Fases del duelo.

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Conclusiones:

La perdida para el ser humano es aquello que lo hace someterse a un duelo que dependiendo de su cultura, costumbres y su constitución psíquica es como podrá sobre llevarlo, todo el tiempo tenemos perdidas nadie podrá librarse de alguna en su vida pueden ser desde un empleo, amor, amistad, salud hasta la muerte ya sea de ti mismo o de un ser importante para ti.

Se crea un trauma, un dolor y comienzan a brotar sentimientos que no son agradables para el cuerpo y alma, de cada persona dependerá cual será el tiempo que duren esas sensaciones desagradables, habrá quienes puedan llegar a una aceptación con mayor facilidad sin tantas trabas o existirá quienes vaguen de una fase a otra sin encontrar nada y duren años viajando entre ellas, habrá algunos se queden de por vida en una sola fase vagando sin poder llegar a la aceptación del trauma se quedaran perdidos en él sin encontrar un rumbo, cabe aclarar que no todas las personas viven las fases en orden algunas se saltaran varias o pocas para llegar a la meta.

La mente del ser humano en ocasiones puede ser tan hermosa, que puede resignificar el concepto de vida en la persona enferma, ayudándola a adaptarse a la situación aceptando el hecho de la pérdida que acaba de vivir y preparase para el futuro o destino que viene en camino. pareciera en ocasiones más fácil, para el enfermo el duelo pero no lo es, de alguna forma es obligado a aceptar su pérdida para poder ayudar a las personas que son importantes para él, a vivir el duelo de su partida, ya que en muchas ocasiones el otro se queda con parte del que se ha ido, sin poder hacer nada y el trauma comienza, en algún momento llegaron a tener una esperanza de que el otro podría regresar y estar bien, vivir como antes lo hacían, esta se encontrara dentro de cada fase y será parte de causa del sufrimiento vivirá hasta el último minuto siendo extinguida cuando la aceptación llegue.

El proceso terapéutico seria optimo que estuviera presente en cada persona, desde que sufre una pérdida importante sirviendo de acompañante hasta reencontrar la tranquilidad dentro de sí misma.