EVALUACION: MEDICION DE LA INTELIGENCIA Y PRUEBAS NEUROPSICOLOGICAS

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Principios generales de la examinación de la inteligencia.

El psicólogo debe entender el modelo o metáfora de inteligencia que se refleja en la escala lo cual asegurará que comprenda el significado de las respuestas y puntuaciones para este individuo. Una de las metas al aplicar una prueba individual de inteligencia es comparar el desempeño de una muestra representativa de otras personas de la misma edad. Para el psicólogo clínico representa un desafío desarrollar un estilo de rapport con el examinado. Deben realizarse esfuerzos rigurosos para asegurar que, al igual que la aplicación de la prueba, la calificación e interpretación de las puntuaciones también se realicen de manera estandarizada.

Pruebas de inteligencia de gran uso en la actualidad

Las cuatro pruebas de inteligencia que más se utilizan actualmente en la evaluación clínica.

Stanford-Binet (4ª. Edición). Es una prueba de inteligencia de administración individual compuesta por una serie de tareas que reflejan el funcionamiento verbal y no verbal. Cada subtest está formado por una serie de preguntas o problemas de nivel creciente de dificultad. En esta versión los 15 subtest han sido organizados en cuatro grandes áreas de contenido. Razonamiento verbal (vocabulario, comprensión, absurdos, relaciones verbales), Razonamiento visual/Abstracto (análisis de patrones, copia de matrices, doblado y cortado de papel), Razonamiento cuantitativo (cuantitativo, series de números, construcción de ecuaciones) y Memoria a corto plazo (memoria de abalorios, para oraciones, para dígitos, para objetos). Se utiliza sobre todo como un indicador del funcionamiento intelectual global.

Escala de inteligencia para niños de Wechsler, tercera edición (WISC- III) de 6 a 16 años. Es una prueba de administración individual que requiere de una a dos horas para aplicarse, compuesta por 13 subtest que se dividen en dos amplias categorías de subtests verbales que evalúan el conocimiento básico que ha adquirido acerca del mundo, el procesamiento y almacenamiento de la información verbal, y los subtests de desempeño que examinan las habilidades de solución de problemas del niño en tareas que se basan menos en el lenguaje y las habilidades verbales.

Batería de evaluación para niños de Kaufman. Entre 1970 y 1980 Allen y Nadine Kaufman desarrollaron una nueva medida de la función cognitiva. La K-ABC se basa en una distinción entre dos estilos de procesamiento secuencial de la información donde cada reactivo de la prueba representa un problema que debe ser resuelto organizando la información en un orden secuencial o serial y de procesamiento simultáneo de la información donde tiene que integrarse y sintetizarse de manera simultánea para producir la solución apropiada. La K-ABC también incluye por separado una escala de logro que pretende evaluar el conocimiento factual y habilidades que se adquieren en la escuela.

Escala de inteligencia para adultos de Wechsler, tercera edición (WAIS-III). Aunque muchas de las tareas son similares a las de la WISC-III los reactivos son más complejos para distinguir entre adultos que varían en su funcionamiento intelectual, siguiendo un conjunto estandarizado de instrucciones para la aplicación. Suele usarse con los adultos como parte de una batería de pruebas cuando existen preguntas concernientes a un deterioro neurológico o a una lesión cerebral como resultado de un trauma.

Evaluación neuropsicológica

Son indicadores funcionales de los procesos subyacentes en el cerebro y el sistema nervioso central. Por lo general, se aplica una batería de pruebas para evaluar competencias y debilidades en tareas verbales y no verbales que pueden revelar patrones específicos de lesión o disfunción subyacentes. La examinación neuropsicológica clínica ha sido descrita en términos de las tres L: detección de la lesión (de lesiones o daños cerebrales) localización (identificar donde se encuentra el daño en el cerebro) y lateralización (si el daño se encuentra en el lado izquierdo o derecho del cerebro) (Groth-Marnat, 1997). Por lo general incluye baterías de pruebas como la Batería Halstead-Reitan o la Batería neuropsicológica Luria-Nebraska.

Un ejemplo de evaluación neuropsicológica se encuentra en pruebas de habilidades del lenguaje que se han diseñado para emplearse como medidas de disfunción cerebral en general y para evaluar la función del hemisferio izquierdo o dominante del lenguaje, ejemplo, la Prueba Token. El desarrollo de métodos para medir la actividad cerebral usando tomografía por emisión de positrones (PET) e imagenología por resonancia magnética funcional (fMRI) ha sentado los cimientos para entender el funcionamiento intelectual a un nivel que nunca antes fue posible. La PET se ha usado para medir el flujo sanguíneo del cerebro, el volumen sanguíneo y el metabolismo de la glucosa y el oxígeno. La fMRI mide el flujo relativo de sangre oxigenada a las áreas del cerebro que se activan en respuesta a una tarea o estímulo.