El presente proyecto de investigación supone un acercamiento al tema de la depresión.
Enviado por Ledesma • 11 de Diciembre de 2018 • 6.069 Palabras (25 Páginas) • 453 Visitas
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Esta investigación da como resultado que la prevalencia puntual es de aproximadamente un 8 a 10% en mujeres y 3 a 5% en varones. En cuanto al aumento de la prevalencia fue estadísticamente importante para todos los grupos etarios, entendiendo como causa el uso descontrolado de sustancias prohibidas, lo que permite llegar a la conclusión que los trastornos depresivos son similares en los países occidentales y menor en países de lejano oriente, con tasas que oscilan entre 4 a 20% (Mori y Caballero, 2010).
Siguiendo con la investigación sobre la depresión, Rodríguez, et al. (2014) realizó un informe que tuvo por objetivo determinar la relación entre aptitud física y los niveles depresivos en adultos mayores que participan en actividades físicas en San Ramón de Alajuela, Costa Rica. Para esta investigación se aplicó una prueba para medir los componentes de la aptitud física ”Senior Fitness Test” (SFT) y los niveles de depresión mediante la Escala de Depresión Geriátrica de “Yesavage” (GDS, “Geriatric Depression Scale”) con una muestra total de 138 personas con edades entre 60 y 86 años.
Los resultados más importantes sugieren que el 97,8 % de las personas analizadas se ubicó dentro de los parámetros normales y excelentes de aptitud física, mientras tanto, el 86,2 % se encontró en la etapa normal de la depresión. Se concluye que a mayor nivel de aptitud física menor son los rasgos depresivos en personas adultas mayores (Rodríguez, et al., 2014).
Así mismo el objetivo del estudio del MSc. Otto Calvo Quirós (2010) fue determinar el comportamiento de los trastornos depresivos en el Área de Salud Catedral Noreste San José, durante el periodo 2003-2009. La muestra utilizada fue de toda persona mayor de 2 a 65 años y más, registrado en el sistema de estadística, del 2003 al 2009, con diagnóstico de trastorno depresivo. Se utilizaron variables para los episodios depresivos por año, sexo y grupo de edad y se calculó la tasa de morbilidad por género.
Los resultados obtenidos indican que se registraron 1597 casos de depresión durante este periodo. La prevalencia de episodios depresivos correspondió a 1,31 por cada 100 habitantes. La tasa de morbilidad específica por género correspondió a las mujeres con 76/100. La tasa de morbilidad específica por edad, fue de 21/100 habitantes en las personas de 60 años y más (Calvo, 2010).
Con la revisión de los antecedentes de este trabajo, se pudo determinar que la depresión es un problema a nivel mundial que afecta a todas las poblaciones sin importar las edades, género, situación económica, entre otras.
MARCO TEÓRICO
La depresión
Como bien sabemos la depresión es uno de los males que más afecta la sociedad lo hace en grandes cantidades de personas, sin distinción de edad, género, lugar de residencia, ni ningún otro caso. Existen muchos factores sociales, genéticos y ambientales que influyen en la aparición de esta enfermedad en nuestras vidas, Según algunos estudios la prevalencia del trastorno depresivo varía del 8 al 25% en la población mundial (Vallejo, 1993; Restrepo, 1997, citados en Arrivillaga, et al. 2006). Aunque eventualmente estos pacientes llegan a los servicios médicos y sólo la mitad recibe un tratamiento específico (Kaplan, 1995; Angst, 1997, citados en. Arrivillaga, et al. 2006).
El hecho de que muchas veces las personas lleguen tristes, lloren o tengan algún síntoma de depresión no quiere decir que estén pasando por esta enfermedad podría ser simplemente un sentimiento pasajero pero si esto comienza a afectar su vida cotidiana, ahí sí se podría llegar a decir, después de tener un dictamen médico, que la persona está pasando por un trastorno depresivo. La gravedad, la duración y la presencia de otros síntomas son los factores que distinguen la tristeza normal de un síndrome depresivo. La depresión clínica es más que un síntoma: es una condición severa que se acompaña de componentes cognitivos, sociales y fisiológicos, de ahí la importancia de su diagnóstico y posterior intervención (González y Márquez, 2012).
Grupos de riesgo ante la posible depresión
Según estudios realizados la depresión es más frecuente en las mujeres pero aún no se sabe a ciencia cierta porque se da este fenómeno. Una de las posibles causas de depresión en las mujeres es el momento en que los hijos abandonan el hogar ya sea para irse a estudiar fuera, formar su propia familia u otras situaciones, aunque este se puede dar tanto en la madre como en el padre pero generalmente a la madre es a quien más le afecta esta situación (síndrome de nido vacío) y este le puede suceder sobre todo a las mujeres que han dedicado su vida únicamente a criar a sus hijos (González y Márquez, 2012).
Durante muchos años algunos científicos, por razones teóricas, creían que la depresión en niños no existía. Sin embargo en los últimos 30 años se empezó a reconocer la depresión mayor como un trastorno que también padecen los niños y adolescentes (Benjet, et al., 2004).
También la menopausia y la andropausia podrían influir en la aparición de la depresión ya que durante estas etapas se presentan grandes cambios hormonales en el cuerpo humano. Durante la adolescencia se podrían sufrir trastornos depresivos ya que igualmente se pasa por muchos cambios tanto físicos como hormonales y psicológicos, además en estas edades la persona pasa por el proceso de aceptación de su cuerpo y de adaptación a nuevos grupos sociales lo cual puede hacer que se entre en un círculo de ansiedad por querer encajar y esto podría llevar a la depresión (González y Márquez, 2012).
¿Cómo pronosticar a una persona con depresión?
Para llegar a identificar una depresión con exactitud, es preciso saber en primer lugar cuáles son sus síntomas o signos más evidentes. Para García y Palazón (2010) se presentan con mayor frecuencia los siguientes:
- Estado de ánimo deprimido: o tristeza y pesimismo, este es el síntoma nuclear de la depresión.
- Apatía: desgana para realizar las actividades cotidianas, aún las más mínimas con la sensación de “no poder más”.
- Llanto: en ocasiones puede aparecer este signo, simplemente ganas de llorar.
- Sensación de cansancio: fatiga mayor de lo habitual, falta de energía sin hacer mayores esfuerzos y se tiene la sensación de que cualquier actividad por más sencilla que sea representa un enorme esfuerzo.
- Ideación negativa:
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