INFORME DEL JUEGO DE REGLAS: “PALABRAS ENCADENADAS”
Enviado por Sara • 14 de Enero de 2018 • 992 Palabras (4 Páginas) • 735 Visitas
...
Materiales
No hay materiales específicos para el desarrollo del juego. Tampoco se necesita
un espacio especial para realizarlo, se puede practicar al aire libre o en cualquier espacio
cerrado.
Procedimiento
Antes de comenzar el juego propiamente dicho establecen unas reglas. Las que
acordaron previamente fueron las siguientes:
- Las palabras tienen que existir. Para comprobarlo en caso de duda, utilizarán un
diccionario o bien Internet.
- No vale repetir palabras.
- No vale decir palabras cuya última sílaba sea muy difícil para comenzar la
siguiente palabra (no se acordaban de ningún ejemplo pero me lo dirían si
aparecía esa palabra que todas tenían “en la punta de la lengua”).
- No vale decir palabrotas.
- Sí vale decir palabras graciosas para reír.
- La que repite palabras pierde turno. Siguen el resto hasta que solo queda la
ganadora.
- Si surge alguna duda, se para el juego para aclara la situación y después
continúan por la que le tocaba el turno.
- No vale enfadarse cuando alguna pierde turno. Tampoco vale decir ”me voy a
mi casa” ni “qué aburrido es este juego” o cosas parecidas (porque eso significa
que están enfadadas, me dicen)
- Todas se quedan hasta que salga la ganadora.
Comienzo del juego: eligen quién lo inicia. Hoy eligen hacer una tirada con un
dado de parchís; la que saque la puntuación más alta será la primera, y así
sucesivamente hasta la mínima puntuación. La primera comienza eligiendo una palabra
al azar “rosa”, la siguiente niña dice “sapo” , la tercera “pollo”, la cuarta “llover” y
vuelve a la que comenzó primero siguiendo la ronda hasta que alguien falla.
Conforme perdían, en sus caras se veía reflejada la decepción que sentían, a
pesar de que se mordían la lengua para no decir que el juego era aburrido. Cuando
quedaban solo dos jugadoras se notaba la expectación: daban saltitos, se aplaudían a
ellas mismas cuando lograban decir la palabra adecuada, risitas nerviosas, etc. La
decepción de la perdedora era autentica, reflejándose en sus movimientos: agarrándoseel pelo como si quisiera arrancárselo, pataditas en el suelo de enfado, etc. Una especie
de teatro acordado entre ellas pero que refleja lo que sucede en la realidad.
Cuando terminan el juego me permiten participar del él. Les pareció bien,
porque, confiesan jugaban cuando eran más pequeñas con sus madres, pero me insisten
en que no diga palabras “raras” porque me descubrirían y me eliminarían. Llegado mi
turno, efectivamente, me inventé una palabra que parecía real. Como lo prometido es
deuda, buscaron en el diccionario comprobando que era una palabra inventada: quedé
eliminada y me dieron ganas de decir y hacer lo que antes había observado en ellas en
su misma situación.
...