ENSAYO “LA PSIQUIATRÍA DEL SIGLO XXI Y SU RELACIÓN CON LA SALUD MENTAL”

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investigación psicofarmacológica, esta psicofarmacología que introduce una nueva línea de investigación, es la que realmente hace posible todo lo que hoy día es la asistencia psiquiátrica al enfermo mental. No sería posible si todavía estuviéramos manejando el electroshock y los comas insulínicos, estos últimos tan inútiles como peligrosos. (Castilla del Pino, 2007)

Pero que tan confiables pueden ser los fármacos en los pacientes tratados de esta manera. ¿Serán en realidad una buena forma de tratar a los individuos que así los necesitan?

Muchas veces los fármacos son conductores de la drogodependencia y el abuso de los mismos causa problemas a la postre y en muchas ocasiones hasta la muerte.

En la actualidad los clínicos necesitan poder discernir cuales son los factores asociados al abuso o dependencia de estas sustancias o a sus efectos médicos en el tratamiento de las enfermedades psiquiátricas, y su posible uso en el abordaje la dependencia de sustancias tanto en los programas de desintoxicación como, incluso, de mantenimiento. (Roncero & Casas , 2006)

El uso de fármacos sin poder dilucidar los problemas a la postre puede ser un arma de doble filo. Muchas veces se diagnostican a niños pequeños que son medicados desde edades muy tempranas que llevan estos tratamientos por muchos años. Esto nos lleva a una nueva era de la psiquiatría, donde también ha estado ligada la psicología, la era de la globalización de las enfermedades mentales y los trastornos psicológicos.

Esta época en las enfermedades mentales, en la que estamos inmersos, es en la que todo diagnostico depende de lo escrito en un manual sobre el comportamiento humano, donde a cualquiera le podría ser muy fácil el observar y diagnosticar dependiendo de lo que puede leer en un manual.

Se ha estandarizado la conducta humana al grado de que todos, en los procesos psicopatológicos, nos podemos comportar de la misma forma.

Ya estamos atravesando un periodo de inflación de diagnósticos en psiquiatría, con tratamientos excesivos, se le da medicación a la gente que realmente no lo necesita. El DSM-5 ha introducido una cantidad de diagnósticos nuevos que amenazan convertir la inflación diagnóstica en hiperinflación diagnóstica. El duelo normal se convierte en un trastorno depresivo mayor, el hecho de que se me olviden las cosas porque ya tengo una edad, se ve como predemencia, como un trastorno cognitivo menor. El que yo desayune a lo grande, se vuelve un trastorno por atracón. Las rabietas de mis nietos se convierten en un trastorno de disregulación emocional. Si una persona tiene preocupaciones por un síntoma físico, tiene un trastorno por síntomas somáticos. El TDAH, que ya antes se sobre diagnosticaba, será cada vez más común con el DSM-5. A la vez que estamos sobre tratando a las personas que no lo necesitan, estamos ignorando terriblemente a los que están gravemente enfermos, que desesperadamente necesitan mayor acceso al cuidado y una vivienda digna. Cuanto más expandimos el sistema para incluir a las personas sanas “preocupadas”, menos recursos tenemos para cuidar a los que de verdad están enfermos. (Ortíz Lobo & de la Mata, 2015)

Palabras de Allen Frances psiquiatra americano autor del libro: ¿Somos todos enfermos mentales? Manifiesto contra el abuso de la psiquiatría. Es quien a través de sus palabras y de lo vivido en los últimos años nos muestra cómo se han salido de control estas organizaciones creadoras de diagnósticos exagerados y sin razón que solo ocultan lo que un sujeto quiere decir, pero que es acallado.

Conclusión

Con el paso de los años y en la búsqueda de la adecuada salud mental de los seres humanos, se han cometido errores dejando de lado la integridad de las personas para el avance de la ciencia.

La psiquiatría ha cometido muchas penalidades usando herramientas que ni siquiera dan motivo de ayuda a los pacientes y en esta nueva era el uso de fármacos y los diagnósticos sin fundamento surgen, pero sin una base que sustente que realmente son verdaderos y que ofrecen una cura a quien lo está demandando.

No se puede decir que los medicamentos no son necesarios para ciertos pacientes, ya que algunos en verdad necesitan de ellos, pero las cifras son exageradas en cuanto al tratamiento de aquellos niños que son medicados.

Solo pedimos, como aquellos inmersos en el buen tratamiento de la salud mental, que se aplique la seriedad correspondiente y que se revise si verdaderamente la ayuda otorgada hasta hoy es la correcta, pues han desestimado verdaderos métodos de cura y ayuda usando este tipo de argumentos sin validez.

Bibliografía

Castilla del Pino, C. (2007). Historia crítica de la Psiquiatría en el siglo XX. Una mirada biográfica. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, pp. 105-118.

Duro Sánchez , A., Sánchez Lopez, L., Nuñez Rueda, J., Benito Delgado, R., & Celorio Fries, G. (05 de Mayo de 2014). Ilustre Colegio Oficial de Enfermeria de Madrid. Obtenido de http://www.codem.es/Adjuntos/CODEM/Documentos/Informaciones/Publico/9e8140e2-cec7-4df7-8af9-8843320f05ea/3fea1ea3-5c50-4957-abaf-a1a4cd038e91/88ae5efb-1d7d-4c9e-8354-ca2d48cb4f51/88ae5efb-1d7d-4c9e-8354-ca2d48cb4f51.pdf

Ortíz Lobo, A., & de la Mata, I. (2015). Allen Frances y la pureza del diagnóstico. Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, 166-174.

Roncero, C., & Casas , M. (2006). Uso de fármacos psicoestimulantes en drogodependencias. Revista Adicciones, 247-249.

Villaseñor Bayardo, S. J., Alonso Fernandez, F., & Garrabé de Lara, J. (2006). La Psiquiatría en el siglo XXI: realidad y compromiso. Puerto Vallarta, México.