Se necesita patriotismo

Se necesita patriotismo

El fortalecimiento de la imagen institucional, según el concepto convencional en el mundo comercial, está ligado a todo ese conjunto de cualidades que los consumidores atribuyen a la marca. Pero cuando se habla de un organismo estatal, no se debe manejar el mismo concepto, debido a que existen imaginarios preestablecidos, en cada uno de los individuos que conforman el territorio, donde se constituye dicha entidad.  

Se puede apreciar que las fuerzas armadas de Colombia, están implementando a toda marcha, por medio de sus dependencias de comunicaciones estratégicas, muchos planes para hacer más visibles los nombres de estas instituciones. Desde 1947 se dio comienzo a la guerra fría, una beligerancia sin cuartel por la conquista del espacio y las tenciones por una hecatombe nuclear, eso sin mencionar la ofensiva táctica de las potencias de ese entonces, donde prevalecía el combate psicológico y la filtración de información por medio de espionaje.

Ahora vemos como todas las organizaciones luchan en un nuevo campo de batalla, la globalización ha convertido al internet en la nueva trinchera de las marcas. Y las fuerzas armadas de nuestro país no son la excepción. Todo parece ir por buen camino, mientras más contenido es publicado, sin embargo, esto realmente es un mito.

El bombardeo publicitario cada vez es más hostígate, todos creen que en la nueva era, entre más cartuchos gastes, eres más efectivo, pero para los que realmente saben de posicionamiento, entiende que, si el enemigo trabaja con esa idea, se tiene ventaja.

Ahora todo es más complejo, estamos empezando a ver como las audiencias están pidiendo mejor calidad que cantidad. Por eso hay que mencionar un viejo refrán de la actuación, “a veces menos, es más”. Todo esto reitera que la imagen institucional no se puede mejorar, solamente se reafirma.

Pero ¿Por qué? Se debe reafirmar y no mejorar, lastimosamente una organización ligada al estado tiene que lidiar con algo muy importante, que han dejado en el olvido, el imaginario de su población. No puedes luchar contra una idea que yace en lo más profundo de la mente de alguien, ya que esto define su alma, y como percibe este individuo al mundo.  

Por más ametrallamiento publicitario o propagandístico que se realice, jamás se puede cambiar un imaginario. No creo que las madres víctimas de los falsos positivos confíen nuevamente en el Ejército, tampoco creo que la madre de Lina Maritza Zapata, recomiende a sus familiares ingresar a la General Santander, debido a que su hija murió en esta escuela de oficiales de Policía.

Es por eso que lo único que se puede hacer realmente para optimar la imagen institucional del Ejército Nacional, es reafirmar su doctrina, pero lo más importante es dejar de lado el amiguismo, garantizando que el personal que conforme esta gloriosa institución, solamente sea lo mejor de lo mejor. Y probablemente la imagen institucional se vea representada en cada soldado, porque al ser un modelo a seguir, eventualmente Colombia obtendrá lo que realmente hace falta, patriotismo.