejan a gran parte de la población siendo un problema muy importante pues es causado por la emisión de los vehículos hacia el ambiente.
Para la protección y manteamiento del ambiente se implementó la LEY FOMENTO AMBIENTAL Y OPTIMIZACION INGRESOS DEL ESTADO, a través de impuestos a los vehículos motorizados, específicamente la “Zamora Chinchipe es la provincia que más creció porcentualmente en tributación en el 2017. De USD 55 millones en el 2016, pasó a USD 74 millones en el 2017, lo que representa un incremento del 34%“ (Ministerio de Minería, 2018).
En dicha provincia “este impuesto para los vehículos será cobrado anualmente, incluido en el pago de la matrícula vehicular… en este rubro no están sujetos al pago los vehículos de hasta 1.500 c/c y estarán exonerados el transporte urbano (buses y taxis), vehículos de discapacitados, además recibirán descuentos los automotores de más de 2.500 c/c. Con esto se prevé que los vehículos que más contaminen el ambiente paguen sus impuestos” (La Hora, 2011).
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