Análisis sobre factores psicosociales en los trastornos de la personalidad

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Teniendo claros los factores que influyen en la personalidad podemos ahondar en el tema de sus trastornos; según Millon (1.969) los trastornos de personalidad se diferencian en tres características. La primera de ellas señala la fragilidad o ausencia de la capacidad de adaptación que posee el individuo en circunstancias de estrés. Cada individuo posee una amplia gama de estrategias de afrontamiento, cuando una de estas no funciona los sujetos comunes cambian y pasan a utilizar otra; en cambio los individuos que poseen un trastorno de personalidad suelen utilizar dichas estrategias de forma repetitiva con resultados poco variables, que como consecuencia incrementa su vulnerabilidad aumentado su estrés y empeorando las circunstancias. La segunda característica señala que las personas que sufren un trastorno de personalidad son inflexibles a la adaptación a diferencia de los individuos cuya personalidad es normal. La tercera característica de los sujetos con trastornos de personalidad es consecuencia de su carácter no adaptativo, es decir, los elementos negativos que engloban la vida del sujeto no pueden ser cambiados debido a la no formulación de nuevas estrategias que los afronten, generando como consecuencia la reiteración de escenarios fallidos.

La relación entre los factores sociales y los trastornos de personalidad se demuestra en el trastorno depresivo, ya que la muerte de los padres, el abuso sexual y el maltrato físico en el niño elevan el riesgo de presentar este trastorno debido a la ausencia o disminución de su capacidad de adaptación. También se ha observado que el factor estresante social asociado con mayor frecuencia al inicio de un episodio depresivo es la pérdida del cónyuge. Según varios estudios se ha encontrado que la pérdida del esposo durante el embarazo se ha asociado a un aumento en el riesgo del producto de presentar esquizofrenia en la edad adulta. La comprensión epidemiológica de las causas, determinantes y factores protectores y de riesgo de problemas y trastornos mentales, está más clara ahora que hace 20 años. Es evidente que muchas de estas influencias se encuentran fuera del campo de los servicios de salud mental.