Ensayo la crisis en la adultez mayor y la psicoterapia geriatrica

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La crisis de la edad madura es un momento de prueba que todo hombre experimentara y en la cual son arrastrados todos aquellos que están cerca de él. Si se les trata apropiadamente pueden terminar con poco o ningún daño, pueden aun finalizar con una vida o un matrimonio más más ricos que antes. Mal manejada, pueden conducir a resultados desastrosos, particularmente para el hombre, porque el podrá herir y quizás sin intención a su esposa, a sus hijos, y a sus amigos también.

El hombre que decide que su crisis de madurez es una licencia para comportarse como se le dé la gana indefinidamente, sin considerar el daño que puede causar en sus seres queridos, debe culparse a sí mismo de la desdicha que su conducta le ocasionara inevitablemente.

Es impresionante como se quejan y se agotan las mujeres por no encontrar al hombre que desean y cuando ya lo tienen, se encargan de cambiarlo y, finalmente, perderlo. Algo que no favorece a la etapa de crisis es que las mujeres tienden a encapricharse con la mejor de las intenciones de hacer cambiar a su pareja y no aceptan el cambio de su pareja en la crisis de la edad madura, sin darse cuenta, se están predisponiendo al fracaso. Aquí es donde empieza la parte de riesgo y que a muchas les cuesta trabajo entender o aceptar, pero es una realidad y es que su crisis casi siempre es ocasionada por ellas mismas. Porque ellas son todo emociones, y ellos, todo razonamiento, en la mayoría de los casos, ahí está la diferencia de como enfrentan uno y otro la crisis.

El hombre trabaja más con el hemisferio izquierdo del cerebro. Allí se dan principalmente el análisis, los razonamientos lógicos. La mujer con el hemisferio derecho, donde predominan los sentimientos y las emociones. Por más que ellas intenten hacer al hombre sentimental y ellos intenten hacerlas analíticas no lo lograran y se gastara mucho tiempo inútilmente. Solo es necesario aceptar que son diferentes y ese es un principio para enfrentar la crisis de la edad adulta en pareja.

La crisis también tiene que ver con lo que ha sido el pasado de él o ella, es muy importante elegir lo que se quiere ser hoy día, no lo que antes se eligió ser. Es hacer un alto y revisar que concepto que se tiene de sí mismo y sacar expresiones como: soy muy nervioso, soy perezoso, soy torpe, soy tímido, soy muy olvidadizo. es un catálogo de cosas que se creen desde hace muchos años. Y por supuesto cambiarlo por otro catalogo en donde existen frases como: soy amable, soy inteligente, tengo buena memoria, juego bien el tenis, soy cariñoso, soy limpio, soy trabajador. El solo hecho de etiquetarse puede ser un impedimento para el desarrollo de la personalidad, al identificarse con sus etiquetas clasificadoras se está negando así mismo, en vez de aprovechar su propio potencial de crecimiento.

Crisis significa una oportunidad de cambio, de transformación, lo que permite separar y elegir lo que está sucediendo y tener la facultad de resolverlo. La manera de salir adelante es evolucionar y revolucionar. La evolución debe ser sin dolor, sin apuraciones. Consiste en hacer pequeños cambios de importancia creciente, y poco a poco comienza una metamorfosis completa y es posible que tal evolución provoque que sea otra persona y en consiguiente que ya no encaje en su antiguo entorno. La revolución llega de manera repentina, trae desafío, es contundente, se presenta por la fuerza o se puede provocar, lo importante es que obliga a afrontar aquello para lo que creemos no estar listos, a buscar más de lo normal en el interior, obliga a reaccionar, de manera rápida y sin previo aviso ante una situación nueva y desconocida.

Es importante asumir la responsabilidad de la propia felicidad porque vigoriza, devuelve la vida, la vida propia no le pertenece a los demás, ni estar viviendo de acuerdo a las expectativas de los demás, el cambio debe ser personal porque si no, no va a cambiar nada.

Es necesario ser noble, porque la verdadera nobleza es ser mejor que antes. Las crisis son para hacer un alto en la vida, para resolver el presente, y olvidar el pasado, aunque el futuro se podrá planear. No permitir que la vida que se vive hoy por difícil que sea, se pierda solo por el negativismo. No permitir que la genialidad se retire de la vida, es decir somos seres geniales, somos seres únicos, diferentes, hombres y mujeres, debemos respetar nuestra naturaleza. Dejar de pelear, dejar de presionar, dejar de planearle la vida o los negocios a la pareja, dejar de ofender, dejar de gritar, porque lo que se conseguirá es darse más desdicha y una vida seguramente amarga y fracasada. La salud mental del anciano depende de la satisfacción de las siguientes necesidades: casa y manutención aseguradas, protección a su salud física, compañía, atención, respeto, afecto, tener una ocupación, responsabilidades, sentirse útil, esparcimiento, apoyo psicológico, filosófico, espiritual y/o religioso.

Bibliografía:

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