Investigacion cualitativa sobre suicidio
Enviado por Sara • 15 de Octubre de 2018 • 4.363 Palabras (18 Páginas) • 385 Visitas
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Nizama (2011, p .5) lo concibe como el acto autoinfligido para causarse la muerte en forma voluntaria, deliberada, en el que intervienen sucesivamente tres etapas, llamadas en conjunto proceso suicida: el deseo suicida, la idea suicida y el acto suicida en sí. Por otro lado, se entiende como “conducta suicida” a toda acción mediante la cual el individuo se causa una lesión, independiente de la letalidad, del método empleado y del conocimiento real de su intención, se produzca o no la muerte del individuo.
Durkheim (1960, p. 5) lo definió como “Todo caso de muerte que resulta directa o indirectamente de un acto positivo o negativo realizado por la víctima y que, según ella sabía, debía producir este resultado”. Hizo una distinción entre varios tipos de suicidio:
1.Suicidio altruista: Este tipo de suicidio sucede por una excesiva "integración" del sujeto con la sociedad a la que pertenece, a tal punto que la personalidad individual no cuenta. El individuo se somete con abnegación a las leyes y costumbres de su sociedad, de tal modo que se suicida porque piensa que ese acto es un deber. Este tipo de suicidios, se da según el autor, cuando la importancia del “yo” es muy baja. Es la versión opuesta al suicidio egoísta y existen 3 tipos:
Suicidio Altruista obligatorio: El que está condicionado por la sociedad, una sociedad que exige el suicidio. Por ejemplo, en sociedades asiáticas (normalmente relacionado con temas sobre el honor); o antiguamente, cuando en los pueblos celtas, y parece que también recientemente en nuestro entorno, los ancianos se quitaban la vida para no representar una carga para la sociedad en la que vivían. En este tipo de casos, la sociedad podría, en ocasiones, despreciar a la persona, si no lleva a cabo el suicidio.
Suicidio Altruista facultativo: La situación sería parecida a la anterior, con la diferencia de que la sociedad no demanda el suicidio del individuo. Por ejemplo, una viuda que se quita la vida, pero no por problemas psicológicos, sino porque siente que ya ha cumplido con su cometido en la vida. Suicidio Altruista agudo: Cuando la persona se quita la vida por placer. Es común que se dé este caso en relación con temas religiosos. Por ejemplo, alguien que se suicida para alcanzar una supuesta gloria divina.
2. Suicidio egoísta: Aquel que es ‘proporcional al grado de integración de los grupos de los que el individuo es parte’. La intensidad de los vínculos religiosos, familiares y políticos frena la tendencia a la autodestrucción suicida de quienes puedan sentirse tentados por ella. En definitiva, la integración actúa como freno a las fuerzas sociales suicidogénicas. En resumen, el suicidio egoísta es aquel cometido por quienes no están integrados o lo están de manera muy reducida. Se da cuando el sujeto está poco integrado en la sociedad. Por ejemplo, el alumno que va a una escuela y dispara indiscriminadamente arrebatándoles la vida a otros, para después, quitarse la vida generándose un suicidio egoísta por falta de integración.
3. El suicidio anómico: Es aquel en el que influyen tanto las crisis económicas como las crisis de la viudez o de vinculación.
El suicidio es la causa principal de muerte entre los jóvenes entre 15-24 años. La investigación adolescente del suicidio, generalmente, se ha centrado en los factores de riesgo demográficos, los estudios numerosos han examinado la incidencia de pensamientos suicidas y el suicidio procura por edad, la raza, el nivel de enseñanza, el fondo de familia, la religión, el nivel socioeconómico, la orientación sexual, y otras variables demográficas.
Tales estudios están enfocados en quiénes están en el riesgo, pero no explicaron porqué ciertas juventudes pueden estar en el riesgo para el suicidio.
Por ejemplo: D'Augelli y Hershberger (1995) sugirieron que los adolescentes alegres, lesbianos, y bisexual exhiban mayor riesgo del suicidio que sus pares heterosexuales.
En la adolescencia son frecuentes los sentimientos de culpabilidad, tendencia a mantener en secreto lo ocurrido, cuando esto es posible, conducta oscilante entre agresividad, violencia y deseos de venganza, actitudes de inhibición, pasividad y excesiva complacencia ante el medio ambiente, y mas aun cuando se asocia con traumas psicológicos, que en ocasiones se hace presente, episodios de aparente repetición del trauma con ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos con lagunas de memoria, generando el Trastorno de Estrés Postraumático, es ocasionado por un acontecimiento o situación traumática no habitual y de gran intensidad y que se caracteriza por la re-experimentación del trauma, por la aparición de conductas de evitación de situaciones en relación con dicho acontecimiento y por un aumento de síntomas neurovegetativos.
El concepto de pertenencia delimita un campo que se constituye en la relación con otros a partir de la necesidad de poseer lo ajeno y así confirmar una de las vertientes del sentimiento de pertenencia o la necesidad de encontrar o inventar razones y motivos para vincularse a otro o a un espacio, sobre la base de un referente (idea-ideal). De esta manera el sujeto intenta inconscientemente reducir los efectos inquietantes de la ajenidad-alteridad anulándola o disminuyendo el malestar que de él irrumpe, así como realizar el deseo-necesidad de fijar un espacio-escena mediante el cual disminuir la angustia proveniente de la vivencia de inestabilidad inherente a la vida.
Considero entonces dos vertientes intervinientes para la constitución del pertenecer: una de ellas conlleva el formar parte de un conjunto y la otra el apoderarse de (apropiarse de un lugar), lo que se manifiesta como “me pertenece” (un territorio, un grupo). Mientras que el afirmarse mediante la posesión de algo (sea éste un lugar u otro, un conjunto) pone el acento sobre cierta acción concreta y encierra una ilusión monopólica así como crea exterioridad y límites.
No obstante, el “allí y entonces” no es absorbido por el “aquí y ahora”, ni por la transformación de un recuerdo merced a la dinámica de la situación actual. Si bien el presente transforma el recuerdo del pasado, mantiene su autonomía. Cierto es que la teoría freudiana de la huella mnémica se ha vuelto obsoleta y la comparación metafórica de la labor del analista con la de un arqueólogo ya no se estima pertinente, pero la metáfora de la huella transmite algo que deriva del conocimiento clínico. La “huella” asigna al pasado un elemento de autonomía que las modernas teorías de la memoria, basadas en la transcripción y la construcción, dejan de lado. Por un lado, las promesas incumplidas
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