PRÁCTICA SOBRE LA PERCEPCIÓN SOCIAL Y LA INFLUENCIA SOCIAL

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el libre albedrío y el determinismo como si fueran incompatibles, pero que esto sea así depende de cómo se entiendan el determinismo y el libre albedrío.

El determinismo significa regularidades naturales, leyes descriptivas de patrones repetitivos en la realidad, conexiones entre causas y efectos. Lo opuesto a determinismo es aleatoriedad, azar, indeterminismo, ausencia de interacciones regulares y relaciones causales.

El albedrío, o voluntad es un fenómeno natural, es una función esencial de todos los seres vivos, pues disponemos de un sistema de control para regular la conducta, porque no vale hacer cualquier cosa, sino que conviene adaptar la acción a las circunstancias de la realidad: consideramos alternativas y escogemos la que juzgamos más adecuada según las nuestras preferencias y capacidades, y las condiciones del entorno. Los seres vivos son máquinas capaces de elegir.

De este modo, el aula podría considerarse como un entorno cuyas consecuencias están determinadas, lo que va a pasar está reglado. Sin embargo, los alumnos pueden tomar sus propias decisiones, que, sin lugar a dudas, repercutirán en su futuro, lo que será su responsabilidad y no del determinismo.

¿Dónde queda la libertad del individuo?

La libertad del individuo queda en elegir lo que más beneficios les aporte, según la realidad en la que se contextualice. Es natural que el individuo no pueda elegir dejar de ser humano para poder ser un perro, está fuera de su alcance. Por lo tanto, no es libre absolutamente en todo lo que se le ocurra, pero si lo suficiente como para guiar su vida dentro de los cauces establecidos. Estos cauces, estas posibilidades de elegir vienen determinadas por otros factores, razón por la que en ocasiones no nos sentimos lo suficientemente libres.

Y es cierto, hay elementos que condicionan nuestra libertad, que nos dan las elecciones resultas a través de distintas coacciones. Sin embargo, la libertad también reside ahí, en conocer esta realidad para tomar la voluntad de cambiarla, este es el verdadero motor de la evolución, y aquello que debemos inculcar a nuestros alumnos.

¿Se puede separar lo individual de lo social?

No, no se puede separar lo individual de lo social. Somos seres sociales influidos por las conductas del resto. Tal y como mostraba uno de los experimentos, basta con que un grupo de personas vea dos palos iguales, que es efecto no lo son, para que el individuo que estaba en lo cierto cambie para adaptarse al grupo. Es pura supervivencia, o te adatas o estas fuera, y encontrar el punto en el que incidir en las verdades del resto no es nada fácil, requiere de una gran voluntad y convencimiento. Lo fácil y lo común, por tanto, es seguir al grupo, sin dar tanta importancia a la bondad de este, es por esto que se necesitan lideres positivos que nos guíen y permitan la pluralidad que tanto enriquece.

¿Qué se te ocurre?

Como profesores es esencial que sepamos ser líderes para con nuestros alumnos. Líderes que fomenten el crecimiento individual y grupal, el respeto, la tolerancia, la cooperación, y demás valores positivos que la sociedad necesita, pues ellos son la sociedad del futuro.

Tenemos que tener especial cuidado en cómo nos relacionamos con ellos, pues eso va a condicionar la función del aula y en consecuencia sus aprendizajes sobre el buen funcionamiento de la vida en común, en sociedad.