Creencias de las personas en nuestra sociedad acerca de la depresión juvenil
Enviado por Antonio • 12 de Marzo de 2018 • 30.964 Palabras (124 Páginas) • 486 Visitas
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1.- ¿Qué piensa la mayoría de la gente sobre la depresión?
2.- ¿Desde qué periodo de tiempo ésta es considerada una enfermedad?
3.- ¿Qué es realmente la depresión?
4.- ¿Qué impacto tiene en la familia del joven con depresión?
5.- ¿Cómo podríamos hacer una concientización respecto a la seriedad de esta enfermedad?
6.- ¿Cómo se ve afectada tu vida con la depresión?
ANTECEDENTES
Durante el transcurso del tiempo el término depresión ha ido evolucionando hasta definirse e identificarla en la actualidad como una enfermedad. Encontrándonos hoy en día con una gran información de causas, características y tratamientos para abordar la misma.
La depresión no es un problema actual, se remonta a un cuarto de siglo, ha existido desde siempre considerándosele como un estado de ánimo pasajero en donde las personas que padecían este mal se les trataba de curar con hierbas o se pensaba, (por los síntomas presentados; cansancio, falta de energía etc.), que eran flojos y que por tal no querían realizar ninguna actividad; hasta que Hipócrates comenzó a analizar este "estado de ánimo pasajero".
En el siglo IV a.C. Hipócrates afirmaba que la melancolía, el nombre que le otorgó a dicho estado de ánimo, estaba relacionada con el conjunto de los cuatro humores corporales: sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema. La melancolía era producida por la bilis negra o atrabilis. Fue el primero en aportar un descubrimiento importante en el campo de la depresión, reconociéndola como una enfermedad que debe ser considerada y tratada con importancia. Definió esta melancolía como la aversión a la comida, desesperación, insomnio, irritabilidad e intranquilidad, al que se sumaba un ánimo triste característico. En diferentes textos hipocráticos, a esta tristeza se le añadió pronto otro síntoma fundamental: el miedo. De forma que el concepto clásico de melancolía estaba ligado al de una asociación entre estas dos pasiones (tristeza y miedo). Se asumió que la melancolía precisaba de una perturbación emocional prolongada
A partir de entonces el término depresión fue evolucionando dando paso a que muchos investigadores interesados en la enfermedad formularan, de acuerdo a las características y síntomas en que se presentaba, su propia definición y explicación acerca del por qué se originaba este trastorno.
Rufo de Efeso, a comienzos del siglo II d.C., hizo una descripción clínica que establecía que la melancolía era una forma de locura crónica, no febril, en la que el paciente se mostraba anormalmente temeroso, triste, cansado de la vida, misántropo y que con frecuencia se acompañaba de alguna idea delirante circunscrita. Incluyendo también síntomas de perturbaciones gastrointestinales. También se menciona, de forma menos constante, las ideas suicidas y el riesgo de suicidio
Celsus y Areteo de Cappadocia hablan de la manía y de la melancolía como problemas médicos. Soranos de Ephesus describió los síntomas principales de la melancolía que son tristeza, deseos de morir, suspicacia acentuada, tendencia al llanto, irritabilidad, en ocasiones jovialidad.
Durante la Edad media, filósofos destacados, como Santo Tomas de Aquino, sostenían que la melancolía era producida por demonios de influencias astrales.
En el Renacimiento surgió el interés en la depresión con un nuevo enfoque de sus causas. Hemos de esperar hasta los siglos XVI y XVII para que se lleven a cabo una serie de modificaciones en estas descripciones clásicas de la melancolía. Las dos obras fundamentales de la época fueron el “A Traitise of melancholia” de Timothy Bright (1586) y la “Anatomy of Melancholy” de Robert Burton (1621). Estos autores, eran capaces ya de diferenciar claramente entre el temperamento melancólico y la enfermedad melancolía. Así, muchos autores diferenciaban entre una melancolía “natural” (especie temperamental) y otra “no natural” (adquirida), denominada atrabilis o melancolía adusta.
La atrabilis o melancolía natural era un trastorno fundamentalmente físico, a pesar de que sus síntomas fueran emocionales o psicológicos. Mientras que en algunas personas se entendía que su complexión melancólica explicaba los síntomas que padecía, en otras (atrabilis), estos síntomas eran de tal intensidad y duración que escapaban a las motivaciones comprensibles de la tristeza normal.
Wilhem Griesinger empleó por primera vez el termino estado de depresión mental como sinónimo de melancolía para nombrar la enfermedad, y manteniendo depresión para referirse a un estado de ánimo. Se llegó a la redundancia de llamar melancolía a la depresión con síntomas leves.
El termino ciclotimia fue usado por Karl Ludwing Kahlbaum en 1863 para designar las variaciones de la fase depresivas y maniaca a modo de ciclo repetitivo y periódico.
Por otra parte, en 1896, Kraepelin estableció la diferencia entre psicosis maniacodepresivo y demencia precoz, llamado posteriormente esquizofrenia. Después los estudios genéticos en psiquiatría llevaron a considerar a los síndromes depresivos como parte de la psicosis maniacodepresiva, situación que prevaleció durante las tres primeras décadas de este siglo, en consecuencia el deprimido era calificado de psicóticos aunque sus síntomas fueron muy leves.
La importancia de los primeros registros de la depresión, reside en que ellos demuestran que la sintomatología del desorden afectivo sigue siendo la misma durante mucho tiempo. La constancia histórica de la descripción sintomatológica, las causas y los tratamientos sugeridos para la depresión se han ido modificando permanentemente, como reloj de las tendencias etiológicas y teóricas de cada época,
Con la difusión de la revolución científica, los investigadores de psiquiatría comenzaron a considerar la enfermedad mental como causada por agentes fisiológicos.
Kraepelin discriminó los elementos comunes de entre la confusión de síndromes descritos individualmente y los consolidó en tres categorías principales: demencia precoz, parafernalia y psicosis maníaco depresiva.
Adolfo Meyer cuyo propio sistema de clasificación se basa en una categoría más amplia de tipos reactivos, comenzó a tratar los desórdenes psiquiátricos dando preferencia a la influencia de las circunstancias existenciales más que a las condiciones estrictamente orgánicas que evolucionaba
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